Diseñada para aislar el espacio social del privado, el nuevo proyecto de NADA Studio –una casa de hormigón con otros elementos– plantea un interesante lugar para el emplazamiento de la vivienda: el borde de un acantilado. En el siguiente artículo, revelamos más de esta propuesta.
La idea de una residencia alejada de los grandes centros urbanos, dadas la actual situación sanitaria que vive el mundo debido al avance del Covid-19, se alza como una de las alternativas a la hora de hablar de, por ejemplo, distanciamiento físico. Por lo mismo, la idea que aparezcan más y más proyectos residenciales en lugares poco comunes (como un búnker subterráneo, por ejemplo) va creciendo entre estos desarrollos.
En ese sentido, NADA Studio (Ecuador), oficina liderada por el arquitecto Sebastián Benítez, presentó un nuevo proyecto en el que se encuentra involucrado el hormigón y propone un sitio completamente radical, a la hora de pensar una vivienda: el borde un acantilado. Así, nace WTBA, el nuevo proyecto residencial de la firma.
De acuerdo a las especificaciones del proyecto, la idea de esta vivienda es que sea construida en los acantilados en las afueras de Papallacta, un pequeño pueblo ubicado a unos 67 kilómetros al este de Quito.
“El proyecto está pensado para un joven cliente que disfruta de la soledad. Por ello, el lugar y las diferentes disposiciones que se establecieron para los espacios de esta vivienda, son reflejos de lo que busca quien ocupará esta vivienda”, comentaron desde NADA Studio.
Hormigón como reflejo del entorno
Para el proyecto WTBA, el estudio de arquitectos consideró que el hormigón debía ser el material esencial de la obra. “Buscamos combinar la solidez que entrega el hormigón como materialidad, con otros como cristales y maderas, que también aportan sus propias características al proyecto”, informaron desde NADA Studio.
En aras que la edificación se integre de mejor manera al lugar donde se emplazará, se pensó en una vivienda baja (un solo piso), que termina con un volumen que sobresaldrá hacia el acantilado y en el que se ubicará la habitación principal. Una de las características del volumen que sobresale, es que en techo albergará una terraza y una piscina.
“Dadas las características del cliente, es que dispusimos que de forma estratégica los distintos espacios que posee esta vivienda, separando así las áreas que son “sociales” de las que son privadas, como en este caso, el dormitorio principal”, explicaron desde el estudio de arquitectura.
De esta manera, la idea de esta casa es que sea tanto fiel reflejo de la personalidad del usuario como también, del entorno en el que se piensa realizara. En ese aspecto, el hormigón es fundamental porque se “funde” con el ambiente montañoso de Papallacta y además, entrega estabilidad estructural a una vivienda que estará, literalmente, colgando de un precipicio.
La separación de lo privado y lo social
Para conseguir aislar los espacios privados de los públicos en la casa WTBA, se pensó en dos volúmenes de hormigón: uno, el de la habitación, fabricado completamente con el material y otro, la entrada principal, donde se incluyen elementos de madera. Ambos están separados y para acceder a los espacios “comunes”, se debe subir por una escalera (de hormigón) que lleva a una losa que alberga el living y que culmina con la terraza y la piscina.
Para acrecentar la separación entre los espacios comunes y privados del proyecto, se incorporó un garaje en el centro de la vivienda, que funciona como una división. Detrás de este espacio, se ubica la cocina y ya en el segundo volumen –completamente de hormigón– el dormitorio principal.
“En esta habitación, incorporamos un baño cuya vista da directamente al acantilado. Así, cuando se de uso a este espacio, se tendrá la sensación que uno está flotando sobre el borde”, aseguraron desde NADA Studio.