El siguiente artículo se basa en la posición que posee la Asociación Europea del Cemento – CEMBUREAU- respecto al rol clave que juega la reciclabilidad del hormigón en la adopción de la economía circular dentro de la industria del cemento y del hormigón, entregando algunas claves para impulsar este aspecto.
Fuente: Cembureau
La economía circular es un concepto que, en los últimos años, se hace cada vez más recurrente en las conversaciones sobre sustentabilidad, debido a la necesidad creciente de gestionar los recursos de manera más sostenible. Este modelo busca cerrar el ciclo de vida de los productos mediante el reciclaje, la reutilización y la reducción de residuos, en contraposición con el modelo lineal tradicional de producir, usar y desechar.
En ese sentido, el sector de la construcción se encuentra en el centro de atención. Como el material de construcción más utilizado en el planeta, el hormigón juega un papel crucial en este debate.
Por este motivo, la industria del cemento y del hormigón, representada en entidades como CEMBUREAU, están tomando una posición proactiva, adoptando prácticas y desarrollando innovaciones para alinearse con los principios de la economía circular.
La importancia de una Economía Circular en la Construcción
De acuerdo con los datos emanados desde la Comisión Europea, la construcción y demolición representan aproximadamente el 25-30% de todos los residuos generados en la UE. “Sólo hay un planeta Tierra, pero para el año 2050, el mundo estará consumiendo como si hubiera tres”, subraya la CE.
Por lo mismo, la necesidad de avanzar hacia una economía circular en este sector es, por tanto, apremiante, ya que nuestro consumo actual de recursos no es sostenible a largo plazo. En ese sentido, el hormigón, siendo el material de construcción más utilizado en el mundo, ofrece múltiples oportunidades para la circularidad.
Como se menciona antes, la economía circular, además de reducir el impacto ambiental de las actividades, busca también mejorar la eficiencia en el uso de recursos y generar valor económico mediante la prolongación del ciclo de vida de los materiales. En el caso de la industria del hormigón, esto implica repensar todo el ciclo de vida de los materiales desde su producción a la reutilización de estructuras existentes y el reciclaje de materiales de demolición para crear nuevos productos.
¿Reciclar o reutilizar el hormigón? Primero, jerarquizar
La industria del cemento y del hormigón es clara en este aspecto: el hormigón es un material 100% reciclable. Esta característica lo convierte en un aliado potencial en la transición hacia una economía circular en el sector de la construcción.
En ese sentido, cuando una estructura de hormigón llega al final de su vida útil y es demolida, el hormigón resultante puede ser triturado y procesado para crear lo que se conoce como árido de hormigón reciclado. Este proceso no solo ayuda a reducir la cantidad de residuos de construcción y demolición que terminan en vertederos, sino que también disminuye la necesidad de extraer nuevos áridos naturales, conservando así los recursos naturales y reduciendo el impacto ambiental asociado con la extracción de materias primas.
Esta es sólo una de las estrategias de circularidad que la industria del hormigón tiene incorporada en su quehacer. Además, se plantea la reutilización de estructuras completas o partes de ellas, la que es la opción preferida de acuerdo con la jerarquía de residuos, que prioriza la prevención, reutilización, reciclaje, recuperación y, finalmente, la eliminación.
La reutilización de estructuras no sólo conserva el valor del hormigón original, sino que también reduce la demanda de nuevos materiales y la energía necesaria para su producción y transporte. Ejemplos de esta práctica incluyen la adaptación de edificios antiguos para nuevos usos y la reutilización de elementos estructurales como vigas y columnas en nuevas construcciones.
Sin embargo, cuando la reutilización no es posible (por ejemplo, cuando el hormigón ya ha cumplido un ciclo de vida completo, estando en servicio a veces más de 100 años), el reciclaje del hormigón de demolición se convierte en una práctica ampliamente utilizada que contribuye en gran medida a la economía circular.
Tipos de reciclaje del hormigón
La industria del cemento y del hormigón distingue dos tipos principales de reciclaje del hormigón, cada uno con características distintas.
- Reciclaje de “circuito abierto”: En este caso, los áridos de hormigón reciclado se utilizan en aplicaciones no ligadas, es decir, sin un aglomerante como el cemento. Un ejemplo común de este tipo de reciclaje es el uso de hormigón triturado como base o subbase para carreteras.
Los áridos de hormigón reciclado (AHR) en estas aplicaciones ayudan a reducir la extracción de áridos naturales y minimizan el impacto ambiental asociado con la minería y el transporte de estos materiales.
- Reciclaje de “circuito cerrado”: En este enfoque, los áridos de hormigón reciclado se reincorporan en la producción de nuevo hormigón. Aunque técnicamente más exigente, este tipo de reciclaje está ganando terreno gracias a las mejoras en los estándares de producto y a las innovaciones tecnológicas. Por ejemplo, las normas de productos en toda Europa se actualizan continuamente para especificar los criterios para su uso.
No obstante, el reciclaje de circuito cerrado puede requerir un procesamiento adicional para garantizar que los agregados reciclados cumplan con los estándares de calidad necesarios para su uso en nuevas estructuras de hormigón.
Beneficios del reciclaje del hormigón
Si bien ambos tipos de reciclaje del hormigón difieren en cuanto a sus aplicaciones, los dos poseen entregan beneficios medioambientales porque evitan la extracción de áridos naturales para la producción del material. Además, el reciclaje contribuye a la reducción de residuos de construcción y demolición, disminuyendo la necesidad de vertederos y promoviendo un uso más eficiente de los recursos disponibles.
Sin embargo, contrario a lo que se cree, el reciclaje de hormigón del tipo “circuito cerrado” no siempre es la opción más sostenible, especialmente, cuando se toman en consideración aspectos como el procesamiento adicional que debe tener el hormigón que proviene de residuos de demolición y las distancias de transporte.
Por ejemplo, si una planta de producción de hormigón está situada lejos del lugar de demolición, el transporte de los áridos reciclados podría generar más emisiones de CO2 que el uso de áridos naturales locales. Además, el proceso de trituración y clasificación necesario para producir áridos reciclados de alta calidad para su uso en nuevo hormigón puede requerir más energía que la extracción de áridos naturales.
Para evitar ello, los análisis de ciclo de vida (ACV) resultan claves en determinar la opción más sostenible en cada caso específico. Estos estudios, que la industria promueve fuertemente antes de tomar una decisión, consideran todas las etapas del ciclo de vida del material, desde la extracción de materias primas hasta la disposición final, y brindan una visión más completa de los impactos ambientales asociados con diferentes opciones de reciclaje.
Nuevas formas de reciclar hormigón
Si bien el reciclaje del hormigón no es un tema totalmente novedoso, si es importante actualizarlo de manera constante. En ese sentido, la industria del cemento y del hormigón mantiene procesos de innovación continua en esta materia, con la finalidad de mejorar aún más la eficiencia y sostenibilidad de este proceso.
Algunas de las áreas de investigación y desarrollo que se trabajan en la actualidad incluyen:
– Optimización del proceso de trituración: Se están desarrollando proyectos para optimizar el proceso de trituración y procesamiento del hormigón de demolición, permitiendo su uso en aplicaciones cada vez más exigentes. Estas innovaciones pueden mejorar la calidad de los agregados reciclados y ampliar su aplicación en nuevos proyectos de construcción.
– Uso de partículas finas en la producción de cemento: Se están explorando métodos para utilizar las partículas finas generadas durante la trituración del hormigón en la fabricación de clínker o cemento, reduciendo así las emisiones de CO2. Esta práctica no solo reduce los residuos generados durante el proceso de reciclaje, sino que también contribuye a la reducción de la huella de carbono de la producción de cemento.
– Recarbonatación: El hormigón tiene la capacidad natural de absorber CO2 del aire en un proceso llamado recarbonatación. En esa línea, investigaciones buscan mejorar la absorción natural de CO2 por el hormigón durante el proceso de reciclaje, transformando al hormigón reciclado en un sumidero de carbono y contribuyendo a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Tanto estas como otras investigaciones que se llevan a cabo en esta materia, buscan que el reciclaje del hormigón sea aún más eficiente y beneficioso para el medio ambiente.
Impulsando políticas públicas para el reciclaje del hormigón
Sin dudas, se deben impulsar políticas públicas adecuadas para fomentar el reciclaje del hormigón y así, maximizar los beneficios ambientales que brinda este aspecto del material.
En ese sentido, desde la industria del cemento y del hormigón, se abogan por las siguientes recomendaciones, a modo de impulsar y generalizar su práctica:
1. Fomentar las auditorías previas a la demolición y la clasificación de los residuos de demolición: Esto ayudaría a garantizar que los materiales reciclables de alta calidad puedan llegar al mercado. Las auditorías pueden identificar los materiales que se pueden reutilizar o reciclar, mejorando la eficiencia del proceso de demolición y reduciendo la cantidad de residuos que terminan en vertederos.
2. Eliminar gradualmente el vertido de residuos de construcción y demolición: Desviar los residuos de demolición de los vertederos mantiene el material en la economía y fomenta que el mercado encuentre soluciones para su uso. Esta política puede fomentar la innovación en el reciclaje y la reutilización de materiales, promoviendo prácticas más sostenibles en la industria de la construcción.
3. Evitar objetivos simples de contenido reciclado: La industria argumenta que los objetivos de contenido reciclado para el hormigón son difíciles de cumplir y no necesariamente conducen a una reducción general del impacto ambiental. Este es un punto crucial en la posición de la industria. Las razones para esto son:
– El suministro de materiales reciclados puede no estar siempre disponible localmente y puede requerir transporte a largas distancias.
– El hormigón hecho con áridos reciclados puede no tener el menor impacto ambiental en todos los casos.
– Los áridos reciclados a menudo son técnicamente más adecuados para otras aplicaciones.
En su lugar, la industria sugiere fomentar todo tipo de reciclaje que resulte en una reducción del uso de materiales vírgenes y energía, ya sea de “circuito abierto” o “circuito cerrado”. Este enfoque más flexible permitiría adaptar las prácticas de reciclaje a las condiciones locales y las necesidades específicas de cada proyecto.
Desafíos y oportunidades que brinda el reciclaje del hormigón
Pese a los evidentes avances en el proceso del reciclaje del hormigón, aún existen retos que la industria debe abordar, en orden de maximizar el potencial que posee este aspecto de la economía circular en el desarrollo del sector. Estos desafíos abarcan una serie de aspectos, como las barreras técnicas, económicas y regulatorias.
En el caso de las barreras técnicas, estas se refieren a los retos que presenta el hormigón reciclado bajo la metodología de “circuito cerrado”, en particular, los que se refieren a la variabilidad en la calidad de los agregados reciclados y las limitaciones en su uso en aplicaciones estructurales. En ese sentido, se promueve la investigación y desarrollo continuos resultan claves para superar estas barreras y mejorar la viabilidad del reciclaje de hormigón en una amplia gama de aplicaciones.
Por otro lado, las barreras económicas se refieren al costo del reciclaje de hormigón, que puede ser una barrera para su adopción generalizada. Si bien el reciclaje permite reducir los costos asociados con la eliminación de residuos y la extracción de agregados vírgenes, el procesamiento adicional y el transporte de materiales reciclados pueden incrementar los costos totales. En ese sentido, el desarrollo de políticas públicas y los incentivos económicos pueden desempeñar un papel crucial en hacer que el reciclaje de hormigón sea más rentable y atractivo para la industria.
Finalmente, las barreras regulatorias hacen mención de los marcos legales que posee cada país, los que varían significativamente entre diferentes regiones y países. Esto puede complicar la adopción de prácticas de reciclaje de hormigón. La armonización de estándares y la creación de marcos regulatorios favorables son necesarios para facilitar el reciclaje y promover prácticas sostenibles en toda la industria.
Estos aspectos, si bien representan ciertos inconvenientes, también son oportunidades para la innovación y desarrollo de nuevas tecnologías y prácticas a implementarse dentro de la industria del hormigón.
Transitando hacia una economía circular y un futuro sostenible
El reciclaje del hormigón es una práctica establecida que desempeña un papel crucial en la transición hacia una industria de la construcción más sostenible y circular. Ya que el hormigón demuestra ser un material 100% reciclable, tiene un gran potencial para reducir el impacto ambiental de la construcción y conservar los recursos naturales.
Sin embargo, para la industria del cemento y del hormigón que no existe una solución única para todos los casos. En ese sentido, el enfoque más sostenible dependerá de las circunstancias de cada localidad, incluida la disponibilidad de materiales, las distancias de transporte y las aplicaciones específicas del hormigón. Es por ello que se aboga por un enfoque flexible que fomente todo tipo de reciclaje, que tenga como resultado una reducción tanto en el uso de recursos naturales como de energía, ya sea de con un método de “circuito abierto” o “circuito cerrado”.
La innovación continua en técnicas de reciclaje, junto con políticas de apoyo y una mayor conciencia entre los profesionales de la construcción, puede ayudar a superar los desafíos actuales y maximizar los beneficios del reciclaje del hormigón. Sin embargo, es de suma relevancia evitar políticas que observen al reciclaje del hormigón desde un prisma simplista, ya que pueden tener consecuencias no deseadas y no necesariamente conducir a mejores resultados ambientales.
Mirando hacia el futuro, desde la industria se ve al reciclaje del hormigón como parte de un enfoque más amplio hacia la sostenibilidad, que incluye también la reducción de las emisiones de CO2 en la producción de cemento, el diseño de estructuras más duraderas y eficientes, y la exploración de nuevos materiales y técnicas de construcción.
Al adoptar los principios de la economía circular y continuar innovando en el reciclaje y la reutilización, la industria del cemento y del hormigón continúa trabajando en garantizar que este material esencial mantenga un rol vital en la construcción de nuestro mundo, de una manera que sea sostenible para las generaciones futuras.