Alfredo Grez, nuevo director del ICH: “El Instituto tiene que ser un articulador con otros actores para el desarrollo de nuevas tecnologías del cemento y hormigón”

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El director de Katemu Chile asumió en enero de este año un lugar en el directorio del Instituto y ya fija sus prioridades para el desarrollo de la entidad: impulsar innovaciones y transferencias tecnológicas entre los distintos y el discutir cómo transformar a la industria del hormigón y el cemento en una sostenible con el medioambiente.

Desde enero de este año, Alfredo Grez -ingeniero comercial de la Pontificia Universidad Católica de Chile, director de Katemu Chile, Katemu Perú, Durable Concrete Solutions, Atakama Roofing, directori de G100 y Fundación Reimagina- forma parte del directorio del Instituto del Cemento y Hormigón de Chile, ICH, incorporándose a la instancia gracias a la invitación del actual presidente del ICH, Alfredo Echavarría.

Junto con Luis Bravo (otro nuevo director del Instituto, también invitado por el presidente del ICH), el director de Katemu Chile cree que su participación en el directorio del Instituto es para “Colaborar con el directorio existente, poniendo a su disposición mi tiempo, energía y experiencia de más de 15 años en la industria”.

Así, para el nuevo director del ICH, la idea es que este organismo tome un rol protagónico a la hora de coordinar a distintos actores del sector para expandir el alcance de innovaciones y desarrollos tecnológicos relacionados con el mundo del cemento y hormigón.

“Ahí es donde yo veo que hay trabajos importantes que se pueden hacer”, puntualizó. “Abrirse a un rol, de  articulador ente distintas instituciones, como los gremios, empresas, emprendedores y académicos, para empujar la innovación, el desarrollo de nuevas tecnologías y oportunidades de negocios relacionados con la industria del Cemento y el hormigon”.

En ese sentido, el nuevo director del Instituto recalcó que ese camino debe realizarse en conjunto con “gremios como la Cámara Chilena de la Construcción y no necesariamente tener el conocimiento dentro del ICH, sino que tener la capacidad de coordinar el desarrollo de nuevas tecnologías, innovaciones o sistemas”, destacó.

La pandemia y la respuesta del sector de la construcción

Alfredo Grez es, sin duda, un testigo privilegiado del desarrollo del sector de la construcción con hormigón, particularmente en el área de pisos y pavimentos industriales, en la última década. Desde su lugar en Katemu Chile, el ingeniero comercial ha visto el incremento tanto en obras relacionadas con su área de negocio (grandes centros logísticos) como también, en otros departamentos de la construcción con hormigón.

La pandemia, sin embargo, cambio todo el panorama. “Estuvimos parados cinco meses”, recordó el ingeniero.

“El año pasado fue muy complejo para la construcción. Se restringió la movilidad, cuando de establecieron las cuarentenas en mayo, y gran parte de las obras estuvieron detenidas, a menos que fuesen de industria esencial, y en nuestro caso estuvimos durante cinco meses estuvimos con muy poca actividad, afortunadamente pudimos mantener a nuestro equipo y complementarle el sueldo para apoyarlos en esta complicada etapa. La industria se vio muy afectada, principalmente, en la pérdida de empleos”, comentó.

Ante este escenario, el gremio adoptó protocolos sanitarios para asegurar el funcionamiento de las obras. ¿Cuál es su evaluación, como actor relevante del sector, de estas directrices?
-En ese aspecto, fue muy positivo el trabajo y la reacción temprana que tuvo la Cámara Chilena de la Construcción en desarrollar los protocolos de trabajo bajo cuarentena. Protocolos que, además de desarrollar muy bien en conjunto con los socios de la Cámara, supo explicar y presentar al gobierno para que fueran aprobados.

“Al estar aprobado, pudimos activar el protocolo al momento de volver de las cuarentenas y todas las empresas que estábamos acogidas a éste y que estábamos certificadas para poder funcionar en cuarentena, bajo estos protocolos, hemos podido mantenernos trabajando”, dijo Alfredo Grez. Así, en el mes de septiembre de 2020, se observó un incremento de la actividad del sector.

Al reactivarse el sector, comentó el nuevo director del ICH, también se recuperaron puestos de trabajo que estaban bajo suspensión temporal del contrato laboral o que se generaran nuevas plazas. “La suspensión temporal permitió, de alguna forma, que los trabajadores que estaban paralizados recibieran algún flujo de dinero, más los apoyos que algunas empresas, como el caso de Katemu, que pudo complementar el sueldo de los trabajadores para que se mantuvieran bajo cuidado y así, estar preparados para regresar a las obras en el momento en que se activara”, puntualizó.

Y si bien es cierto que los protocolos contemplan aforos reducidos, tomas de PCR al ingreso a la obra y otra serie de medidas que pueden hacer compleja la operación, para Alfredo Grez el beneficio de todo está en que se lograron mantener activos los proyectos.

Desabastecimiento e incertidumbre: los efectos negativos de la pandemia

Por otra parte, uno de los aspectos negativos que trajo la pandemia al sector, además de la paralización de los proyectos y la baja en el empleo, fue el desabastecimiento de ciertos materiales -acero, por ejemplo- para las obras, lo que hizo que subieran los insumos. “dependiendo del material, pueden encontrarse alzas entre un 30% y un 50%”, el desabastecimiento también genera disminución en la velocidad de avance en las obras.

En esa misma línea, Grez agregó que la aplicación de los protocolos de seguridad -necesarios para la reactivación del sector en ambientes seguros- trajo también costos asociados, en particular, en el tema de la mano de obra. “Para ingresar a cada obra, se tiene que tomar un examen PCR, el que tiene un valor aproximado de entre $35.000 a 40 mil pesos por persona. A eso, hay que agregar el transporte privado para todo el personal y los cuidados de higiene y aforro. Esto evidentemente complejiza las obras y tiene costos más altos asociados”.

Esto, comentó el nuevo integrante del directorio del ICH, ya se está considerando en los procesos de negociación actuales. Sin embargo, puntualizó que en contratos de “obras que iniciaron, por ejemplo, a fines de 2019 y cuyos precios ya están fijados, tienen una conversación compleja entre mandante y constructora para ver cómo se comparte esa alza”.

En ese sentido, ¿cuál cree que es el motivo por el que los proveedores de insumos no hayan ajustado sus stocks entre finales de 2019 y este periodo?
-Es uno efecto más de La Pandemia, el impacto de las cuarentenas, el alza en los precios de los fletes y toda la incertidumbre relacionado a ello.  El alza de materiales de construcción es un fenómeno a nivel global, existe un desabastecimiento global, podemos tomar al acero como ejemplo, los fletes, los bajos inventarios disponibles y la alta demanda a nivel mundial han empujado alzas sobre un 40%,  “es muy complejo para las empresas, con esta incertidumbre, definir sus posiciones de inventario, están ajustando sus inventarios con mucha cautela porque nadie sabe cuándo se va a estabilizar esta situación”, agregó.

Entonces, ¿por dónde pasa la solución? ¿Bandas de precios?
-Involucrarse en fijar los precios, creo que no es la solución, yo soy de la idea que eso generaría un daño en el mercado. El precio debe estar determinado por la oferta y demanda. La producción, valor y disponibilidad de fletes marítimos (para materiales importados), se debará ir ajustando a la demanda, y si además la pandemia comienza a estabilizarse con las vacunas, la disponibilidad de los materiales de construcción y sus precios, también debieran ajustarse.

E-commerce y grandes centros logísticos: el impulso a la construcción con hormigón

Si bien la pandemia acrecentó estas problemáticas, también aceleró procesos de digitalización. En particular, el comercio digital o e-commerce, que continúa en crecimiento y que, según explicó Alfredo Grez, también hace que aumente la necesidad de mejores y más sofisticados centros logísticos y de almacenaje para llevar a cabo sus operaciones.

“Antiguamente, las grandes empresas del retail ya tenían sistemas sofisticados de logística y continúan sofisticándolos. Sin embargo, los pequeños negocios también están pensando en hacerlo porque todos están pensando en el e-commerce. Hoy en día, es extraño que un negocio de venta al consumidor final, no piense en tener un canal de ventas con presencia en E-commerce”, explicó.

Foto: Alfredo Grez, durante su participación en el congreso ExpoHormigón 2016

En ese escenario, el mundo de los pisos y pavimentos de hormigón -rubro que también se vio afectado por la paralización de obras- tiene algo que decir. “Creo que la gran evolución, como te mencioné, pasa por los sistemas logísticos, que son más sofisticados. El mandante ya está pensando en la automatización de los procesos, en robots, en manejo de cargas a mayores alturas y mejorar los tiempos de despacho, demanda mejores estándares de las pisos”, comentó Grez.

Al respecto, el ingeniero aseguró que las tecnologías que actualmente existen en nuestro país, en relación a pisos y pavimentos industriales de hormigón, tienen los mejores estándares del mundo. “Hoy día, tú puedes construir en Chile las mismas tecnologías que se fabrican en Estados Unidos”, destacó.

Ante este escenario, ¿cree que la pandemia aceleró la adopción de elementos prefabricados en este ámbito de la construcción con hormigón?
-Se están haciendo trabajos en ese sentido. A través del ICH, se están incorporando prefabricados para pavimentos en minería, donde los tiempos de ejecución y apertura son muy relevantes, ya que la cantidad de mineral que se extraiga de la veta por hora golpea mucho a la productividad, entonces, la apertura al tránsito de los pavimentos mejora la productividad del área productiva. Mientras más rápido se abra, más beneficios trae. Entonces, la minería quizás sea la primera actividad en adoptar este tipo de losas o pavimentos prefabricados.

En la vereda opuesta, el director de Katemu Chile cree que la adopción de pavimentos prefabricados en, por ejemplo, centros logísticos o de distribución es más compleja, ya que “en los pisos más tecnificados para centros logísticos, los requisitos de nivelación, de lisura, son muy exigentes. La unión entre cada una de las placas o cómo quede nivelada, dado que las ruedas de los montacargas o los robots que transitan ahí son más pequeñas y rígidas, y no tienen suspensión, las tolerancias son muy ajustadas”.

Siguiendo en esta línea, ¿piensa que la pandemia influirá en la adopción de metodologías industrializada para el sector de la construcción con hormigón?
-Creo que la industrialización es un camino en el que estamos en evolución permanente y debiéramos estar muy atentos e involucrarnos en ese desarrollo. Me puedo equivocar, pero no veo que tenga mucha relación con la pandemia la adopción de procesos industrializados.

Los desafíos actuales del Instituto del Cemento y Hormigón de Chile

Como se menciona previamente, Alfredo Grez forma parte del directorio del ICH desde enero de este año con el fin de renovar este espacio y “desafiarlo”. En ese sentido, su trabajo en esta instancia se enfocó, primero, a ampliar el campo de acción del Instituto para convertir a la entidad en un articulador entre distintos actores del sector.

Junto a esa acción, el nuevo director se ha planteado varios desafíos. Uno de ellos, colaborar y poner su tiempo a disposición del directorio. “El ICH cuenta con un directorio con profesionales reconocidos y de mucha trayectoria, es un honor y un gran desafio poder participar en este directorio. Intentaré aportar desde mi experiencia en la industria con energía y dedicación”

Asimismo, otra de las labores que quiere llevar a cabo el nuevo director es potenciar iniciativas que muestren nuevos desarrollos del cemento y el hormigón, en relación directa con la misión del Instituto.

“Pienso que como ICH debiéramos articular y apoyar el desarrollo de un ecosistema innovador, invitando a emprendedores, pymes, grandes empresas, academia, gremios y otras organizaciones, a desafiar lo existente pensando en desarrollar nuevas soluciones relacionadas con el hormigón y con el cemento”, explicó.

El tema de la sostenibilidad en la industria es primordial. En ese sentido, ¿cómo abordará el ICH este tópico para incorporarlo a las distintas discusiones que se den en el sector?
-La temática se encuentra dentro de la agenda del directorio. Incluso, tenemos la “Hoja de Ruta del CO2”, estamos iniciando un proceso de planificación estratégica donde ese es uno de los temas importantes a tratar. Tenemos que abordarlo y de ahí saldrán conversaciones muy enriquecedoras entre los distintos directores, que tenemos roles o participaciones en diversos sectores de la industria.

“Creo que tenemos una responsabilidad, como ICH, de participar en la conversación, de participar en el desarrollo de las normas para que, finalmente, favorezcan al medioambiente y que los lineamientos y regulaciones estén alineados con un desarrollo justo de la industria del hormigón y también, alineados a reducir la huella de carbono a nivel mundial”, añadió.

Foto: El director Katemu Chile y Katemu Perú, durante su participación en el congreso ExpoHormigón 2018

En ese sentido, Grez subrayó que “a veces, uno se confunde y podría tratar de favorecer sólo la huella local y medir los niveles de carbono en Chile y no medir toda la huella de carbono que se produce, por ejemplo, de importación de productos, el transporte de esos productos, al mercado local. Entonces, la trazabilidad tiene que ser completa. Ahí, soy un convencido de que lo que tenemos que velar es por el desarrollo de productos que sean sustentables con el medioambiente, que sean amigables con el medioambiente y soltar los que no son a tiempo”.

Siguiendo esa línea, el nuevo director del ICH planteó que de existir líneas de desarrollo que el cemento y el hormigón no puedan abordarlas de manera eficiente, es mejor dejarlas para otras materialidades. “Creo que debemos ser responsables y consecuentes, con una imagen de sincero cuidado del medioambiente. Pienso que por ahí tiene que ir el camino”.

Y si bien Grez reconoce que la huella de CO2 que deja el cemento es alta, puntualizó que “hay que ver en qué casos es mejor que las otras opciones. Por ejemplo, el pavimento de hormigón sigue siendo más amigable que el de asfalto o que un camino de tierra. Entonces, aún cuando la huella que deja ese CO2 es alta, es más baja que otras alternativas. Entonces, tenemos que buscar dónde somos más eficientes. Medir esa huella y ver la forma de disminuirla”.

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