Casi 10 años ha recorrido la introducción del BIM en Chile. La metodología, cuya potencialidad y fortaleza es abarcar el ciclo de vida completo del proyecto, hoy se inserta con fuerza en el debate de la construcción e ingeniería nacional.
La productividad y cómo aumentarla a través del Building Information Modeling, junto con los nuevos desafíos que deberá sortear la implantación definitiva de la metodología, fueron parte de los principales temas de discusión que se abordaron en la segunda versión de “Conversaciones en Concreto”, instancia técnica organizada por Revista Hormigón al Día y el Instituto del Cemento y del Hormigón de Chile, ICH, que busca reflexionar respecto de los principales temáticas que inquietan a la industria.
A la cita asistieron Jorge Villarroel, Director de Innovación y Desarrollo de René Lagos Ingenieros; Ignacio Acuña, Gerente de Construsoft; Manuel Saavedra, Consultor BIM y Director de AECSHIFT y Augusto Holmberg, Gerente General del ICH.
BIM en escena
Lo que el sistema BIM busca es modelar el ciclo de vida completo del proyecto, desde la arquitectura, ingeniería, construcción y la futura operación y mantención. En Chile la metodología se usó en sus inicios mayoritariamente para detectar las interferencias entre especialidades y resolver conflictos geométricos de los proyectos. No obstante, ese camino ha comenzado a cambiar y la gran tarea apunta a desarrollar proyectos desde la etapa de arquitectura.
Como lo señala Jorge Villarroel, “con casi 10 años de introducción de la metodología BIM en Chile, se ha avanzado más lento de lo que hubiésemos querido. Las grandes barreras fueron, al principio, la tecnológica derechamente. Tecnología que costó introducirla. Junto con ello, el gran desafío en este tiempo fue el convencer a los distintos actores de adoptar el cambio tecnológico”.
Justamente el gran impedimento del BIM hoy en el país es el nivel de convencimiento que tiene entre mandantes, constructoras y los distintos actores asociados a la industria de la construcción. Si bien se observan buenos resultados, los expertos coinciden en la potencialidad de la metodología se ve favorecida con la toma de decisiones en etapas tempranas, las que pueden tener gran impacto en el desarrollo final del proyecto.
Para Manuel Saavedra, el común denominador de la problemática es el miedo al cambio. Romper la barrera tecnológica es difícil para, por ejemplo, un mandante que bajo su modelo, funciona su negocio sin el BIM. Y eso pasa en cualquier ámbito.
Por su parte Ignacio Acuña piensa que la gran motivación de la utilización de herramientas cómo el BIM está basado en la productividad, “por eso en la minería y en proyectos industriales entra a resolver un tema operacional. Creo que es la clave del éxito que ha venido introduciendo la tecnología en los proyectos”.
Hoy su empresa está dedicada en apalancar los procesos de construcción industrializada de hormigón con el BIM, de manera de ofrecer al mercado un paquete tecnológico más integral. “Hace tres meses levantamos un equipo enfocado 100% en construcción y la primera conclusión a la que hemos llegado es que mientras la construcción no sea industrializada, el valor del BIM tiende a decaer”.
Mercado actual
De acuerdo a los especialistas, y a nivel de macro sectores, la industria de la edificación es por lejos la más rezagada en lo que a BIM se refiere. “Los pre dimensionados y los modelos ya lo hicieron las mineras y el sector industrial. Hoy a lo que se aspira es a aumentar la productividad, y esos sectores van adelantados años luz a la edificación”, detalla Saavedra.
Hoy la estructura de la edificación muestra signos de estar más atomizada. Distinto a lo que sucede, por ejemplo, con la industria minera, donde una persona es la que toma la decisión apuntando a la productividad.
“Estamos buscando demostrar en la etapa de ejecución de la obra, el beneficio de los modelos detallados o construibles a través de indicadores de gestión. En el fondo la constructora pueda entender que a través del BIM obtiene el control de su ejecución de obras con indicadores reales en tiempo y que entienda que el motor de esos indicadores tiene que ser desde el modelo BIM detallado y construible”, comenta Ignacio Acuña
En tanto, el profesional de René Lagos Ingenieros ahonda en el por qué ha costado la introducción de BIM en el sector de la edificación. “El gran nivel de detalle que tenemos en nuestros planos. Ese nivel de detalle en el mercado de Estados Unidos o en Europa, se maneja de otra forma. Es por ello que la tecnología no podemos tomarla y aplicarla tal cual. Tenemos que adecuarla a nuestro estándar y en la región, Latinoamérica, somos casi los llaneros solitarios en la forma de detallamiento. Por otro lado, tenemos un historial de buen desempeño frente a sismos de gran magnitud y casi la totalidad de las edificaciones siguen aún en pie, esa es nuestra gran validación. ¿Cómo lo adoptamos desde el punto de vista estructural?, es parte del nuevo desafío”.
Próximos pasos
Los nuevos desafíos para seguir implementando el BIM en el país apuntan al diálogo entre los distintos actores. Manuel Saavedra observa que lo complejo del asunto “es cómo lo llevamos a la realidad. El gran problema es que nadie conversa”.
Para Ignacio Acuña la pregunta que hay que hacerse es “cómo nosotros como gremio, que estamos empujando por poner una tecnología con nuevos procesos y servicios, a disposición de la industria, la acercamos. Finalmente hay que ir uno a uno, empujando en conectar las propuestas con el negocio de una manera mucho más clara y tangible”.
De acuerdo a Jorge Villarroel, lo importante es saber para qué quiere el mandante el BIM. “Ese es el pilar fundamental. Si quiere ocupar BIM solo para interferencias, se puede hacer. Pero creo que la gran ventaja de esta metodología es su aplicación en proyectos complejos. Como calculistas y coordinadores de especialidades, hemos tenido la experiencia de participar en proyectos como hospitales, retail, que involucran muchos especialistas y, en esa mesa de trabajo, la metodología muestras sus grandes frutos”.
El profesional de René Lagos, pensando en el máximo provecho de la plataforma, comenta que hacer casas, edificios regulares, se puede y se aplica, pero no es el factor determinante. “En lo que es edificación hemos notado buenos resultados básicamente cuando el proyecto es complejo geométricamente, con pendientes en laderas, irregularidades en planta, en que toda la coordinación previa y la toma de decisiones se realiza en etapas tempranas, lo que ha mostrado muy buenos resultados”.
No obstante, Manuel Saavedra postula que hoy el BIM no es una opción, “si miramos hacia atrás, el BIM es el nombre de una era, de ahí que seamos más o menos tecnológicos o del grado de madurez que tengamos. O me sumo o me quedo afuera. No creo que en el futuro existan profesionales que no introduzcan el BIM, solos van a llegar a la metodología, porque el mercado empujará hacia allá”.
A pesar de los desafíos pendientes, hay consenso de que se ha avanzado. A nivel regional tenemos ventajas respecto a otros países. Chile es, sin duda, y por lejos, a nivel promedio, el país más avanzado en América Latina en BIM.
En la actualidad, para que la metodología siga avanzando a nivel de ingeniería y construcción, es la difusión y conversación, a través de grupos de trabajo –como BIM Fórum y Plan BIM- quienes deberán asumir el rol de reescribir las reglas del juego de manera más clara. n