“Respyre”: Un hormigón bioreceptivo que permite la fabricación de fachadas verdes

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Una start-up neerlandesa desarrolló un nuevo tipo de hormigón bioreceptivo, diseñado específicamente para potenciar el crecimiento del moho y así, fabricar fachadas verdes únicas que aprovechan las características de este integrante del reino Fungi.

Como materialidad, el hormigón funciona perfecto a la hora de construir estructuras y edificaciones que cumplan con los requerimientos de resiliencia que necesitan las ciudades modernas, especialmente en el contexto de crisis climática que afecta al planeta y que requiere de infraestructura urbana que pueda mitigar sus efectos.

Pese a sus características, aún existen aspectos que son poco conocidos del hormigón. Uno de ellos es la posibilidad que tiene el material de generar techos o fachadas “verdes”. Esto significa que se pueden planificar y construir espacios con áreas verdes, principalmente en edificios. Este tipo de infraestructura regula la temperatura de los pisos de las edificaciones, al tiempo que absorben CO2 y otros contaminantes del ambiente, generando un impacto positivo para el entorno.

La gran desventaja que posee su implementación es que, “en el caso de los techos verdes, que son muy buenos para retener agua, debido a su ubicación en la cima de los edificios, difícilmente sus habitantes notan su efecto en la temperatura. Para las fachadas, los inconvenientes van de la mano con su mantención, ya que necesitan mucha agua y eso eleva su costo, además de estresar innecesariamente a la estructura”, dijo Auke Bleij, director general de Respyre, una start-up neerlandesa que desarrolló un nuevo tipo de hormigón capaz de optimizar estos elementos y permitir la construcción fachadas verdes a costo eficiente.

Moho y sus propiedades para fachadas verdes de calidad

“Si caminas por la ciudad, simplemente estarás rodeado de fachadas y superficies verticales”, comentó Bleij al sitio web Design Wanted. Por este motivo, la start-up comenzó el desarrollo de un nuevo tipo de hormigón para la construcción de fachadas verdes. “Para ello, utilizamos dos elementos muy confiables: moho y nuestro nuevo hormigón bioreceptivo”, explicó.

En entregas anteriores, ya se había mencionado a este nuevo tipo de material y las aplicaciones que éste podría tener. En ese sentido, Respyre explica en su sitio web que su “receta” para este hormigón, una vez endurecido, permitiría el crecimiento de moho, fundamental para el desarrollo de fachadas verdes.

Foto: Recipientes con el nuevo hormigón bioreceptivo desarrollado por Respyre

“El moho no posee raíces y obtiene sus nutrientes del aire. Esto significa que no crecerá dentro de su sustrato (y por lo mismo, no dañará el elemento que lo cubre) y purifica el aire. La ausencia de raíz también significa que no está anclado al suelo, por lo que el moho puede crecer en cualquier lugar, altura y orientación, sin la necesidad de contenedores que le entreguen nutrientes y agua a las raíces”, precisó Bleij.

Asimismo, el director de Respyre explicó que el moho es “extremadamente durable. Puede sobrevivir a las olas de calor extremo al entrar en una suerte de modo defensivo, en el que se vuelve a sí mismo, evitando que se seque su parte verde”. Estas razones llevaron a formular el hormigón bioreceptivo en base a las características del moho.

Un hormigón diseñado a partir de las características del moho

“En ese sentido, nuestro hormigón bioreceptivo está específicamente diseñado para brindarle al moho el mejor sustrato posible. Es resistente y permite reunir y capturar agua y nutrientes para que el moho sobreviva”, dijo Bleij.

Asimismo, por el diseño de la mezcla de este hormigón bioreceptivo, el director de Respyre explicó que puede presentarse en distintos tipos de productos, ya sea en aplicaciones tipo pasta, paneles u otro tipo de elementos prefabricados, precisó el CEO de Respyre.

“Nuestro hormigón bioreceptivo se genera con áridos reciclados y otros residuos, minimizando la contaminación que se genera durante su producción. Asimismo, durante su vida útil, las fachadas verdes fabricadas con este material tienen efectos positivos en la estructura misma ya que a través de la evotranspiración del agua retenida, el moho actúa como aislante térmico”, especificó la start-up en su sitio web.

Foto: Auke Bleij con un panel de hormigón bioreceptivo cubierto de moho.

Finalmente, Auke Bleij comentó que los primeros ensayos experimentales con este hormigón bioreceptivo mostraron alentadores resultados. “Lo primero fue realizar pequeñas muestras y analizarlas bajo ambientes controlados, las que se tornaron completamente verdes. Ahora, estamos analizando este hormigón bioreceptivo en elementos a gran escala, por lo que los desafíos son mayores”, puntualizó.  

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