Centro Cultural y Natural de Chaohu: Hormigón de color para fundirse con el paisaje

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Inspirado por las montañas y las formas de los agujeros de gusano, el estudio de arquitectura chino Change Architects llevó a cabo un proyecto para el que se transformará en uno de los centros neurálgicos de la ciudad de Chaohu, que destaca por sus formas curvas y sinuosas, además de su color, todo esto logrado gracias a un inteligente trabajo con el hormigón de la estructura.

En los últimos años, los distintos estudios de arquitectura alrededor del mundo dieron vida a espectaculares proyectos y vieron en China el escenario ideal para revelarlos. Así, se pueden encontrar obras tanto de estudios renombrados, como Zaha Hadid Architects, a proyectos de arquitectos locales como MAD Architects, que destacan por sus vanguardistas diseños.

Asimismo, los proyectos que se exhiben en China abarcan todos los campos, ya sea desde edificaciones gubernamentales, centros culturales, instalaciones deportivas, torres de gran altura, reformulaciones del espacio público, entre otras. Este amplio abanico evidencia la libertad artística que sienten los estudios de arquitectura al momento de proyectar un desarrollo en el gigante asiático.

En ese sentido, el estudio local Change Architects desarrolló, comisionado por OCT Group, el nuevo Centro Cultural y Natural de Chaohu, el que forma parte de una nueva zona de desarrollo económico que se ubica a los pies de la montaña Juzhang, al norte de esa ciudad, localizada en la región este de China.

Inspiración en la naturaleza

Inspirado, precisamente, en las montañas colindantes, el diseño de este nuevo Centro Cultural y Natural tiene una forma sinuosa que refleja el paisaje y que, gracias a ello, se transforma en un punto neurálgico tanto de la vida cultural y del ambiente de la propia ciudad, demostrando la herencia cultural del sector y dando atisbos del futuro estilo de vida que tendrá esta zona.

En aras a brindar una nueva manera de observar el paisaje que rodea a Chaohu, los arquitectos también se inspiraron en “agujeros de gusano”. Esta idea complementa el diseño inicial de las elevaciones de los edificios: mientras que la altura de estos son un reflejo de las montañas, al igual que las formas curvas del complejo, los agujeros brindan espacios abiertos amplios para que los visitantes a los distintos servicios del Centro, como restaurantes, puedan apreciar el paisaje de los alrededores.

En ese sentido, los arquitectos explicaron al portal Dezeen que “la lógica del concepto arquitectónico derivó de la idea de elementos naturales”. Por ello, por ejemplo, para la estructura principal se utilizó hormigón de color terracota -similar al de la montaña- y se incorporaron pasarelas y miradores, elevando el complejo hacia oeste, donde se ubica el restaurante que, además, posee una cubierta verde. Para dar forma a este paisaje artificial se utilizaron marcos de acero y luego, se vertió hormigón para cubrirlo

Curvas y hormigón para fundirse con el paisaje

Tanto las aberturas de las curvas como los orificios del techo generan amplias entradas para la luz natural y patios abiertos, las que forman otro de los servicios del Centro Cultural y Natural de Chaohu: un anfiteatro que entrega áreas para desarrollar expresiones artísticas de cualquier tipo.

La relación del edificio con el paisaje que le rodea resultó clave para los arquitectos. “El Centro sólo tiene sentido cuando la intervención reformula dramáticamente al espacio. Sin un límite claro entre el interior y el exterior, y el techo y el suelo, es difícil distinguir al edificio sino como parte de su entorno”, explicaron desde Change Architects.

Pese a esta declaración, desde el estudio sí marcaron una diferencia con una caja rectangular, destinada a la zona del comedor del Centro, la que se proyecta desde el lado norte del gran montículo y cuyo reflejo del exterior se diseñó para mezclarse con el entorno. Además, se creó un balcón para incrementar las vistas al paisaje montañoso del sector.

Finalmente, el interior del restaurante se definió con superficies de hormigón blanco, además de un extenso número de plantas interiores, realzando así el vínculo con el paisaje que rodea a este llamativo Centro Cultural y Natural.

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