Si bien las cifras se ven poco alentadoras, el personero de PMG destacó que si bien los índices de productividad en el sector de la construcción son bajos, existe un amplio campo para mejorar estas cifras, especialmente, cuando se aplican elementos industrializados a las faenas. “Lo más importante es adecuar los procesos y personas que permitan aprovechar estas soluciones”, aseguró.
Al realizar el desglose por sector de los índices de productividad, el sector de la construcción evidencia un avance lento –o nulo– en comparación con otros sectores productivos. No obstante este análisis, compartido por diversos actores, existe también un consenso en que la industrialización de los procesos es un factor necesario para elevar esos números.
En ese aspecto, cuando se decide a industrializar procesos, las constructoras se ven enfrentadas a dos alternativas: o fabricar partidas de elementos fuera de la obra o utilizar elementos tecnológicos dentro de la misma faena, que permitan elevar la productividad de la obra. Junto con esto, aparecen una serie de elementos positivos que repercuten en este factor, como la nula accidentabilidad en obra, entre otros factores.
Precisamente, las dinámicas y estrategias a nivel gerencial sobre el sistema de industrialización a adoptar en una obra, fue lo que abordó Rodrigo Briceño, socio y director ejecutivo de PMG Chile, en su presentación en el seminario de industrialización en sitio realizado el pasado mes de junio por el Instituto del Cemento y del Hormigón de Chile (ICH) en la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y en el que distintas constructoras mostraron sus experiencias al adoptar el moldaje monolítico manuportable como metodología constructiva en sus proyectos habitacionales.
Al respecto, Rodrigo Briceño comentó a Hormigón al Día que la realización de instancias como el seminario organizado por ICH, son actividades esenciales para “resumir casos de éxito en torno a estos temas –productividad e industrialización– los que nos parecen claves para la mejora, precisamente, de la productividad de la construcción en Chile”.
En ese sentido, ¿la industria va en la dirección correcta respecto a la adopción de sistemas de industrialización en sitio?
-Hoy, hay buenas noticias respecto a que existen iniciativas e inversiones en el mundo de la industrialización en Chile y además existe conciencia en el sector construcción de que este tipo de soluciones tiene ventajas para las obras.
“Sin embargo –puntualizó– como PMG creemos que lo más importante es adecuar los procesos y personas que permitan aprovechar estas soluciones para que se traduzcan en beneficios concretos”.
Dentro de esos beneficios, Briceño destacó en su presentación que la construcción industrializada se realiza en menor tiempo que las obras bajo métodos tradicionales. Asimismo, subrayó que existen mejoras en los controles de calidad y trazabilidad, se producen ahorros en los costos de construcción como consecuencia del menor tiempo de obra, se bajan las tasas de accidentabilidad y se minimizan los residuos, impactando positivamente en la sustentabilidad de la faena.
En esta misma línea, el director ejecutivo de PMG aseguró en su presentación que la industria nacional tiene un amplio marco de mejora en lo que se refiere a productividad, especialmente en áreas como la gestión y control de variables, y en lo que respecta a estandarización e industrialización de componentes.