Ubicado en una de las playas al norte de Qinhuangdao, este museo se construyó bajo las dunas del borde costero para homenajear a estas formas, talladas hace miles de años por la fuerza de la naturaleza. En este proyecto, el hormigón como materialidad principal resultó clave para proteger este ecosistema y reflejar de manera fiel sus formas curvas y orgánicas.
La Bahía de Bohai es una de las tres principales bahías del mar de Bohai, un pequeño golfo que se ubica al noroeste del mar Amarillo, en el extremo norte del mar de China Oriental. La cercanía con Beijing, lo transforman en una de las principales rutas de comercio marítimo con China, lo que se puede apreciar por la presencia de grandes puertos como el de Tianjin, Tangshan (que, a su vez, consiste en tres terminales: Caofeidian, Jingtang y Fennan) y Huanghua. Esto, y la gran reserva de hidrocarburos, hacen de este sector uno de suma importancia para el desarrollo comercial y energético del país asiático.
Una de las ciudades que dominan la costa de la Bahía de Bohai es Qinhuangdao, ubicada a unos 300 kilómetros al este de Beijing y en la actualidad, además de ser el principal puerto de exportación de carbón que posee el gigante asiático, es también uno de sus principales destinos turísticos internos al aprovechar el impactante su impactante borde costero.
Precisamente, en una de las playas al norte de Qinhuangdao -más precisamente, en las dunas de esa playa- se estableció el museo UCCA Dune Art Museum, el que llevó a cabo el estudio de arquitectura OPEN Architecture (responsable también de otras impactantes obras como la “Capilla del Sonido”, la “Sun Tower” o más reciente, la Academia Shanfeng) y que redefine el paisaje costero al “esculpir” toda la estructura del recinto bajo estas milenarias formaciones de arena.
El nacimiento de un museo bajo las dunas
La inspiración del museo nace bajo dos premisas. La primera, “la profunda reverencia que los arquitectos rinden a la naturaleza y su deseo de proteger a este ecosistema vulnerable de dunas, forjado por las fuerzas de la naturaleza hace miles de años”, comentó el estudio en la descripción del proyecto. El otro motivo, fue trasladar un juego de la niñez a escala real: excavar en la arena, formar túneles interconectados, con formas orgánicas. “De alguna forma, regresar a formas de espacio atemporales y primarias”, explicaron los arquitectos.
Así, el diseño del museo consideró espacios contiguos con formas de célula, donde se acomodan los distintos programas que considera el recinto, sean estos lugares para exhibiciones temporales o permanentes o incluso, la cafetería. Asimismo, una de las particularidades del museo radica en que los visitantes podrán observar hacia el cielo y el mar a través de unas aperturas “enmarcadas por la misma naturaleza de la edificación”, detallaron.
Para acceder al techo del museo, una escalera en espiral guía a los visitantes hacia la parte superior de la duna, enfatizando así el tránsito desde los recovecos oscuros y subterráneos de las galerías tipo cuevas que presenta el edificio, al cielo abierto.
Además, como el techo está cubierto con arena, se reduce la carga por calor del verano, mientras que una fuente de temperatura de emisión cero reemplaza al tradicional aire acondicionado, haciendo del museo un edificio apto para visitar durante todo el año.
“Cavernas” artificiales de hormigón
Para dar vida a la compleja geometría tridimensional del museo UCCA Dune Art Museum, el estudio de arquitectura desarrolló un complejo sistema estructural fabricado con hormigón, formando una cáscara a la que le dieron forma de manera artesanal trabajadores de la misma ciudad de Qinhuangdao –“algunos eran constructores navales”, dicen desde el estudio- utilizando encofrados de madera y otros materiales.
Esta cualidad y que los arquitectos decidiesen mantener de manera deliberada la textura y formas imperfectas del encofrado, permiten que los visitantes “sientan y vean las huellas de la construcción manual de este edificio”, puntualizaron desde el estudio. Asimismo, otros elementos como las ventanas y puertas, el mesón de recepción y los baños, también se fabricaron a mano, entregando una cualidad orgánica mayor al museo.
Completado en 2018, el museo UCCA Dune Art Museum tiene un área de 930 metros cuadrados y se transformó en uno de los proyectos emblemáticos del estudio OPEN Architecture, adjudicándose 11 premios (entre estos, el galardón al “Edificio del Año 2019” del sitio de arquitectura Archdaily), desde su inauguración, lo que muestra la importancia de esta edificación.
“Oculto entre el mar y la arena, el museo aparece como un refugio escondido, privado para el cuerpo y el alma como un lugar para contemplar, de manera pensativa y consciente, tanto a la naturaleza como el arte”, aseguraron los arquitectos.