Sobrepasando por 4 grados a la famosa Torre de Pisa, el proyecto que realizó el estudio de arquitectura RMJM destaca por su futurista fachada y por la interesante solución estructural para soportar las cargas del edificio, producto de su pronunciada inclinación. Para ello, el hormigón fue de vital importancia.
Abu Dabi, con sus impresionantes y futuristas edificios, logró traducir la gran riqueza que poseen los Emiratos Árabes Unidos (EAU) en verdaderos íconos arquitectónicos, convirtiéndose así en una suerte de “laboratorio” para interesantes proyectos. En esa categoría entran, por ejemplo, la Torre O-14, el recientemente inaugurado Museo del Futuro y el Louvre de Abu Dabi, entre otros.
Las grandes torres que aparecen en la capital de los EAU son, sin duda, un capítulo aparte. Aspirando siempre a una mayor altura, aparecieron una serie de rascacielos, cada uno con formas y fachadas más modernas que el anterior. En esta categoría se puede encontrar, por ejemplo, al Burj Mohammed Bin Rashid, una torre de 88 plantas y 381 metros de altura, la que se inauguró en 2014.
No tan imponente -su altura llega a los 160 metros- pero sí con un particular diseño, la torre “Capital Gate” (también denominada como “Feature Tower”) destaca dentro del paisaje urbano de Abu Dabi por su inclinación, 18 grados hacia el oeste, transformándola en el edificio con mayor inclinación del mundo, sobrepasando por 4 grados a la mundialmente famosa Torre de Pisa.
Formas de la naturaleza para una torre de gran altura
La torre “Capital Gate” se ubica dentro del Centro Nacional de Exhibiciones de Abu Dabi (ADNEC, en sus siglas en inglés) y su diseño arquitectónico estuvo a cargo del estudio RMJM, con experiencia en edificaciones de gran altura de complejas formas (como la Evolution Tower, en Moscú).
Para el estudio, la torre debía transformarse en el punto icónico de este gran centro de exhibiciones que, con un área de 170.000 m2, albergó grandes exhibiciones como la IDEX de 2007. El ADNEC se ejecutó en tres fases, siendo la última el “Capital Gate”.
El estudio se inspiró en el movimiento de la arena y de las olas para dar forma a esta torre de 160 metros y 35 pisos. Para ello, un pabellón de acero y cristal “choca” con el edificio, emulando al movimiento del mar, mientras que la misma torre, ladeada, simboliza la arena que absorbe esa energía. Su fachada, compuesta de cristal y acero, acentúan ese efecto.
Dentro, la torre posee un salón de té en voladizo y una piscina al aire libre, la que brinda un panorama único del paisaje urbano de Abu Dabi. Asimismo, un atrio interno de formas libres, que posee un techo de cristales dinámicos, permite la entrada de luz natural y brinda mayores espacios a la torre.
Un núcleo de hormigón para “ladear” al edificio
La complejidad en la construcción de la torre “Capital Gate” estuvo en su inclinación y cómo este gran edificio soportaría las fuerzas gravitacionales o la acción del viento, una vez alcanzada su altura máxima.
Para ello, RMJM asentó al edificio sobre 490 pilotes de hormigón, los que se ubicaron a 30 metros bajo el nivel de piso. Desde ahí, se construyó un núcleo de hormigón armado, el que se dejó deliberadamente fuera de centro para permitir la inclinación de la torre. El núcleo se rodeó de una red de acero que, finalmente, es la que da forma a la estructura exterior de “Capital Gate”.
Por las características de esta edificación, cada losa de piso es única en forma y tamaño, las que varían de una figura triangular curva a una rectangular curva, conforme aumenta la altura del edificio. Las losas, de acero y hormigón armado, se colocaron de manera vertical hasta el piso 12, para después, posicionarlas de manera escalonadas unas sobre otras.
Con unos 16.000 m2, distribuidos en un hotel, salones de eventos, oficinas, además de tiendas y otros espacios, la torre “Capital Gate” se finalizó en 2010, siendo reconocida un año más tarde como el “edificio más inclinado del mundo”. Sin duda, su particular forma, que destaca en el paisaje urbano de Abu Dabi, entregó un nuevo elemento arquitectónico para esta ciudad.