Iniciativa pública-privada en Reino Unido busca reducir el CO2 en prefabricados de hormigón

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El proyecto “Descarbonizando a los prefabricados de hormigón” (DPC, en sus siglas en inglés) busca reducir las emisiones de carbono utilizando una metodología de análisis integral de todo el proceso, desde el diseño de la mezcla hasta el transporte de los elementos prefabricados. El primer piloto mostró resultados prometedores.

Los pasos que está dando el Reino Unido en materia de innovación en la construcción con hormigón son decidores. En 2021, una firma británica logró instalar con éxito la primera losa funcional de hormigón con grafeno, que se utilizó en la construcción de un gimnasio. Asimismo, la aprobación de hormigón impreso, también con aditivo de grafeno, para parte de las obras de la nueva línea del tren rápido que unirá al norte con el centro del Reino Unido, evidencian un ánimo de innovación en esta materia, impulsado por el mundo público y privado.

Siguiendo esa misma línea, la empresa británica Akerlof, en conjunto con Fortera, una empresa especialista en el desarrollo de materiales, y PCE, constructores de fachadas, además de otras 30 compañías, desarrollaron la iniciativa “Descarbonizando a los Prefabricados de Hormigón” (DPC, en sus siglas en inglés), con el objetivo de reducir la huella de CO2 de los elementos prefabricados.

La iniciativa, que involucra examinar toda decisión del método tradicional de construcción con prefabricados de hormigón a través de la óptica de las emisiones de carbono y desarrollar por completo un nuevo proceso de enfoque, se presentó en el mes de mayo de 2021 y cuenta con el apoyo de dos entidades estatales: Innovative UK y el Ministerio de Justicia del país europeo, con resultados alentadores.

Creando una estrategia integral para la descarbonización

Para llevar a cabo esta iniciativa, los involucrados primero redujeron las emisiones desde los datos de referencia que proporciona el ICE (Instituto de Ingenieros Civiles de Gran Bretaña) al conducir un ejercicio operacional de mapeado de la actividad, que finalmente generó medidas detalladas para cada involucrado en este proyecto.

Una vez realizado ese paso, el equipo a cargo de la iniciativa utilizó cálculos de evaluación comparativa para identificar cuánto es el carbono embebido dentro de una estructura y luego optó y optimizó diferentes soluciones para cada etapa: diseño (que incluyó análisis de la geometría, carga, resistencia y vida útil del elemento), mezcla de la producción e instalación. Esto, se realizó tomando en cuenta factores como la eficiencia de costos y las restricciones impuestas por los códigos de diseño locales.

Jonny Voon, líder de Fondo de Innovación Sustentable de Innovation UK, comentó que la “descarbonización de la producción de hormigón es fundamental para ayudar al gobierno británico a alcanzar la meta de Carbono Cero, reduciendo las emisiones a un 78% para el año 2035”.

En ese sentido, el equipo a cargo del proyecto agregó que “si bien abordar la composición del hormigón para disminuir tanto las emisiones como la huella de CO2 embebida es crucial, el camino hacia la emisión cero se basa en una visión más completa del proceso: con diseño inteligente que minimice el uso de material sin afectar a la integridad estructural, como también en el entendimiento de las emisiones que provienen tanto del transporte como de la instalación de los prefabricados de hormigón”.

Resultados del primer piloto ejecutado con esta iniciativa

Un primer ensayo de esta iniciativa se realizó en el mes de agosto de 2021 y constó de tres etapas: una primera dedicada a la optimización del diseño, cuyo objetivo fue disminuir el material utilizado en la producción del hormigón.

La segunda fase del ensayo se enfocó en el desarrollo y ensayo de los materiales, en la que se utilizaron nuevas tecnologías de sustitución de cemento y Clinker, además de aditivos, para desarrollar un hormigón de baja huella de CO2. Finalmente, la última etapa del ensayo observó los procesos de producción y logística involucrados en la producción de hormigón, para hallar maneras de reducir aún más las emisiones de carbono.

Siguiendo esta planificación, el piloto que se ejecutó bajo estos parámetros, consiguiendo la producción de un hormigón con una mezcla que optimizó su diseño estructural y cuyas especificaciones técnicas lo hacen especial para construcción fuera del sitio de obra. Este hormigón entregó una reducción de un 40% de las emisiones de carbono embebidas en los elementos prefabricados, en comparación con la base de datos del ICE.

“Los positivos resultados que arrojó el piloto -enfatizó Mike Nelson, director comercial de Bison Precast, una de las firmas participantes- pueden replicarse en todos los sectores de la construcción que utilicen prefabricados de hormigón”.

En esa línea, Gareth Jones, jefe del grupo de trabajo de Métodos Modernos de Construcción y Servicios Técnicos del Ministerio de Justicia británico, agregó que “este estudio demostró cómo la colaboración a través de toda la cadena de suministros puede reunir a expertos en la materia para desarrollar soluciones innovadoras para la descarbonización”.

Pueden revisar más sobre esta iniciativa, AQUÍ

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