Hormigón a la vista

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El hormigón es uno de los materiales de construcción más utilizados en el mundo. Es, por su durabilidad, flexibilidad y facilidad de mantenimiento, uno de los favoritos para las obras gruesas. No obstante, con el tiempo ha ido ganando más relevancia gracias a su estampa minimalista y elegante, situándolo ya no como material únicamente estructural, sino que también como un elemento de diseño y decorativo utilizado en revestimientos, pisos y otras aplicaciones. Tres expertos conversan con Hormigón al Día sobre este versátil material.

“El hormigón como material y método constructivo es una solución perfecta para el contexto de nuestro pais. Actualmente ha comenzado a ganar cada vez más terreno en la arquitectura, y no estamos hablando de un fenómeno actual, sino que tiene una raíz en la arquitectura moderna, con Brasil como gran exponente de esta expresión en Latinoamérica”, señala Guillermo Jiménez, arquitecto y socio de Empresas Jiménez, agregando que

“podríamos decir que es una de las mayores tendencias del siglo XX que, con los avances en tecnologías constructivas y de encofrados, permite hoy a los arquitectos un abanico enorme de posibilidades”.

El hormigón “exhibe una estética viva y única, con matices de luces y sombras. El hormigón cuenta una historia, muestra el método, el cariño con el que se trabajó. Sus defectos son, a veces, parte de su propia expresión. Tiene un carácter artesanal que hoy en día es muy valorado”, complementa Jiménez.
Clásicos de la arquitectura

En Chile se han construido grandes obras que exhiben el hormigón y que se han convertido en clásicos de la ciudad: “Sólo en Santiago hay grandes ejemplos en edificios como el de CEPAL, la Torre Entel, el Estadio Nacional y la Villa Portales, por nombrar algunos”, señala Max Cifuentes, arquitecto y product manager de Melón Hormigones. Jiménez concuerda con que el edificio de CEPAL, emplazado en Av. Dag Hammarskjöld, en Vitacura, es una de las construcciones con hormigón a la vista más reconocidas. La construcción, diseñada por el arquitecto Emilio Duhart, junto a Christian de Groote, Roberto Goycoolea y Oscar Santelices, cuenta con una amplia estructura de hormigón armado sostenida por 28 pilares, con volúmenes que dialogan con el entorno, el río Mapocho y hoy – varias décadas después de su construcción – el Parque Bicentenario.

En 1966, junto con la inauguración del edificio de la CEPAL, se inauguró – en el otro extremo de la capital, en Quinta Normal – la Villa Portales, un conjunto de viviendas sociales que recibió a más de 11 mil personas en sus 1.860 departamentos que se convirtió en referente internacional por su diseño vanguardista, el hormigón a la vista y su largo pasillo interior de 100 metros, obra encargada a la oficina de arquitectos Bresciani, Valdés, Castillo y Huidobro.

El restaurador de hormigones Nicolás Aranguiz, agrega a esta lista al edificio del Parque Cultural de Valparaíso – ex cárcel – y el Teatro Regional del Bio bío y el Centro de Innovación de la Universidad Católica, ubicado en el Campus San Joaquín.

Múltiples usos

Los avances tecnológicos han permitido sacar el máximo provecho al hormigón, y actualmente se puede ver en las más diversas construcciones. Una de ellas son los prefabricados, que entregan una gran variedad de posibilidades para todo tipo de proyectos. El mercado chileno no se ha quedado atrás, y hoy es posible encontrar prefabricados de hormigón para construcciones viales, obras hidráulicas, urbanización, minería, entre otros. Las firmas dedicadas al hormigón han diferenciado su trabajo gracias a las infinitivas posibilidades del hormigón, ofreciendo la posibilidad de generar proyectos innovadores y únicos según las necesidades del cliente. Es así como es posible ver proyectos ejecutados con hormigón prefabricado, losas, escaleras, muros cortafuego, entre otras alternativas. La durabilidad, la versatilidad, el menor costo de mantención, son algunas de las características que pueden verse desplegadas en aplicaciones como el prefabricado.

“Es interesante también su uso en obras viales o bordes costeros donde el hormigón en su expresión natural pasa a ser un producto acabado y decorativo que entrega valor tangible a los contextos urbanos”, señala Jiménez, y agrega que “actualmente hay sistemas incluso que permiten dar ciertas formas o texturas especiales al acabado, moldeando directamente el hormigón en fresco o recién colado. Como si fuese una piedra líquida que se acomoda a un molde predefinido para lograr una tectónica o morfología particular”.
Aranguiz, comenta que “las losas y cielos son una aplicación muy interesante y es, desde mi experiencia, donde menos se cometen errores. La versatilidad del hormigón tiene ventajas estructurales que se demuestran muy bien en la edificación de viviendas y edificios, pero también en obras de arte como esculturas, puentes, carreteras, estanques, muros de contención y diques, entre otros”.


Buenas prácticas

Si bien el sector coincide que es un excelente material para construir y que, en este caso, se transforma en “la piel” del proyecto, los expertos son claros en señalar cuáles son los principales errores que se cometen cuando se ejecutan obras con hormigón a la vista. Max Cifuentes explica que “por lo general se piensa que las estructuras de hormigón a la vista son las mismas que las estructuras pensadas para llevar revestimientos, y ese es el error de fondo. Una estructura de hormigón a la vista requiere, por ejemplo, considerar enfierradura extra para contrarrestar efectos como la retracción hidráulica o restringir la relación agua cemento de la mezcla para aumentar la impermeabilidad de los hormigones o subir el espesor de recubrimiento de las armaduras”. Es decir, desde el proyecto deben considerarse algunas condiciones que permiten lograr los resultados esperados.

“Un hormigón visto no tiene necesariamente que justificar los defectos en su ejecución como tampoco un hormigón arquitectónico tiene que pretender ser perfecto”, complementa Guillermo Jiménez.

Sobre las recomendaciones de los expertos para generar buenas obras con hormigón a la vista, el arquitecto de Melón Hormigones señala que “el desarrollo de un hormigón a la visa de alta calidad, depende del trabajo conjunto del mandante, arquitecto, calculista, constructor y proveedores expertos, de manera de aportar desde el proyecto las mejores condiciones, para que la ejecución se desarrolle con todos los materiales y cuidados necesarios”. Jiménez agrega que otros aspectos a considerar son la “mano de obra capacitada, un buen sistema de encofrados y una dirección dedicada y detallista de cada proceso. A veces falta entender que un hormigón visto implica traer a fase de obra gruesa un producto terminado. Eso implica un buen cuidado del hormigón por parte de la obra, a lo largo del proceso de construcción para no dañar los elementos”.

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