Según un paper publicado por una universidad del gigante asiático, investigadores plantearon la posibilidad de edificar una represa de 180 metros de alto utilizando la tecnología de hormigón impreso 3D y un sistema de Inteligencia Artificial para llevar a cabo la obra. Según los autores del documento, el proyecto estaría listo en dos años.
Sin dudas, la construcción con hormigón impreso 3D continúa su evolución y ya es posible vislumbrar proyectos que, en los inicios más experimentales de esta tecnología, parecían muy lejanos, casi imposibles de realizarse. En la actualidad, sin embargo, ya se habla de la construcción de vecindarios completos utilizando esta tecnología, como también, ampliar la capacidad de los robots impresores para iniciar pruebas en edificaciones de mediana altura.
En ese sentido, ya existen algunos hitos al respecto, como la construcción de un edificio de dos pisos y 640 metros cuadrados en Dubai, transformándolo en la estructura más grande del mundo fabricada con esta tecnología.
Pese a ese importante logro, el reciente anuncio realizado por ingenieros chinos podría dejar ese récord muy atrás: planean construir una represa de 180 metros de alto utilizando hormigón impreso 3D, entre otras tecnologías, en un plazo de dos años.
Plantear un uso masivo de la impresión de hormigón 3D
La idea de realizar este proyecto apareció, de acuerdo al medio digital South China Morning Post, en un paper publicado el pasado mes de abril en el Journal of Tsinghua University (Science and Technology), en la que se plantea la utilización de hormigón impreso 3D y robots inteligentes para un “rápido y eficiente proceso constructivo de proyectos de gran envergadura”, dice el abstract del paper.
En el documento, los ingenieros a cargo del estudio plantearon la posibilidad de construir esta masiva represa -la planta Yangu- en la meseta tibetana, utilizando la impresión de hormigón 3D, además de utilizar un sistema completamente automatizado para llevar a cabo la obra, sin presencia humana en la construcción de la represa.
Una vez completada la obra, la represa aportaría anualmente alrededor de 5 billones de kilowatt/hora de electricidad a la provincia de Henan, explicaron los autores del documento.
Automatizando todo el proceso constructivo
Según Liu Tianyun -el autor principal del paper- todo el proceso constructivo, exceptuando la excavación en roca, se realizaría a través de robots controlados por un sistema de Inteligencia Artificial central, el que distribuiría las distintas labores, tanto en materia de impresión de la represa como de la entrega misma de los materiales para llevar a cabo la obra.
En el paper, se detalla que bajo este método la maquinaría se llevaría al lugar exacto donde se utilizará y que “bulldozers automatizados, pavimentadoras y rodillos compactadores darán forma a la represa, capa por capa”. Sensores en los rodillos mantendrían informado al sistema de Inteligencia Artificial sobre la firmeza y estabilidad de cada una de las capas impresas hasta alcanzar la altura de 180 metros.
Al utilizar esta metodología, aseguró Tianyun en el paper, se deja fuera cualquier externalidad causada por error humano, al mismo tiempo que se incrementan de manera ostensible aspectos como la seguridad y la productividad. En efecto, en este último punto, se asegura que la estructura estaría completa en dos años, si se iniciara hoy.
Según el reporte de South China Morning Post, los autores del paper destacaron que, de ejecutarse este ambicioso proyecto, marcaría un antes y un después en la construcción con hormigón impreso 3D.