Inspirándose en la forma de antiguos hornos en los que maestros artesanos solían fabricar sus piezas, el estudio de arquitectura 1+1>2 dio vida al nuevo Museo de la Cerámica Bat Trang, un espacio que busca preservar y exhibir el trabajo de los artistas de esa pequeña localidad vietnamita, cuya particular figura se logró gracias al uso de hormigón reforzado con fibras junto con elementos de construcción locales.
Ubicada en el distrito de Gia Lam, en Hanoi, la pequeña localidad de Bat Trang es famosa por su cerámica, arte que distintos maestros artesanos locales vienen desarrollando desde el siglo XI. Incluso, existe un estilo de porcelana específico transmitido por generaciones de artistas que se asocia a esta pequeña villa, el cual utiliza técnicas decorativas y esmaltados que sólo se pueden encontrar en las casas de cerámica de Bat Trang. Tanto es así que, hasta el día de hoy, la gran mayoría de los hogares en Bat Trang participa en la producción de artesanía en cerámica
El año 2018, como una manera de resaltar el valor patrimonial y cultural de la artesanía en cerámica de esta pequeña localidad, se hace el llamado para el diseño del Museo de la Cerámica Bat Trang, cuyo objetivo es “convertirse en un espacio de exhibición del trabajo de los artesanos, volver a contar la historia de la villa e invitar a las personas a conocer más sobre los distintos materiales y técnicas que se utilizan para la alfarería local”, comentaron los arquitectos del estudio 1+1>2, quienes se hicieron cargo de este proyecto.
Así, los profesionales del estudio se reunieron con expertos en alfarería, artesanos locales y habitantes de la localidad para “discutir los planos y el programa”. Como resultado de esas reuniones, el museo ofrece un espacio abierto a gran escala para atraer al público, además de funciones comerciales que apoyen el sustento de la comunidad.
Un museo que rinde homenaje al patrimonio cultural de Bat Trang
El Museo de la Cerámica Bat Trang se emplazó en la entrada de la pequeña localidad para dar la bienvenida a los turistas, enfrentado al canal Bac Hung Hai y con conexión al Río Rojo. Según comentaron desde el estudio, “la forma del edificio se consideró de manera cuidadosa para controlar la densidad y altura de la construcción, creando vistas y proporciones armónicas, mejorando el paisaje del canal y recreando la animada y ajetreada escena del antiguo mercado de cerámica del canal”.
Para ello, el estudio decantó por un edificio de cinco pisos y con una forma que se basa en siete “ruedas” cerámicas que se conectan entre sí, inspiradas por la imagen de un artesano “alisando un bloque de arcilla a curvas superpuestas, las que tienden a extenderse de manera gradual”, explicaron los arquitectos. “De esta forma -agregaron- se crea un volumen impresionante y se optimiza su funcionalidad como, por ejemplo, crear una estantería para exhibir la cerámica o una escalera para moverse entre los pisos”.
La particular forma del museo también se basa en un antiguo horno, parecido a una calabaza, que utilizaban los artesanos de Bat Trang para fabricar sus productos. “Para enfatizar las características rústicas e idílicas de esta localidad alfarera, se utilizó un tono café rojizo rojo como color principal del proyecto, característico de la cerámica en bruto, además de usar materiales familiares para la gente de Bat Trang, como ladrillos y tejas fabricados en la misma zona”, comentaron.
El rol del hormigón en su particular forma
El Museo de la Cerámica de Bat Trang utiliza un área aproximada de 3.300 metros cuadrados y se completó en 2021. Por su forma y distribución, se generaron siete domos invertidos que resultaron en espacios públicos abiertos, pensados para eventos al aire libre. Mientras que la mitad de las instalaciones se destinó para actividades comerciales, el cuarto piso alberga un restaurante y en el techo, se dejó un jardín que marca el comienzo de un área de trabajo y un patio de juegos para los niños.
Para lograr la particular forma del museo, el estudio de arquitectura decantó por usar revestimientos y marcos estructurales fabricados con hormigón reforzado con fibra ya que, a juicio de los arquitectos, son “lo suficientemente livianos para expandirse hacia arriba, además de ser relativamente fácil de fabricar para los contratistas locales”.
Además del hormigón, en el proyecto se utilizaron también mosaicos y azulejos cerámicos, además de ladrillos de arcilla, vinculando al museo con su entorno “y haciendo uso de materiales que son característicos del arte de la localidad de Bat Trang”, comentaron desde el estudio de arquitectura.