El desarrollo del adoquín de hormigón o adocreto propició que este producto pueda aplicarse a diferentes tipos de estructuras y posea diferentes ventajas técnicas y económicas. Y hace unos años se sumó una nueva innovación a estos elementos, puesto que ahora son capaces de limpiar el aire.
Todo partió como un invento asiático probado en laboratorio, pero más tarde se probó en la práctica por el municipio de Hengelo, Holanda. Y un año después, se presentó en Sudamérica, en la Conferencia Internacional Pave Buenos Aires 2009, realizada en octubre de ese año.
El inicio de esta historia es el siguiente: tres jóvenes investigadores de la Universidad Politécnica de Hong Kong, Lan Chi Sin, Chan Chun Wan y Wong Chi Ho, diseñaron unos innovadores adoquines que se enmarcaban muy bien en la Campaña de Acción Cielo Azul que promueve el gobierno de Hong Kong para mejorar la calidad del aire en la ciudad.
Sí, porque los nuevos adoquines de pavimentación traían consigo la promesa de limpiar el aire. Eso se debe a que, a diferencia del bloque común de hormigón, el nuevo adoquín de pavimentación tiene una capa de 5 mm de dióxido de titanio (TiO2) que, al exponerse a la luz solar, actúa como un catalizador. De esta manera, transforma los tóxicos como el óxido nitroso que emiten los autos a través de su tubo de escape, en nitratos inocuos para el medio ambiente.
Las pruebas mostraron que los adoquines limpiadores de aire, como fueron llamados, eliminan el 20% de los contaminantes atmosféricos.
Esta creación representa toda una innovación que recibió premios como el Eco-Products de Hong Kong y el Green Building, en 2006. También, se presentó en la Exposición de Innovación y Diseño de Hong Kong, en noviembre de 2006.
Interés por la ecología
La creatividad de los tres investigadores, así como su interés por temáticas ambientales, tuvo su eco en el sector privado y también en su universidad, ya que consiguieron una patente local de tecnología y también un acuerdo con la casa de estudios para manufacturar los adoquines de pavimentación, lo que estaría a cargo de Laputa Eco-Construction Material Compay Ltd., responsables, además, de vender esta innovación.
Otra característica de los bloques de pavimentos limpiadores de aire es que son producidos con materiales amigables con el medio ambiente, como cuentas de vidrio, cenizas de centrales eléctricas a carbón y grava.
Las cuentas de vidrio son confeccionadas a partir de botellas de vidrio reciclado -que son trituradas de manera mecánica- y también de arena triturada adquirida de los desechos de construcción, lo que reduce las necesidades del gobierno local de eliminar desechos.
Una vez conocida esta innovación, surgió la preocupación de que la cubierta de dióxido de titanio se desgaste lentamente. Sin embargo, la capa de la superficie de los bloques está hecha de una mezcla entre dióxido de titanio y hormigón que tienen entre 10 y 20 años de duración cuando es expuesta a elementos naturales y a presión humana y vehicular.
Es más, los bloques son antideslizantes y resistentes a la presión, ya que están hechos para soportar 60 toneladas de peso en aceras y 90 toneladas en carreteras.
Por estas razones y por su amplia variedad de diseños, así como sus propiedades favorables al medio ambiente y bajo costo, está asegurado su uso en Hong Kong.
Réplica en Holanda
Pero no sólo en Hong Kong fue reconocida la importancia de esta innovación. La ciudad de Hengelo, ubicada al este de Holanda, decidió probar en una de sus calles un nuevo tipo de pavimento desarrollado por investigadores de la Universidad de Twente, quienes se basaron en el desarrollo de sus pares de Hong Kong.
De acuerdo con esta universidad, las pruebas en laboratorio demostraron que los adoquines fabricados con este novedoso tipo de hormigón transforman las partículas de óxido de nitrógeno (NOx) en nitratos a través de la acción de la luz solar. Luego, éstos se limpiarían con la acción de la lluvia.
El aditivo de dióxido de titanio que se aplica en el hormigón también hace que los adoquines repelan la suciedad y se mantengan más limpios.
Así, la Municipalidad de Hengelo pavimentó con este nuevo adoquín de hormigón la mitad de una vía y en la otra mitad aplicó materiales convencionales, pues de esa manera podrían medir la calidad del aire en las dos partes y mostrar la eficiencia de los adoquines.
Esta experiencia también se emuló otros municipios de Holanda, los que destinaron un presupuesto especial para subsidiar el proyecto.
El secreto del hormigón
El dióxido de titanio (TiO2) es un compuesto que hace que la pasta dental sea blanca y las pinturas opacas. Asimismo, es un gran fotocatalizador que logra descomponer casi todos los compuestos orgánicos que entren en contacto con él, cuando están expuestos a la luz solar en presencia de vapor de agua.
De hecho, son varios los programas que buscan desarrollar un adoquín que aproveche las propiedades catalíticas del TiO2 para quitar o remover el óxido de nitrógeno presente en el aire, mediante su descomposición en una serie de sustancias más benignas para el ambiente. Estas, incluso, pueden lavarse y transportarse por los ductos de las aguas lluvia.
Tal es la importancia del tema “Air Pollution Mitigation” (Mitigación de la contaminación del aire), que formó parte del módulo Sustentabilidad y Ambiente de la Conferencia Internacional Pave en Buenos Aires, llevada a cabo en 2009.