Emplazado en el sector de Tres Cerritos en Baja California, México, este proyecto que lleva a cabo Rojkind Arquitectos denota un nuevo concepto en lo que se refiere a instalaciones de hospedaje y relajo, mucho más integrado con el paisaje del lugar.
Rodeado por los paisajes del desierto de Baja California, el proyecto “Ummara” que está desarrollando el estudio de arquitectura mexicano Rojkind Arquitectos en conjunto con Amasa Studio, plantea un concepto distinto de lo que se entiende por “resort”, donde la arquitectura de las instalaciones de este espacio se inserta de manera natural con el paisaje que lo rodea.
El proyecto “Ummara” está ubicado en el Valle de Guadalupe, en la zona de Baja California. Específicamente, cerca de una localidad llamada Tres Cerritos, que forma parte de la ruta del vino en la delegación Francisco Zarco en Ensenada. Por este motivo, contar con instalaciones turísticas de primer nivel pero que aprovechen la geografía local y se integren a esta, es uno de los elementos principales de este resort.
Si bien “Ummara” comenzó a desarrollarse el año 2017, Rojkind Arquitectos presentó recientemente el diseño final del conjunto de 28 casas que se encuentran “cercados” por una barrera natural de colinas aledañas, lo que forma parte del concepto integrador de este conjunto.
Diseños curvos alineados con el paisaje
Rojkind Arquitectos detalló que “el proyecto nace bajo el entendimiento del valor de la naturaleza y su aprovechamiento histórico como santuario y refugio, permitiendo crear un concepto de hospitalidad que nos reconecte con el entorno y con nosotros mismos.
“Ummara” tendrá una superficie total de 140 mil metros cuadrados y en estos, además de las 28 casas de descanso, también se levantarán una cava, un restaurant y una piscina. De acuerdo a los diseños mostrados por la oficina de arquitectos, cada una de las instalaciones tendrá formas variadas, que van desde circunferencias -en el caso de la piscina- a modelos más angulares, como en el caso de las residencias.
“Estamos creando una nueva categoría y concepto de hospitalidad bajo un ADN y una premisa que redefine perspectivas holísticas y multi-sensoriales”, agregaron desde el estudio de arquitectura.
El elemento central de este complejo, las 28 villas que forman “Ummara”, estarán incrustadas en una topografía ascendente junto con rutas pavimentadas, las que cruzarán todo el sitio. Las residencias, además de sus formas, estarán equipadas con techos verdes, lo que harán que se mimeticen con el paisaje del sector.
De esta forma, agregaron en Rojkind Arquitectos, “’Ummara’ se conforma de espacios para la privacidad y descanso regenerativo en contacto con la montaña, la cual ofrece aventura, calma, sabiduría para conectar con la naturaleza y con la libertad”.
Un proyecto desafiante
Por la naturaleza del proyecto “Ummara”, las estructuras que conforman las 28 villas más el restaurante, el viñedo y la piscina, se ejecutarán con hormigón armado y se basarán en “las formas más elementales de la arquitectura mediante el uso de bóvedas artesanales como elemento esencial de su composición”, comentaron desde Rojkind Arquitectos.
De la misma manera, todas las fachadas de “Ummara” se ejecutarán con materiales distintivos como ladrillos de barro. “Todo el proyecto se integra a través de un lenguaje común que hace referencia a los cuatro elementos principales de la naturaleza: el aire, el agua, el fuego y la tierra, mediante el uso de este tipo de materiales”, agregó la nota de prensa del estudio de arquitectos.
Una de las estructuras más llamativas de “Ummara” es su piscina, con forma curva y a las que se agregan además dos piletas circulares. “A un costado del terreno, con las mejores vistas del Valle de Guadalupe se conforma la zona de albercas que evocan a la tierra convertida en barro como contenedor de agua natural”, destacan los arquitectos.
Sin embargo, el corazón de este proyecto es su cava, cuyo diseño circular está formado por once losas cóncavas dispuestas unas junto a otras, está “inspirado en los orígenes del Valle y la arquitectura franciscana”.
Finalmente, el restaurante se ubicará en la cima de la colina más grande, mimetizándose “con la topografía y la vegetación gracias sus paredes verdes inclinadas, las que parecen parte del entorno”, dice el estudio de arquitectura. En su interior, el diseño presenta un patio central con bóvedas y arcos, los que conectan con el espacio exterior.
Aún no existe una fecha definitiva para el inicio de las obras de “Ummara” pero ciertamente, el concepto detrás de este proyecto propone un desafío arquitectónico particular, en especial, por las características de la topografía del lugar donde se emplazará el proyecto y por el concepto detrás de esta nueva manera de concebir los espacios de alojamiento que proponen los arquitectos mexicanos.