Localizada en una zona alta en la ciudad de Leiria, en la zona central de Portugal, el proyecto del estudio de arquitectura Contaminar Arquitectos transformó lo que sería una casa de lujo tradicional en un complejo que asemeja a una “torre”, cuyo exterior, formado por “anillos” de hormigón, permite aprovechar su ubicación para grandes vistas panorámicas y, al mismo tiempo, brinda privacidad a sus ocupantes.
Ubicada en la zona central de Portugal, Leiria -fundada como una villa el año 1135- fue declarada ciudad el año 1186. Posee un variado patrimonio arquitectónico que data de la Edad Media, entre el que se encuentra, su castillo, ubicado sobre una de las colinas que domina la visión de la ciudad.
Otro punto importante es su catedral, construida entre los años 1550 y 1574. Influenciada por el barroco, el templo es más bien sobrio, sin grandes ornamentaciones, si se le compara con otros similares e incluso, tuvo que ser objeto de varias reformulaciones a lo largo de los años (una de las más importantes es la que se hizo posterior al terremoto de Lisboa en 1755). De la construcción original sólo quedan 3 paneles en la entrada, en la fachada frontal.
Estas edificaciones que se mantiene desde la Edad Media, así como otras conviven con construcciones modernas, dándole a esta ciudad un rico paisaje urbano. Dentro de éste es que se ubica la “Quinta do Rei 18”, proyecto del estudio de arquitectura local Contaminar Arquitectos y en el que se utilizó una interesante solución con hormigón para “encapsular” una vivienda de lujo.
Un nuevo concepto para una residencia de lujo
La “Quinta do Rei 18” se ubica en una zona elevada sobre una de las pendientes que dominan a la ciudad. Desde el estudio, comentaron que “dadas las condiciones de la subdivisión, se sugirió la volumetría de una torre, un mirador sobre la ciudad. Una de nuestras premisas fue que las áreas comunes se ubicasen en los pisos superiores y la piscina en la azotea, para disfrutar de una vista panorámica completa”.
Así, la residencia de hormigón se dividió en cuatro niveles. Cada uno de ellos presenta una forma geométrica colocada en diferentes ángulos para crear la ilusión de rotación a través de los distintos niveles de la casa.
Para lograr este efecto -y, de paso, “transformar” la forma regular de la residencia- los arquitectos rotaron el eje, generando una nueva forma, más plástica, que optimiza la exposición al sol y permite que áreas con balcones, sombras y de circulaciones, desde el suelo hasta el techo, transformándose en una “escalera desde la tierra al cielo”, puntualizaron desde el estudio.
En ese sentido, Rubén Vaz, cofundador del estudio, explicó al portal Dezeen que “la torsión de la residencia resultó de la rotación de un paralelepípedo sobre el eje vertical para brindar a las áreas que están habitadas con mayor permanencia de una mejor orientación y exposición al sol, dirigiendo la mirada a las mejores vistas”.
Anillos de hormigón para asegurar privacidad y grandes vistas
Si bien la “Quinta do Rei 18” es una vivienda de hormigón, lo que más destaca de ésta son los anillos que forman su fachada. Estos elementos -también de hormigón- van envolviendo a la residencia, dejando largas aperturas y ventanas, las que potencian la idea de “torre” o “faro” que buscó potenciar el estudio de arquitectura con su diseño.
Desde el estudio, destacan que tanto la estructura como la piel exterior de hormigón “se sienten como un único cuerpo rítmico con 18 anillos horizontales, una sección correspondiente a la altura de dos escalones, la que diseña la casa en un juego de lleno y vacío, creando un filtro protector, tanto privado como solar, para quienes habiten la residencia”.
El interior, por su parte, se compone de plantas medias que conectan entre sí a algunos de los espacios, mientras que deja otros separados y autónomos. Asimismo, escaleras y pasillos de hormigón cruzan los bordes de la residencia. En el caso de las escaleras, estas se unen para formar un sistema autónomo de circulación separada que lleva al techo, que posee un jardín, piscina y su propio mirador.
Con muros de cristal que se ubicaron entre las columnas de hormigón y otros materiales, los arquitectos buscaron generar espacios que contrastaran con la fachada, incluyendo el uso de tonalidades neutras para que la “Quinta do Rei 18” fuese un espacio cálido y acogedor para sus usuarios.