Si bien el hormigón con áridos reciclados de neumáticos se está desarrollando desde fines de la década del 90, hasta la fecha las investigaciones con este material daban resultados poco decidores, hasta que en 2018, dos universidades de Australia realizaron ensayos in-situ con este material y, luego de dos años de mediciones, pudieron establecer parámetros fiables para su utilización en, al menos, el sector residencial.
El uso de neumáticos reciclados y reconvertidos en árido para hormigón – denominado CRC, en sus siglas en inglés- no es nuevo. Ya a finales de la década del 90, se realizaron los primeros ensayos con este innovador tipo de material, utilizándolo en hormigón colocado in-situ.
Desde esa fecha, numerosas investigaciones se llevaron a cabo para determinar, entre otras materias, las propiedades de este nuevo tipo de hormigón y así determinar sus cuáles serían sus usos más recomendados. Así, se pudo comprobar, por ejemplo, que el hormigón con árido reciclado de neumático posee mayor resistencia a la tensión, haciéndolo más flexible que un hormigón tradicional.
Por el contrario, estas investigaciones también arrojaron que este tipo de material posee menor resistencia a la compresión, además de una baja trabajabilidad debido a una limitada cohesión de los granos de neumático reciclado. Por lo tanto, sus aplicaciones se centraron particularmente en losas o cimientos, elementos que no requieren tanta resistencia a la compresión.
Pese a estas limitantes, al menos desde el año 2016 que en Australia se están realizando estudios para mejorar estas desventajas que posee el hormigón CRC, las que se refieren a modificaciones tanto en la granulometría como cantidad de reemplazo del árido reciclado de neumáticos para mejorar las propiedades estructurales del hormigón. Ahora, continuando con los ensayos a losas fabricadas con este material, la University of South Australia, en conjunto con el RMIT University, acaban de revelar los resultados de esos experimentos, con prometedores resultados.
Mediciones a largo plazo para probar al hormigón CRC
En 2018, investigadores de la University of South Australia y del RMIT University realizaron una serie de experimentos que buscaban probar al árido reciclado de neumático para incrementar su trabajabilidad y resistencia, incidiendo directamente en el hormigón producido con este agregado. Estos se enfocaron en, primero, tratamientos previos al árido reciclado de neumático y porcentajes de reemplazo entre este producto y el árido natural.
Luego de 4 años de investigación, la profesora Julie Mills, actual decana ejecutiva de la universidad australiana y líder del proyecto, aseguró que los resultados demuestran, de manera empírica y en ambiente real, el potencial del uso del hormigón CRC.
Los investigadores fabricaron dos losas residenciales en uno de los campus de la University of South Australia: una con hormigón tradicional y otra con hormigón CRC, las que fueron se ensayaron por más de dos años. Hasta el día de hoy, dicen los académicos, la losa fabricada con hormigón CRC continúa con su buen desempeño.
“El estudio investigó el diseño y proceso de varias mezclas de hormigón CRC para uso en en construcciones residenciales, evaluando su constructabilidad, resistencia de enlace, durabilidad y resistencia flexural”, explicó Osama Youssf, PhD en Ingeniería Estructural de la casa de estudios australiana y co-autor de la investigación.
Reutilizar neumáticos para construcciones residenciales
De acuerdo a datos oficiales, cerca de 1,5 billones de neumáticos se desechan anualmente en el mundo y menos del 1% se reutilizan. El resto, va a parar a rellenos sanitarios. Al reciclar neumáticos en desuso para el hormigón, se pueden conservar recursos naturales como los áridos, que son escasos, y resolver en parte el problema de los rellenos.
Con respecto a la cantidad de árido reciclado de neumático a utilizar en el hormigón, el Dr. Yousff explicó que “el hormigón CRC armado (con hasta un 20% de reemplazo del árido natural por volumen) es superior al hormigón tradicional en algunos puntos, como la resistencia al impacto, dureza y ductilidad, además de una ratio de amortiguación mayor, una mejor aislación térmica y acústica y menor peso”.
Además, el académico aseguró que no hubo problemas en cuanto a la dosificación, entrega o mezcla de este tipo de hormigón y que, incluso, fue más fácil remover restos del material de los camiones mixer.
“Este es un desarrollo muy prometedor para la industria de la construcción. Los resultados muestran claramente que el hormigón CRC es una alternativa viable al hormigón tradicional, en el contexto del uso residencial”, subrayó Yan Zhuge, profesora de Ingeniería Estructural de la University of South Australia y co-autora del estudio.