Con la presencia de los principales actores de la industria, ICH presentó el documento “Hoja de Ruta: Hacia una economía baja en carbono” en el que se establecen los compromisos de la industria del cemento de nuestro país para la reducción de la emisión de CO2 y el desarrollo sostenible.
Desde hace varios años, la industria venía reportando sus emisiones a la base de datos GNR “Getting the Numbers Right” administrada por el CSI (Cement Sustainability Initiative). Sin embargo, estas cifras no estaban disponibles localmente. Con el desarrollo del proyecto Hoja de Ruta esta información pasa a ser reportada en forma estandarizada y consolidada para Chile por los tres actores cementeros con producción de Clinker en el país, CBB, Melón y Polpaico. Uno de los aspectos más llamativos del primer reporte de la Hoja de Ruta es constatar el destacado lugar que tiene Chile a nivel mundial en bajas emisiones de CO2 en la producción de cemento, con 581 kg CO2 / ton, lejos de la media mundial de 633 kg CO2/ton. Lo anterior es fruto de los esfuerzos de la industria por modernizar sus procesos y por el liderazgo que nuestro país ha tenido históricamente en la utilización de adiciones.
Lo anterior debe ser un aliciente para continuar mejorando en esta materia y en la “Hoja de Ruta” se establece una serie de compromisos asumidos por Melón, CBB y Polpaico, los que se refieren a temas como eficiencia energética, emisiones y avances tecnológicos, entre otros aspectos. En esta línea, hay dos puntos que quisiera resaltar: primero, el compromiso de aumentar el porcentaje de energía utilizada que proviene de la valorización de residuos a través del coprocesamiento, para llevarlo desde el actual 12% hasta alcanzar un 30% el año 2030 y, el segundo, el compromiso de reducir las emisiones desde los actuales 581 kg CO2/ton cemento hasta 520 kg CO2/ton al mismo año, consistente con las metas de la industria del cemento a nivel mundial.
Para el cumplimiento de estos compromisos, la valorización energética de residuos en los hornos de clinker es uno de los ejes fundamentales. En esta línea, la industria se integra de manera natural con otro de los desafíos del país como lo es el cumplimiento de las metas de la ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), donde la industria del cemento juega un rol fundamental en el cumplimiento de estas metas, especialmente mediante la valorización energética de neumáticos fuera de uso.
Lamentablemente, la continuidad de los hornos de clinker está en riesgo. Actualmente se está discutiendo en el Congreso una modificación a la Reforma Tributaria, en la cual se incorporan cambios a los llamados impuestos verdes. El impuesto, tal como está planteado en el texto que se encuentra actualmente en la cámara, podría llevar al eventual cierre de los hornos de clínker debido a que la modificación afecta exclusivamente a la producción nacional y no se aplica al sustituto importado, provocando una evidente y significativa desigualdad entre ambos.
Lo anterior llevará a aumentar el porcentaje de clínker importado utilizado en el país, lo que debido principalmente a las mayores emisiones generadas por el transporte aumentará los niveles globales de emisión de la industria, algo que se conoce como “Fuga de Carbono”. Así, un impuesto destinado a reducir emisiones terminará aumentándolas y afectando, además, a la economía local.
Esperamos que la modificación a los llamados “impuestos verdes” pueda ser reformulada o mejor aún, que podamos avanzar hacia un sistema emisiones transables, alineado con la práctica generalizada en los países de la OCDE para así avanzar hacia una industria más sostenible en lo ambiental, lo social y lo económico.
Augusto Holmberg
Gerente General ICH