Pese a que, finalmente, el diseño fue descartado por los mandantes, la propuesta desarrollada por los estudios de arquitectura mexicanos Esrawe, Rojkind Arquitectos y Cadena Concept Design, junto a los estadounidenses Slade Architecture y Anda Andrei Design, mostró cómo el hormigón puede brindar características únicas a un espacio de uso público.
Aprovechar al máximo los reducidos espacios que las ciudades destinan al uso público y convertirlos en lugares de máximo confort, al mismo tiempo que dotarlos de una impronta visual reconocible en el paisaje urbano, es uno de los desafíos a los que se ve enfrentada la arquitectura en lo que a espacios públicos se refiere.
Una interesante aproximación, en ese sentido, es lo que reveló hace unos días el estudio de arquitectura mexicano Esrawe que, en un trabajo en conjunto con Rojkind Arquitectos, Cadena Concept Design (ambos también de México), Slade Architecture y Anda Andrei Design (estos últimos, de Estados Unidos), mostró un proyecto diseñado para Asbury Park, una ciudad ubicada en la costa atlántica del estado de New Jersey, Estados Unidos.
El diseño revelado por Esrawe data de 2018 y si bien, el proyecto no se llevó a cabo -finalmente, el mandante decantó por otro diseño- lo interesante es que este trabajo evidencia cómo es posible dotar a un espacio de uso público de un diseño icónico y, al mismo tiempo, transformarlo en un lugar con instalaciones de primer nivel para el uso por parte de la comunidad.
Una “casa de playa” con instalaciones públicas y privadas
Según consigna el estudio Esrawe en la descripción del proyecto, un “club de playa” de 2.685 metros cuadrados que buscaba activar la avenida adyacente a la playa y entregar servicios y comodidades de primer nivel en plena playa.
La propuesta de este trabajo consistió, entonces, en dividir el “club de playa” en dos lotes: uno público, ubicado en el sector norte del lugar y otro privado, en el lado sur. Otra consideración que se tuvo con este proyecto es que, al estar en una planicie aluvial, cuenta con limitaciones respecto a su altura. Por ello, la propuesta muestra una edificación de baja altura.
En la descripción del proyecto, Esrawe estableció además que “los accesos entre ambos lotes y en cualquier extremo del sitio mantienen las vistas y el acceso de la ciudad a la playa”.
Para que este espacio tuviese un impacto visual en la ciudad, los estudios de arquitectura decidieron que “la forma de la estructura y de la piel no fuese mimética, sino que esté inspirada en formas naturales. Esas formas surgen cuando la interacción del agua, el viento, la arena y las rocas alteran la morfología de la tierra para crear nichos, cavidades y espacios semiabiertos que interconectan tierra y mar”.
Espacio público de hormigón que dialogue con su entorno
Para la construcción de este proyecto, se pensó en hormigón colocado in situ para formar la estructura y así, proporcionar una plataforma elevada para piscina y servicios asociados, los que estarían ubicados a unos 4,5 metros sobre el paseo marítimo, explica la descripción del proyecto. “Este sería el límite de altura de zonificación del sitio”, subrayó el estudio Esrawe.
Para sostener la plataforma, se utilizarían columnas de hormigón, las que se extenderían hacia el lote norte del proyecto, brindando así un espacio con sombra, el que estaría equipado con asientos y otras comodidades abiertas al público, por ejemplo, baños y duchas, las que estarían instaladas en la base y que fueron pensadas para dar servicio a la playa y a la sección sombreada, integrando así las instalaciones públicas y privadas.
En la sección sur del proyecto, por otra parte, se pensó en colocar vestidores, un espacio de gimnasio de arena y cabañas particulares. Y en el lado oeste, se pensó levantar una “pantalla de privacidad” conformada por cilindros de hormigón prefabricado montados sobre un marco de acero delgado. “Esta pantalla se refiere a la valla de playa omnipresente, así como al césped de playa que se encuentra a lo largo de toda la costa”, explicó el estudio.
La pantalla prefabricada cuenta es de altura completa y se extiende 2.5 metros sobre la plataforma de la piscina en el lado de la calle, para entregar privacidad. Asimismo, “los tubos prefabricados y el soporte de acero se extienden a lo largo de los extremos norte y este hasta que sólo queda el delgado soporte metálico como una barandilla en el lado de la playa, lo que permite vistas abiertas al océano”.