Ricardo Carvajal, jefe técnico de la DITEC del MINVU: “El hormigón es y sigue siendo un elemento importante”

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Hace poco más de dos meses se anunció el Plan de Emergencia Habitacional, el que busca la construcción de 260.000 viviendas durante los próximos cuatro años. Para ello, la construcción industrializada es clave y el hormigón, un material necesario para este fin. Por lo mismo, conversamos con el jefe técnico de la DITEC sobre los alcances que tiene la construcción con hormigón y cómo se establecen incentivos para sumar a más actores a esta propuesta.

El pasado 3 de julio, el presidente Gabriel Boric, junto al ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, y la subsecretaria de la cartera, Tatiana Rojas, presentó el Plan de Emergencia Habitacional, estrategia que busca entregar 260 mil viviendas durante el periodo de gobierno, con una serie de elementos clave para conseguir ese objetivo.

En el acto de lanzamiento, el ministro Montes comentó que “este Plan busca ser un camino para fortalecer distintos instrumentos, el derecho a la vivienda digna con opciones claras, como el enfoque de género, la descentralización, la participación, la planificación y la asociación público privada”. Por su parte, la subsecretaria destacó en la ocasión que “el Plan de Emergencia Habitacional ha sido un trabajo que hemos desarrollado organizada y colaborativamente con los equipos ministeriales y especialmente también un trabajo mancomunado con las regiones”.

¿Cómo se traduce la ejecución de este plan, en términos operativos? “Significa, en la práctica, duplicar la producción de viviendas que tenemos nosotros en el ministerio habitualmente”, explicó a Hormigón al Día Ricardo Carvajal, actual jefe de la División Técnica de Estudios y Fomento Habitacional (DITEC) del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU).

En la foto, Ricardo Carvajal, jefe técnico de la DITEC del Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Crédito: Gentileza MINVU

El profesional agregó que “nosotros, parte de lo que empezamos a ver, es que primero, si seguimos haciendo las cosas como las estábamos haciendo antes, no lo vamos a lograr porque el ritmo con el que las estábamos haciendo no llegaba a la mitad de la producción que necesitamos. Eso ha llevado a que nos impongamos como desafío, primero, tratar de acortar plazos en dos frentes: primero, en lo que son los trámites y, obviamente, lo que es también construcción”.

Actualización de normativas para procesos más expeditos

Con el objetivo ya claro y los diagnósticos hechos, lo siguiente corresponde a definir una estrategia constructiva que vaya acorde a lo que se plantea en el Plan de Emergencia Habitacional. “En el tema de construcción -subrayó Carvajal- nosotros creemos firmemente que la construcción industrializada es el camino a seguir para apoyar la mayor velocidad que necesitamos de construcción de viviendas”.

Aquí, aparecen varias dudas porque en la construcción con hormigón, existen distintos métodos de industrialización que van desde el prefabricado hasta la industrialización in situ, vía moldajes monolíticos. ¿Cuál es la definición que tienen ustedes, en ese aspecto?
-Nosotros concebimos la industrialización en el proceso completo, desde que se diseña y se concibe el proyecto para que sea industrializado, sacándole el mayor partido a las máquinas con las que se hacen las piezas, pasando por la logística y el producto final.

Si bien desde hace algún tiempo que se viene hablando sobre cómo industrializar, en especial, la construcción de viviendas, Ricardo Carvajal reconoce que, debido a diversos factores, tanto internos como externos, no se ha logrado destacar “en toda su plenitud la industrialización y mostrar los beneficios que tiene”.

“Nosotros estamos muy interesados en fomentar la industrialización y para eso, también estamos actualizando nuestra normativa, ya que está ajustada para la construcción tradicional”, agregó.

En ese aspecto, que es relevante para nuestro sector, ¿qué medidas se tomaron?
-Una de las primeras medidas que hicimos fue ajustar el Protocolo de Inspección. El Protocolo de Inspección, antes decía que uno tenía que revisar todas las partes en obra, entonces, llegábamos al ridículo de que llegaba una pieza industrializada a la obra y el inspector pedía desarmarla para ver si, efectivamente, era lo que decía. Entonces, nos vimos en la obligación de actualizar eso y ahora, el Protocolo permite que el inspector vaya a inspeccionar la pieza antes a la fábrica, no tener que hacerlo en la obra, para aprovechar también parte de este elemento.

Junto con esto, el jefe de la DITEC explicó que, en orden a incentivar la industrialización, también se busca avanzar en un registro de vivienda tipo industrializada. Este registro, que corresponde al llamado a concurso realizado por el MINVU para viviendas industrializadas en las comunas de Lo Espejo y Renca, explicó Carvajal, podría ejecutarse en otras zonas del país.

Foto: Visita de proyecto de vivienda industrializada fabricada en hormigón. Crédito: Gentileza MINVU

“El proyecto ganador, que va a ser tanto en arriendo como en propiedad, al adjudicarse el proyecto, queda inscrito como vivienda tipo vivienda industrializada en el Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Eso qué significa en la práctica: la empresa que presentó ese proyecto ganador puede ocuparlo en otras regiones, haciendo los ajustes técnicos y, por ejemplo, también en los cálculos de las fundaciones y todos los otros elementos, y el SERVIU ya lo da por aprobado el proyecto, ya no lo tiene que revisar de nuevo y esos son varios meses que se ahorran”, puntualizó.

El rol de la construcción con hormigón dentro del Plan de Emergencia Habitacional

Si bien las definiciones en materia de industrialización, así como los instrumentos para potenciar la construcción de viviendas industrializadas, están ejecutándose, para Ricardo Carvajal, un aspecto fundamental tiene que ver con las materialidades y, en ese sentido, el rol que jugará el hormigón en aportar para la realización del Plan de Emergencia Habitacional que impulsa el actual gobierno.

Antes, el jefe de la DITEC del Ministerio de Vivienda y Urbanismo puntualizó que “el sistema industrializado es, básicamente, la misma construcción, pero cambia cómo se construye. Entonces, mucha gente cree que hay que hacer un llamado especial para hacer construcción industrializada y eso no es así. Nosotros vamos a hacer llamados especiales para industrialización, para fomentar, pero los llamados regulares actualmente funcionan con sistemas industrializados”.

Asimismo, Carvajal aclaró que la construcción industrializada no es patrimonio de un material en específico. “Mucha gente la asocia a la madera, pero la construcción industrializada es de todos los materiales que puedan ser”, subrayó. Entre estos, el hormigón.

Dentro de lo que plantea el Plan de Emergencia Habitacional, ¿cuál es el rol que le queda al mundo de la construcción con hormigón?
-El hormigón es y sigue siendo un elemento importante. Ya es tradición dentro de la construcción, en la que estamos llegando a edificios con alturas de 4, 5 pisos, el hacerlos con hormigón porque es la forma más rápida, más probada y también, la que más se utiliza en la actualidad. Eso ratifica la validez e importancia del material dentro del Plan.

En efecto, el jefe de la DICTEC destacó dos proyectos en los que se utilizó hormigón bajo la definición de construcción industrializada que busca el MINVU: uno en Atacama y otro en Rancagua. “En este último, el sistema industrializado se hizo con Baumax, se entregó y ahí, por ejemplo, lo que nos contó la empresa es que la faena de obra gruesa, que generalmente demora unos 12 meses, se logró terminar en cuatro y ese dato nos pareció muy interesante”. En el caso del conjunto en Atacama, Carvajal destacó que “son 100 unidades y también nos pareció muy interesante porque están llegando a precio”.

Foto: Ricardo Carvajal (a la derecha), durante su visita a la planta de Baumax. Crédito: Gentileza MINVU

“Sin embargo -agregó- un tema que nos preocupa mucho es el alza en el costo de los materiales en la construcción, especialmente en el hormigón. Si bien el material se produce acá en Chile, tiene varios elementos que se importan y vemos cómo eso afecta el valor del hormigón premezclado y otros que ocupamos en obra, provocando que, al final, los proyectos sean más caros, generando menos unidades con los mismos recursos”.

Esta situación, dijo el jefe de la DITEC, afecta en la promoción de un sistema de construcción industrializada, en especial porque el encarecimiento de los materiales repercute en el costo de los proyectos y “se supone que, con la industrialización, optimizamos los recursos del material para tener un mejor desempeño”, subrayó.

Hasta el momento, sólo una empresa vinculada al mundo de la construcción con hormigón, Baumax, se encuentra participando en el Plan de Emergencia Habitacional. ¿Cree usted que existe desconocimiento, desde otros actores del hormigón, respecto al Plan y sus requerimientos?
-Ahí me interesa señalar, que también lo he dicho en otras partes, que la construcción industrializada, si bien tenemos un proveedor que es Baumax y existen otros que nosotros estamos visitando para poder certificar que consideramos como sistema de construcción no tradicional para construcción de viviendas sociales, nos interesa que se sumen más. No es sólo una empresa con la que se está trabajando en el plan de emergencia habitacional, quiero dejar eso claro, tenemos firmado un convenio con Baumax, al igual que con otras industrializadoras para desarrollar viviendas tipos. Pero todas las empresas están invitadas a participar de este desafío.

“Porque hay un tema que debe estar claro: para la construcción de vivienda social, el sistema de construcción tiene que ser tradicional. Si es no tradicional, tienen que presentar los ensayos y todo para que nosotros podamos autorizar que se ocupe con viviendas sociales”, agregó.

La autoridad explicó que, en el caso de viviendas no sociales, se necesitaría una revisión de cálculo estructural para resolverlo, pero que, en el caso de viviendas sociales, “nos interesa mucho que las otras empresas que también están haciendo esta prefabricación de piezas de hormigón y quieran participar en los llamados que hacemos nosotros, como ministerio, para construcción de vivienda social, presenten sus sistemas para nosotros revisarlos y certificar de que son sistemas constructivos no tradicionales”.

¿La DITEC ha visitado otras experiencias con hormigón además de Baumax que cumplan con los requisitos establecidos en el Plan de Emergencia Habitacional?
-Nos han llamado de otras empresas, también de hormigón, que nos han presentado sistemas y nosotros estamos agendando visitas para las plantas, esto todo enmarcado en el proceso del Plan de Emergencia Habitacional y las 260 mil viviendas que se van a construir con subsidio habitacional.

La visita es una parte fundamental del protocolo que a DITEC del MINVU trabaja para la certificación de un sistema de construcción industrializada. “Generalmente las empresas, cuando piden reunión y nos muestran los sistemas, nosotros lo primero que decimos es ‘perfecto, agendemos una visita a la planta para nosotros poder visitar cómo son las condiciones en las que se fabrican estas piezas’ para finalmente, asegurarnos de la calidad de la solución que tenemos, porque lo peor que nos puede pasar es que empecemos a hacer producción de vivienda industrializada y la gente empiece a asociar al sistema de industrialización con este sistema y después, falle”, subrayó Ricardo Carvajal.

Foto: Ricardo Carvajal (a la izquierda), durante la visita a la planta de Baumax. Crédito: Gentileza MINVU

Incentivando a más actores del mundo del hormigón

Construir 260.000 viviendas en el periodo de cuatro años es una meta ambiciosa y el jefe de la DITEC lo sabe. “Un estimativo que tenemos, de acuerdo a las plantas que llevamos visitadas y al nivel de producción que tienen, es que llegamos a las 7 mil unidades por año, sólo con producción industrializada. Y ese, es el estimado conservador”, explicó.

Con esos números, puntualizó, se hace complejo alcanzar la meta fijada por la actual administración sólo con sistema industrializado, incluso duplicando la cantidad de unidades. “Creemos que estamos iniciando un camino para, en el fondo, apuntar a la industrialización de la construcción y ojalá que tengamos también mano de obra que avance con eso y, principalmente, lo que nos preocupa harto es que esta industrialización genera menos residuos y tiene un control de calidad mayor en la fábrica, entre otros atributos, lo que nos permite también tener mayor certeza de la calidad de la obra que se va a construir”.

Foto: Programa de construcción de una vivienda industrializada de hormigón. Crédito: Gentileza MINVU

Dadas esas cifras, ¿qué le diría a los distintos actores del mundo de la construcción con hormigón que quieran participar en el Plan de Emergencia Habitacional?
-La primera invitación que yo les haría a los otros actores es a que, primero, necesitamos más fábricas industrializadoras, en especial de vivienda, tanto en hormigón como en otras materialidades. No veo por qué, si existen empresas que producen esos materiales y tiene plantas industrializadoras, no existan otras empresas productoras de hormigón que aprovechen el impulso y se instalen con una empresa industrializadora de piezas de hormigón.

“Con los esfuerzos que estamos haciendo, esperamos incentivar a que otras empresas productoras lo hagan y así, tener más actores para aumentar la diversidad de acciones porque, insisto, el nivel de producción que hay actualmente, aunque quisiéramos, no podríamos construir todas las viviendas del Plan de Emergencia Habitacional con sistema industrializado. Por ello, necesitamos más actores.”, destacó.

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