Hormigón Arrugado: Hormigón especial para el mundo de la cultura

Compártenos en Redes Sociales:

Facebook
Twitter
LinkedIn

Contenido Relacionado con la noticia

Para solucionar los desafíos acústicos que planteó la expansión del centro cultural John F. Kennedy, en la ciudad de Washington (EE.UU.), la firma de arquitectos a cargo del proyecto no quiso aplicar soluciones externas al proceso constructivo y concibió una nueva forma de hormigón –el material principal del edificio– para entregar un atractivo arquitectónico y al mismo tiempo, una solución a los inconvenientes. Así nació el “hormigón arrugado” y en este artículo, te contamos más de su proceso.

Uno de los problemas que se presentan en la construcción de los grandes centros culturales, tienen relación con el sonido. En efecto, cuando existen grandes salas de presentación junto a las de ensayo, de exposiciones, todas en un mismo edificio, conseguir que esos espacios estén aislados acústicamente entre sí, requiere de soluciones que si bien son conocidas, se implementan de forma anexa al proceso constructivo.

En septiembre de 2019, se inauguró la esperada expansión del Centro Cultural John F. Kennedy -conocida como The Reach- en la ciudad de Washington, en Estados Unidos. Para la inauguración, se realizó un festival que contó con la presencia de artistas como Kronos Quartet, The Chuck Brown Band, Trombone Shorty, entre otros. Sin embargo, uno de los elementos que llamó la atención, además de los músicos presentes, fueron los muros de hormigón del edificio.

Y es que se trata de elementos estructurales “arrugados”, lo que prueba la versatilidad del hormigón a la hora de ejecutar aplicaciones que colaboren con el diseño arquitectónico de un proyecto. Sin embargo, el que el hormigón tenga esta textura, también obedece a una aplicación práctica: funciona como disipador de sonido. Por lo mismo, ya se habla de un “hormigón arrugado” que es perfectamente funcional, cuando pensamos en obras de similares características.

“Hormigón arrugado”: una solución práctica para disfrutar de la cultura

Aplicar este tipo de materialidad a la expansión del Centro Cultural John F. Kennedy fue una decisión meditada largamente por la oficina a cargo de la obra. En entrevista con Bloomberg, Garrick Ambrose, asociado senior de Steve Holl Architects, comentó que, si bien el hormigón era el elemento central de toda la restauración, tenían que solucionar el problema acústico generado por muros paralelos en una misma sala.

“Cuando tienes dos muros de hormigón paralelos –explicó Ambrose al medio– como los que están en las salas de ensayo y en el Justice Forum (un teatro interior pequeño), se genera una acústica horrible. Tienes lo que se denomina “eco agitado”, que es cuando tienes a dos ondas sonoras  balanceándose al mismo tiempo entre estas superficies paralelas. Teníamos que quebrar eso y para hacerlo, tuvimos que crear una superficie con textura que difuminara y rompiera ese efecto. Ahí, llegamos con el hormigón arrugado”.

Foto: Teatro interior del Centro Cultural John F. Kennedy

Según detalló el arquitecto, la fabricación de este tipo de hormigón no difiere de cómo se elabora un hormigón tradicional, excepto en un punto: para conseguir que el hormigón quedase con la forma deseada, los encargados del proyecto tomaron unas láminas muy delgadas de aluminio de 3 metros de largo por 1,2 metros de ancho, las que arrugaron a mano y luego rociaron con espuma aislante, para congelarlo.

Luego de eso, los enviaron a una empresa para que fabricara moldes de goma, los que posteriormente se colocaron en el moldaje del hormigón. “Se hicieron 50 moldes de goma, los que se colocaron en un moldaje tradicional y se vertió el hormigón sobre estos. Después, los sacamos y así logramos tener los paneles de “hormigón arrugado” para los muros interiores del edificio”, dijo Ambrose.

Distintos tipos, todos probados

Para conseguir el rendimiento acústico deseado, la firma de arquitectos trabajó con el ingeniero acústico David Harvey. Junto al profesional, llegaron a la conclusión que, primero, se necesitaba crear una textura de poco más de 7 centímetros de profundidad en la superficie del elemento de hormigón para que pudiera mitigar el eco. Para ello, el patrón de esta textura tenía que ser lo más aleatorio posible, lo que se logró con el aluminio. “Quedamos asombrados, nos dio el patrón que necesitábamos y además, nos dio los requerimientos técnicos que queríamos”, comentó el arquitecto a Bloomberg.

Foto: Moldes de aluminio para generar el efecto “arrugado” del hormigón

Para este proyecto, la firma de arquitectos desarrolló dos tipos de “hormigón arrugado”: Uno que es blanco –el que consiguieron mediante la mixtura de cemento blanco, pigmentos y un agregado de óxido de titanio para resaltar el brillo del hormigón– y el otro fue dejado a la vista, como los hormigones arquitectónicos tradicionales.

Foto: Elementos de prueba del “hormigón arrugado”

Se trata de una interesante innovación que muestra cómo el hormigón, con innovadores tratamientos, se transforman en una solución eficaz para, en este caso, grandes centros dedicados al quehacer cultural de las ciudades, que forma parte del diseño y proceso constructivos de estos espacios.

Revisa el “time lapse” del proceso constructivo de The Reach

Noticias Relacionadas