Utilizan robots para construir una represa en Japón

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El continuo envejecimiento de la fuerza laboral y regulaciones más estrictas en cuanto a plazos de entrega de obras, llevaron a la constructora Obayashi a automatizar prácticamente todas las fases constructivas de una represa que se levanta en la prefectura de Mie. En este artículo, te entregamos algunos interesantes datos del proyecto.

Japón enfrenta una baja dramática en su fuerza laboral, especialmente en sector de la construcción. Esto, debido a que el país asiático continúa envejeciendo, con más del 35% de la población activa -y que pueda desempeñarse en el rubro- con una edad promedio sobre los 55 años, lo que ciertamente genera un problema para futuras obras de infraestructura, sean civiles o privadas.

En cierta medida, las autoridades niponas están haciendo frente a este problema al relajar sus estrictas políticas de inmigración, en particular, cuando se habla de trabajadores menos calificados. Sin embargo, esta solución se está aplicando de manera lenta, por lo que las empresas del sector buscan alternativas que permitan enfrentar este problema.

Eso es lo que hizo la constructora Obayashi -una de las más grandes del país asiático- al anunciar que la construcción de una nueva represa en la prefectura de Mie, en la costa sureste de la isla principal de Japón, se llevará a cabo casi en su totalidad por robots, según informó el portal Nikkei Asian Review.

Automatizando los procesos constructivos

El proyecto que Obayashi ya comenzó a ejecutar, consiste en una estructura de hormigón de 84 metros de alto y 334 metros de largo. Según estimaciones del principal mandante, se proyecta que la represa estará finalizada en marzo de 2023.

Foto: Las obras ya se están ejecutando. Crédito: Gentileza Obayashi

Construir una represa no es una labor sencilla. Se requieren habilidades y conocimientos específicos que se van desarrollando con la experiencia. Pese a esto, en la compañía Obayashi esperan que, con el uso de equipos automatizados, el proyecto pueda levantarse de manera rápida y eficiente.

“Al transferir los conocimientos técnicos de nuestros expertos a las máquinas, podemos analizar lo que antes era conocimiento implícito”, comentó Akira Naito, jefe de la Unidad Tecnológica del proyecto que lleva adelante Obayashi.

Para acelerar aún más el proceso constructivo, además de los equipos de construcción robotizados, Obayashi dispuso de una planta hormigonera en las cercanías del lugar de la obra. Así, se asegura el suministro continuo del material y con esto, se agilizan las obras.

“Robots constructores” supervisados por humanos

Para la construcción de esta represa, el hormigón se coloca en secciones de 15 metros cuadrados y para cumplir con la meta autoimpuesta por el mandante, cada fase presenta algún grado de automatización. Por ejemplo, las grúas que colocan el hormigón son controladas de forma remota por computadores, los que también monitorean el posicionamiento de las particiones y el progreso de la obra.

Foto: Represa Asakawa, construida por Obayashi. Crédito: Gentileza Obayashi

En el caso de las grúas, cometan desde el mandante, operarios humanos están en sus cabinas sólo por temas de seguridad. Toda la labor que realizan estas maquinarias la ejecutan , como se menciona antes, computadoras desde una oficina.

Obayashi también desarrolló maquinaria especial que puede nivelar el hormigón ya endurecido y colocado, para generar superficies sin relieves, lo que es primordial en una represa. Para ello, estas máquinas realizan cepillados cíclicos y la presión sobre la superficie es controlada de manera automática.

Además, la firma también desarrolló un robot que puede alzar los encofrados que dan forma a los muros de la represa, evitando que el material no fraguado se filtre y queden imperfecciones. Esta labor la realizaba un equipo de trabajadores calificados que operaban grandes maquinarias de forma coordinada para alzar los encofrados. La comunicación entre ellos se establecía por radio, lo que dificultaba el proceso. En esta obra, todo ese proceso lo hace un robot.

Así, en estas labores, el factor humano sale de la ecuación y son los robots los verdaderos constructores de esta gran obra de ingeniería civil.

¿Cómo afecta esto a la productividad en obra?

A pesar de las dificultades técnicas que puedan existir, a juicio de Obayashi este proyecto era el ideal para probar cómo funciona la automatización de los procesos constructivos. Como tipología, las represas se ejecutan lejos de centros urbanos, afectando nada a negocios o a la vida diaria de las personas que viven una ciudad.

Asimismo, para construir una represa, se necesitan grandes cantidades de hormigón para cada fase constructiva, las que se van colocando de manera constante y en un proceso repetitivo, lo que facilita la automatización de procesos por parte de la maquinaria robotizada que lleve a cabo el proyecto.

Foto: Represa Nyukawa, construida por Obayashi. Crédito: Gentileza Obayashi

Pese a estas soluciones, Obayashi comentó al portal Nikkei Asian Review que la productividad en obra “sólo” se incrementó en el orden de un 10%. Esto, aseguraron desde la firma, porque aún se necesitan operarios humanos que puedan corregir los errores que se presenten en la faena.

Asimismo, los planos de la firma con este proyecto es adquirir el conocimiento necesario para así, reducir gradualmente la presencia humana en proyectos de esta envergadura. “Eventualmente, podríamos reducir los tiempos de construcción en un 30%”, subrayó Akira Naito.

Esta es una alternativa que varias empresas de construcción en Japón ya están analizando, especialmente porque en 2024 entrará en vigencia una estricta regulación relacionada con el retraso en la entrega de la obra. Por ello, no extraña que pronto, las grandes obras de infraestructura civil o edificios de gran altura de Japón, se construyan por robots en vez de personas.

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