El puerto de Rotterdam firmó una alianza con la empresa Reefy, creadora de unos bloques de hormigón de baja huella de CO2 que, dicen sus fundadores, están diseñados para incentivar el crecimiento de corales u ostras y así, generar las condiciones para recuperar el ecosistema marino, al mismo tiempo que proteger infraestructura costera de eventos de oleaje extremo, cada vez más recurrentes debido al cambio climático.
Preservar, mantener y conservar los ecosistemas marinos, especialmente cuando los eventos provocados por el cambio climático son cada vez más extremos, está transformándose en una carrera contra el tiempo, especialmente para los asentamientos urbanos que se ubican en zonas costeras y que, según todos los informes, serán los primeros en ser afectados ante la crecida de los océanos.
En ese sentido, si bien existen elementos de hormigón que se utilizan como barreras para evitar que las aguas del mar causen inconvenientes -rompeolas que mitigan la potencia del oleaje, por ejemplo- estos, en su mayoría, no están diseñados para la recuperación del ecosistema costero.
Por ejemplo, es cada vez más frecuente que los arrecifes de coral, cuya función, además de biológica como gran reserva de biodiversidad acuática, es la de ser una barrera de protección natural que disipa la energía de las olas y previene la erosión en las costas, disminuyan su tasa de crecimiento debido a que la temperatura y acidez del agua se incrementa, principalmente por la acción del ser humano.
Ante esto, existen varias iniciativas –bloques o elementos de hormigón impreso 3D– que buscan, por una parte, mitigar la energía del oleaje y así, evitar daños a la infraestructura costera y por otra, impulsar la recuperación del ecosistema submarino. Siguiendo esta línea, una start-up de Países Bajos desarrolló un prometedor sistema modular de hormigón con baja huella de carbono, cuyas pruebas en terreno arrojaron prometedores resultados. ¿El nombre del sistema? Reefy.
Bloques tipo “lego” para cuidar y preservar los océanos
Una de las claves del sistema es que busca dos objetivos: una recuperación rápida de la biodiversidad marina (sean arrecifes de coral o de aquellos formados por ostras) y ofrecer un sistema de protección que mitigue la acción de las aguas sobre infraestructura costera, por ejemplo, caminos o puentes.
Por lo mismo es que el ingeniero, junto al biológo marino Leon Haines (el otro fundador de Reefy), idearon un sistema modular que se asemeja a grandes bloques de lego, los que se depositan ensamblados o separados en el área donde se quiere recuperar el ecosistema. “Los módulos pueden unirse en una serie de combinaciones sin límite para formar un arrecife artificial y entregar el macro hábitat complejo que se requiere para resguardar a peces y especies de invertebrados”, explican en el sitio web de la compañía.
“La idea de tener estos bloques es entregar las fundaciones para que la naturaleza se haga cargo. En otras palabras, es tener una capa viviente que pueda crecer cuando aumente el nivel del mar y repararse a sí misma para así, atraer a estas especies claves que son, en cierto modo, los arquitectos del mundo submarino”, explicó Ascencio al sitio web Fast Company.
Así, el sistema modular de bloques de hormigón nació como respuesta a otros arrecifes artificiales que, a juicio de Ascencio, sólo buscan la eficiencia en costo, pero sin preocuparse de la recuperación de la biodiversidad marina.
Hormigón: Una solución local y eficiente
Según informó la empresa, los bloques del sistema modular se fabrican con un hormigón con baja huella de CO2 y tienen un peso aproximado de 7 toneladas. Como se mencionó, estos pueden combinarse de diversas formas, dependiendo del lugar y el ecosistema marino del sector donde se instalarán.
Junto con esto, el diseño de los bloques considera patrones ondulados para facilitar el crecimiento de organismos “que puedan autoregenerarse, tales como corales y ostras, creando una verdadera capa viviente que crezca con la marea alta”, informa la empresa en su sitio web.
Sobre el uso de un sistema modular de hormigón por sobre, por ejemplo, elementos de hormigón impreso 3D, el ingeniero explicó que, si bien hicieron pruebas con esa tecnología, los bloques resultaron más eficientes. “Utilizamos técnicas más tradicionales, pero que nos permiten producir los bloques con materiales locales a un costo más eficiente y, al mismo tiempo, entregar la textura y el hábitat para la naturaleza”, comentó. En esa misma línea, agregó que el hormigón utilizado para fabricar los bloques posee una huella baja de carbono o es, derechamente, carbono neutral-
En enero de 2023, Reefy selló una alianza con el puerto de Rotterdam, en Países Bajos, para probar el comportamiento del sistema frente al gran oleaje que generan las grandes embarcaciones en el sector, las que afectan a los bancos que se forman en las rutas marítimas del puerto. Además, se están testeando los bloques como fundaciones de grandes torres eólicas en el Mar del Norte, cuyo ecosistema se ha visto diezmado por la pesca indiscriminada. Por lo mismo, los fundadores de Reefy esperan que su sistema ayude a la recuperación del hábitat submarino del sector.