La durabilidad dentro de la construcción sostenible

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Uno de los aspectos que más se destaca de la construcción con hormigón es la durabilidad de sus elementos, los que pueden especificarse incluso para 100 años. En este artículo, publicado originalmente por ANDECE (Asociación Nacional de la Industria del Prefabricado del Hormigón de España), se establece una relación directa entre la durabilidad, cualidad intrínseca del hormigón, y la construcción sostenible.

Crédito: ANDECE

La durabilidad de un elemento constructivo es su capacidad para soportar, durante la vida útil para la que ha sido proyectada, las condiciones físicas y químicas a las que está expuesta, y que podrían llegar a provocar su degradación como consecuencia de efectos diferentes a las cargas y solicitaciones consideradas en el análisis mecánico.

Cuando se quiere mencionar un aspecto destacado del hormigón (de los muchos que posee), la durabilidad es muchas veces uno de los primeros atributos que se menciona. Y aquí muchas veces se recurre a las obras de ingeniería ejecutadas en la época del Imperio Romano que todavía hoy se mantienen en pie.

Figura.- Panteón de Agripa en Roma. 2.000 años después de su construcción, es un importante lugar turístico y su domo ostenta el título de ser la estructura de hormigón no armado más grande del mundo.

Más próximo tenemos el ejemplo del monumento a la Virgen de la Antigua en Orduña (Vizcaya) que data de 1904 y es la estructura de hormigón armado más longeva que nos podemos encontrar en España [1].

Sin embargo, echar la vista atrás sobre lo ya construido no deja de ser un reflejo de lo que era la tecnología en el pasado, porque ni los materiales, ni las técnicas disponibles, ni el conocimiento son los mismos ahora, así como la experiencia, aunque todo pueda servir de ejemplo para demostrar la mayor durabilidad que por lo general ofrece el hormigón como material de construcción más universal, frente a otras alternativas. Además, si queremos profundizar en cómo potenciar la durabilidad del hormigón, probablemente la vertiente prefabricada nos ofrezca unas mayores garantías de extenderla al tratarse de productos fabricados en un entorno industrial (mayor control y aseguramiento de la calidad).

Figura.- ESCOFET 1886 provee de elementos prefabricados para la finalización de la construcción de la Sagrada Familia en el proceso de concepción y creación del tetramorfo. La excepcionalidad de este gran proyecto ha generado un proceso donde la innovación y la experimentación han llevado hasta soluciones estructurales y constructivas únicas. Este podría ser un buen ejemplo de cómo con las técnicas actuales se pretende dotar de elementos a una construcción que debería preservarse durante siglos. (Fuente: Linkedin).

En este blog hemos dedicado la atención a los numerosos aspectos que surgen en cualquier construcción que pretenda ser sostenible: emisiones ambientales [2], reciclabilidad [3] o eficiencia energética [4]. Hoy nos queremos detener en la durabilidad, que adquiere si cabe más importancia en esta tendencia que nos está llevando hacia la descarbonización de cualquier actividad [5].

Podría afirmarse que no hay construcción sostenible si ésta no logra ser durable. Lo mismo podría extenderse a cualquier otro bien de consumo, con el añadido que los edificios o infraestructuras de ingeniería civil, deben garantizar que mantengan sus prestaciones por encima de unos determinados valores durante al menos el periodo de vida útil que se establezca reglamentariamente.

Tabla.- Análisis de la durabilidad desde las tres dimensiones de la sostenibilidad.

En el caso del hormigón y especialmente de las estructuras como esqueleto resistente de las construcciones, se puede asegurar que la durabilidad es una de sus características más ensayadas e investigadas (y de las que también se ha aprendido cuando se han cometido errores) y que probablemente no tienen parangón en ningún otro material o técnica constructiva en cuanto a su profundidad reglamentaria (véase el Código Estructural y las instrucciones anteriores de hormigón estructural). No obstante, debe quedar claro que la durabilidad del hormigón, especialmente la de los elementos de hormigón armado, no está garantizada sin más, aunque las exigencias reglamentarias permiten cumplir con la vida útil que se exige para las construcciones donde se empleen. De esta forma, hay que distinguir claramente cómo se debe afrontar el requisito de la durabilidad de los elementos armados y/o pretensados (normalmente los productos de hormigón destinados a estructuras de cualquier tipo de construcción), frente a los elementos de hormigón en masa (elementos sin requerimientos estructurales importantes). Y esto es porque la durabilidad de un elemento de hormigón armado queda condicionada fundamentalmente a la protección de las armaduras embebidas en el hormigón.

Con estos propósitos, hemos lanzado junto a INDESPRE el tercer curso de la serie de cuatro sobre construcción sostenible, dedicado íntegramente a la durabilidad del hormigón [6]. En el primero de la serie ya introdujimos la importancia que tiene la durabilidad en la sostenibilidad de la construcción, pero también porque guarda una especial relación con el segundo curso sobre hormigones verdes, donde entramos en detalle en cómo lograr construcciones en hormigón descarbonizadas (con el menor impacto posible) y también con el cuarto sobre sistemas de evaluación de la sostenibilidad, destacando el esquema LEVEL(s) desarrollado por la Unión Europea que establece que, en el caso de los edificios, uno de los indicadores a evaluar para alcanzar el mayor grado de sostenibilidad son los Kg CO2/m2/año. Expresado de otra forma, que se reduzca al mínimo posible el cociente entre huella ambiental (mejor cuanto más pequeña sea) y durabilidad (mejor cuanto más se alargue la vida útil de la construcción).

Lograr a priori la máxima extensión de la vida útil de un elemento de hormigón, especialmente aquellos armados, va a depender de distintos factores: empezando por fabricar correctamente los elementos de hormigón, un buen diseño que minimice la afección de los agentes ambientales sobre el hormigón, un adecuado mantenimiento preventivo o incluso una monitorización de las estructuras que permita detectar anticipadamente cualquier patología y actuar a tiempo de solucionarla, aspectos que por lo general quedan lejos de la capacidad de actuación del fabricante de elementos de hormigón, pero que no por ello debería desconocerlos.

Referencias

[1] https://www.deia.eus/bizkaia/2022/04/02/analizan-monumento-virgen-antigua-1718129.html

[2] Hacia la neutralidad climática en Europa en 2050. Parte 2: Carbono embebido vs Carbono operativo https://www.andece.org/hacia-la-neutralidad-climatica-en-europa-en-2050-parte-2-carbono-embebido-vs-carbono-operativo/

[3] La reciclabilidad en los productos prefabricados de hormigón: uso de áridos reciclados https://www.andece.org/la-reciclabilidad-en-los-productos-prefabricados-de-hormigon-uso-de-aridos-reciclados/

[4] Los prefabricados de hormigón ante el problema energético https://www.andece.org/los-prefabricados-de-hormigon-ante-el-problema-energetico-parte-1-contexto/

[5] Las 7 Rutas de Descarbonización de ANDECE, Las 7 R’s de la industria del prefabricado de hormigón https://www.andece.org/wp-content/uploads/2022/12/Las-7-Rs-del-Prefabricado-de-Hormigon.pdf

[6] Estrategia de durabilidad en hormigones https://bonificado.indespre.com/curso-durabilidad-hormigones

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