La Industria del Cemento y del Hormigón y su rol en la transición hacia una Economía Circular

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El siguiente artículo se basa en el documento “GCCA Policy – Document on Circular Economy”, posición que manifestó la Global Cement and Concrete Association (GCCA) respecto al papel que tiene para el sector impulsar un ecosistema circular en todas sus fases productivas, dejando en claro que la adopción de la Economía Circular es uno de los elementos claves para alcanzar la carbono neutralidad al año 2050, como se menciona en la Hoja de Ruta elaborada por el organismo internacional.

Fuente: GCCA

En un mundo que enfrenta desafíos ambientales sin precedentes, la industria del cemento y hormigón está dando pasos significativos hacia la adopción de principios de economía circular. Este enfoque no solo promete transformar la industria, sino que también sienta las bases para un sector de la construcción más sostenible y resiliente.

Siguiendo esa línea, la Global Cement and Concrete Association, GCCA, entidad gremial internacional que agrupa a las cementeras más importantes del globo, aboga por incorporar estos principios y así, alcanzar la carbono neutralidad al año 2050, meta que se impuso el sector del cemento y del hormigón a nivel planetario (incluyendo a nuestro país) y, con ello, dar respuesta como industria a los desafíos que vive el mundo, especialmente dentro del contexto de cambio climático que se atraviesa.

De esta forma, la inclusión de elementos de la economía circular para el desarrollo de la industria resulta clave y, por lo mismo, los lineamientos que sugiere la GCCA para su inclusión dentro del proceso productivo del cemento y del hormigón resultan fundamentales para el desarrollo de una industria sostenible, que a través adopción de procedimientos estandarizados, establezca políticas a futuro respecto a la adopción de elementos de circularidad en todas sus fases de desarrollo, ya sea la producción, diseño y construcción con hormigón.

Qué lleva a la industria a adoptar la economía circular

De acuerdo con el Foro Económico Mundial, 100 mil millones de toneladas de materiales ingresan a la economía global cada año, una cifra que va en aumento y de la cual, cerca de la mitad de estos recursos se utilizan en ingeniería y construcción. Junto con esto, el desarrollo en economías emergentes, el crecimiento poblacional y la urbanización requieren de recursos para edificios e infraestructuras, al igual que la intensificación y renovación en economías desarrolladas.

Por ejemplo, sólo en el aspecto de vivienda, se estima que para el 2100 se deberán construir unos 2.000 millones de nuevos hogares para satisfacer la demanda global, y estas viviendas requerirán infraestructura de apoyo para servicios fundamentales para su desarrollo como transporte, infraestructura sanitaria, agua potable y energía.

Ante esta realidad, un enfoque basado en la economía circular es esencial para reducir la intensa demanda de recursos, mejorando la eficiencia en la fabricación y el diseño, maximizando la vida útil de proyectos y elementos, minimizando los residuos y reutilizándolos. Todos estos principios -la base de la economía circular- son aplicables, y pueden serlo cada vez más, al ciclo de vida del cemento y el hormigón.

¿Qué es economía circular? Conceptos claves

Antes de entender cómo la industria del cemento y hormigón busca incorporar la economía circular dentro de sus procesos de desarrollo, incluyendo su aplicación en áreas que van más allá de la producción del material, es de suma importancia entender qué significa este concepto.

En ese sentido, la economía circular es un modelo económico diseñado para eliminar residuos y maximizar el uso eficiente de recursos. En contraste con el modelo lineal tradicional de “tomar-hacer-desechar”, la economía circular busca mantener los productos, materiales y recursos en uso durante el mayor tiempo posible. En la práctica, esto significa:

  • Cerrar ciclos: Transformar residuos en materias primas secundarias, como el uso de escoria de alto horno granulada en la producción de cemento.
  • Ralentizar ciclos: Prolongar la vida útil de productos y materiales mediante el diseño intencionado y el mantenimiento adecuado.
  • Estrechar ciclos: Maximizar el valor económico derivado de una cantidad fija de recursos naturales, como optimizar el uso de agregados reciclados en el hormigón.

El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) describe la economía circular en términos de nueve acciones “R”, también denominadas como las “9R”. Para materiales de construcción como el cemento y el hormigón, utilizados en proyectos de larga duración, este modelo se puede adaptar en seis categorías:

  1. Reducir por Diseño: disminuir la cantidad de material utilizado.
  2. Reciclar: prevenir la eliminación de residuos y permitir que el material reingrese al ciclo de producción.
  3. Readaptar elementos y componentes para un uso igual o mejor que el nuevo y colocarlos en el mercado.
  4. Reutilizar cuando sea posible.
  5. Rechazar: el usuario compra o usa menos; Reducir: usar artículos y servicios por más tiempo y comprarlos con menos frecuencia.
  6. Reparar en lugar de reemplazar; Renovar lo existente en lugar de reemplazar; Remanufacturar equipos u objetos a un estado igual o mejor que el nuevo y devolverlos al cliente.

Si bien estos principios son extensibles a todas las industrias, en el caso del cemento y el hormigón, su aplicación es particularmente efectiva debido a la naturaleza duradera y completamente reciclable de estos materiales.

Aplicando conceptos de economía circular en la industria del cemento y del hormigón

Dada la importancia que tienen estos principios en el desarrollo sostenible del sector, ya que puden aplicarse a todas las fases de la vida útil del cemento y del hormigón, la GCCA y sus integrantes los han incorporado en acciones clave en sus directrices, alineándolas tanto en la Declaración de Ambición Climática como en la Hoja de Ruta Net Zero 2050, que busca implementar una serie de estrategias para alcanzar la carbono neutralidad de la industria del cemento y del hormigón al año 2050.

Por lo mismo, y contrario a lo que se cree, el sector ya está trabajando en la aplicación de principios de economía circular en todos los aspectos del ciclo de vida del material, desde la obtención de las materias primas hasta el reciclaje al final de la vida útil de los productos.

En ese sentido, las acciones que se llevan a cabo, aplicando los principios de las “9R” que describe el PNUMA, dicen relación con los siguientes aspectos:

1.- Reducción por Diseño

“Dirigir” el diseño del material es un aspecto de suma importancia para lograr la circularidad. En términos de diseño, se pueden distinguir dos etapas: diseño de productos y diseño de proyectos.

Diseño de Productos: El hormigón, una mezcla de cemento, agregados, aditivos químicos y agua, permite optimizar las recetas para cumplir con los requisitos técnicos necesarios y maximizar el contenido reciclado. Por ejemplo, la incorporación de cenizas volantes como material cementoso suplementario (SCM) no sólo reduce la cantidad de clínker necesaria, sino que también mejora la durabilidad del hormigón.

Diseño de Proyectos: El hormigón se utiliza para diseñar, construir y mantener edificios e infraestructuras seguras, saludables, resilientes y de alto rendimiento que se adaptan a las necesidades cambiantes de los ocupantes a lo largo del tiempo. La versatilidad del hormigón permite a los diseñadores optimizar el uso de materiales y la circularidad del diseño. Ejemplos incluyen el uso de elementos prefabricados de hormigón que se pueden desmontar y reutilizar en nuevos proyectos, además de la implementación de sistemas de construcción modular que facilitan la adaptación y el reúso.

2.- Reciclaje

El reciclaje es fundamental para minimizar el uso de materias primas a lo largo del ciclo de vida del cemento y del hormigón.

Producción de Clínker: El co-procesamiento de residuos y materiales secundarios como combustibles alternativos y materias primas alternativas (ARMs) es una contribución duradera del sector hacia una economía circular. Esto reemplaza a los combustibles fósiles y las materias primas primarias en la producción de clínker, brindando un importante servicio a las comunidades al utilizar beneficiosamente una gama de residuos y subproductos que genera la sociedad. Por ejemplo, el uso de neumáticos viejos como combustible alternativo en los hornos de cemento no sólo reduce la dependencia de combustibles fósiles, sino también, ayuda a gestionar este grave problema al reducir un residuo cuya disposición es lenta y perjudicial para el medioambiente.

• Hormigón y agregados: El hormigón es completamente reciclable. Por ejemplo, los componentes prefabricados pueden reciclarse para producir nuevos hormigones. El hormigón, al final de su vida útil, puede procesarse para producir áridos reciclados de hormigón de calidad controlada, que pueden reemplazar a los áridos naturales ya sea en la producción del material como en otras aplicaciones. En algunos casos, el hormigón reciclado puede utilizarse para crear nuevos elementos estructurales, como bloques de hormigón para muros de contención.

3.- Reutilización y Readaptación

La durabilidad y longevidad del hormigón lo hacen ideal para ser reutilizado y readaptado para diversas aplicaciones.

• Readaptación: Los componentes de hormigón pueden diseñarse para ser desmontados y reutilizados en otros proyectos. Esto incluye sistemas prefabricados basados en bloques, losas, paneles o diseños modulares completos que pueden ensamblarse in situ. Por ejemplo, se pueden reutilizar losas prefabricadas de hormigón en la construcción de nuevas estructuras, lo que reduce la necesidad de producir nuevas losas y, por ende, disminuye el consumo de materias primas.

• Reutilización a Nivel de Proyecto: Los edificios con estructuras duraderas y robustas pueden reutilizarse en lugar de ser demolidos y reconstruidos. Las estructuras de hormigón son inherentemente adecuadas para la readaptación gracias a su larga vida útil, bajo mantenimiento y resistencia a inundaciones, incendios y otra serie de afectaciones. Un ejemplo destacado es la reconversión de antiguas fábricas de hormigón en modernos espacios de oficinas o habitacionales, manteniendo la estructura original y adaptándola a nuevos usos.

Nuevas tecnologías: Elemento clave

Además de estas acciones, enmarcadas dentro de los principios de las “9R” de la economía circular que estima el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la industria del cemento y del hormigón, a nivel global, también desarrolla una serie de investigaciones, conducentes a la generación de tecnologías innovadoras que buscan aumentar la incorporación de elementos de circularidad en el ecosistema completo del sector.

De estos desarrollos, se pueden destacar el uso de Materiales Cementosos Suplementarios (MCS) tales como las cenizas volantes y la escoria de alto horno granulada, las que pueden reemplazar parcialmente al clínker en el cemento o se pueden aplicar directamente en el hormigón, reduciendo significativamente la huella de carbono del producto final. Estas prácticas no sólo ayudan a reducir las emisiones de CO2, sino que también mejoran la durabilidad y resistencia del hormigón.

Además, se encuentra el desarrollo de investigaciones orientadas a mejorar la recarbonatación del hormigón, proceso natural que consiste en la absorción de CO2 del medioambiente por parte del mismo material. En ese sentido, se está innovando en tecnologías emergentes que aumenten el grado de recarbonatación del hormigón al final de su vida útil, ayudando a abordar el cambio climático al absorber CO2.

Este proceso implica la absorción de CO2 atmosférico por el hormigón demolido, lo que contribuye a la reducción neta de carbono en el medio ambiente. Investigaciones que se desarrollan en la actualidad buscan optimizar este proceso para así, maximizar su eficiencia y aplicabilidad a gran escala.

Propuestas para acelerar la adopción de la economía circular

Uno de los aspectos que se aborda en el documento de la GCCA dice relación con iniciativas específicas que se pueden adoptar para incluir elementos de circularidad dentro de todo el ciclo de vida del cemento y del hormigón.

Eso sí, se hace hincapié que estas directrices tienen que llevarse a cambo en un ambiente colaborativo entre el mundo público y el sector privado, ya que así, su implementación estará bajo un marco regulatorio que permitirá fijar un estándar y no sean iniciativas aisladas.

En ese sentido, una de las recomendaciones o iniciativas específicas que propone la GCCA es el facilitar el uso de residuos como combustibles alternativos y materias primas en la producción de clínker. Esto se puede lograr mediante la implementación de políticas que incentiven la segregación de residuos (reciclaje) y la creación de infraestructuras adecuadas para el procesamiento de estos materiales.

Otra de las recomendaciones que se entregan es la promoción de Materiales Cementosos Suplementarios (MCS) en la fabricación de cemento y hormigón. Desde la GCCA, destacan que Los gobiernos pueden desempeñar un rol clave al incluir este tipo de materiales en las especificaciones de proyectos que cuenten con financiamiento público y al revisar las normativas de construcción para permitir mayores porcentajes de estos materiales.

Finalmente, la reducción y eliminación gradual de rellenos para residuos de construcción y demolición de hormigón resulta esencial. De acuerdo con el documento, el establecer normativas que obliguen al reciclaje de materiales de construcción es un aspecto fundamental para completar el ciclo de la economía circular, asegurando que los residuos de demolición se reutilicen en lugar de ser enviados a vertederos.

Compromisos de la GCCA para adoptar elementos de economía circular

Si bien se hacen desde la GCCA se hacen recomendaciones para avanzar hacia la economía circular en el sector, la entidad gremial también destaca una serie de compromisos que sus integrantes adoptaron para impulsar la adopción de elementos de la circularidad dentro de sus propios procesos productivos.

Esto, porque entre otros desafíos, la necesidad de materiales de construcción va en constante aumento, por lo que se hace necesario una estrategia distinta para abordarla y disminuir el consumo de materias primas dentro del sector.

De esta manera, dentro de los compromisos adoptados, se encuentran los siguientes:

  • Acelerar la implementación de principios circulares en los procesos de fabricación de cemento y hormigón y en el diseño de productos. Esto incluye mejorar la eficiencia de la producción, reducir la cantidad de residuos e incrementar el uso de materiales reciclados y secundarios como materias primas y combustibles.
  • Informar sobre el progreso en métricas de economía circular. La transparencia en la medición y reporte del progreso es crucial para identificar áreas de mejora y asegurar el cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad.
  • Innovar en productos y aplicaciones de cemento y hormigón para mejorar la circularidad. La investigación y el desarrollo de nuevos productos y técnicas constructivas que favorezcan la reutilización y el reciclaje son esenciales para avanzar en la economía circular.
  • Colaborar para promover buenas prácticas circulares, estándares y políticas habilitantes. La cooperación entre los diferentes actores del sector, incluyendo gobiernos, empresas y organizaciones no gubernamentales, es fundamental para crear un entorno propicio para la economía circular.
  • Fomentar el diseño circular desde el principio en el entorno construido, basado en un enfoque de ciclo de vida completo y cadena de suministro completa. Incorporar elementos de circularidad en las etapas tempranas de diseño y planificación asegura que los proyectos sean sostenibles desde su concepción hasta su desmantelamiento.

Conclusiones generales

La adopción de elementos de economía circular por parte de la industria del cemento y hormigón, liderada por la GCCA, representa un cambio de paradigma dentro de una de las industrias más relevantes en la actualidad, cuyo aporte es importante a la economía global. En ese sentido, este enfoque no sólo promete reducir significativamente el impacto ambiental de la industria, tomando conciencia y haciéndose cargo de sus lo que genera, sino también, abre nuevas oportunidades de desarrollo dentro del sector al promover la innovación, eficiencia y creación de valor.

Asimismo, desde La GCCA reconocen los desafíos que conllevan el transitar hacia una economía verdaderamente circular en el sector de la construcción, sin embargo, también se destacan que las recompensas potenciales son enormes. En ese sentido, la colaboración entre todos los actores de la cadena de valor, desde los productores de materias primas hasta los usuarios finales de las estructuras de hormigón, será de suma importancia para desbloquear todo el potencial de la economía circular en este sector.

En esa misma línea, el compromiso que adopta la GCCA con el impulso de la economía circular en el sector no es sólo una respuesta a los desafíos ambientales actuales, sino también, una visión proactiva de cómo la industria del cemento y hormigón puede liderar la transición hacia un futuro más sostenible.

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