Ubicada en los Alpes suizos, “Tor Alva” es una estructura de hormigón impreso 3D blanco de 30 metros de altura que se compone de 32 columnas, las que se fabricaron utilizando herramientas de diseño digital y la tecnología de impresión 3D. El proyecto, que llevó a cabo el ETH Zúrich, busca evaluar nuevas metodologías constructivas con hormigón.
En febrero de 2024, se inició la construcción de “Tor Alva” (o “Torre Blanca”, en español), una estructura de 30 metros de altura diseñada por el prestigioso instituto ETH Zúrich, la que se transformaría, de acuerdo con los involucrados en el proyecto, en la estructura de hormigón impreso 3D más alta del mundo.
Un año y medio después de ese anuncio, finalmente la “Torre Blanca” se inauguró en la pequeña localidad de Mulegns, que se ubica en el corazón de los Alpes suizos y que es la anfitriona de un festival de carácter cultural en el que el ETH Zúrich ya había exhibido otros elementos fabricados con hormigón impreso 3D, como las columnas del denominado “hormigón coreográfico”.
A la inauguración de la Torre asistieron el concejal federal Guy Parmelin y el Dr. Joël Mesot, actual presidente del ETH Zúrich, además de la comunidad de Mulegns, quienes pudieron apreciar esta estructura de hormigón impreso 3D blanco de 30 metros de altura una vez que un helicóptero alzó una tela para revelarla a los asistentes.

La idea de fabricar “Tor Alva” con herramientas de diseño digital e impresión 3D, fue para analizar los beneficios que implica la aplicación de estas nuevas tecnologías en la construcción, como su menor impacto medioambiental y mayor productividad. Asimismo, al utilizar una metodología constructiva modular, la torre se podrá desarmar en piezas de fácil transporte para luego, volver a armarla en otro punto, incentivando así la reutilización de sus elementos de hormigón.
Un “pastel” de hormigón impreso 3D
Arquitectónicamente, la forma de la estructura es similar a la de un pastel adornado en capas, explican desde el ETH Zúrich en el comunicado de prensa. “Se trata de una referencia a la historia de la emigración de los pasteleros de los Grisones, quienes exportaron sus habilidades desde esta región a toda Europa”, aseguraron desde el instituto.

“Tor Alva” se compone de 32 columnas esculpidas de hormigón blanco, las que se elevan a lo largo de los 4 pisos que tiene la estructura. A medida que se asciende, las columnas son cada vez más delgadas y ramificadas, hasta que se despliegan en una figura similar a la de un árbol para formar el espacio abovedado en la parte superior.
El diseño de la torre estuvo a cargo del arquitecto Michael Hansmeyer y de Benjamin Dillenburger, profesor de Tecnologías de Construcción Digitales del instituto. Para su diseño, se utilizaron algoritmos complejos que lograron generar los aspectos ornamentales y estructurales al mismo tiempo. Asimismo, se optó por utilizar un proceso constructivo que sacara a los encofrados tradicionales de la ecuación. En vez de esto, un robot industrial aplicó el hormigón capa por capa a los elementos de forma libre sin necesidad de moldes de soporte.
Nuevos diseños de mezcla para los desafíos del futuro
Uno de los puntos que se analizarán de “Tor Alva” es su capacidad estructural. Por primera vez, los elementos impresos 3D no sólo sirven como armazón, sino también, como elementos que pueden soportar cargas. Según informan desde el ETH Zúrich, esto es posible gracias a un nuevo concepto de refuerzo que se implementó para este proyecto, en el que se utilizaron dos robots: mientras uno aplicaba el hormigón por capas, un segundo colocó un refuerzo con forma de anillo en la nueva estructura cada 20 centímetros.

“Este refuerzo horizontal con forma anular se complementó con barras de refuerzo longitudinales que se añadieron luego de la impresión. El proceso, denominado como ‘refuerzo que crece’, lo desarrollaron los profesores del ETH Zúrich Walter Kaufmann, Robert Flatt y Benjamin Dillenburger, junto con Mesh -startup derivada del instituto- y la empresa Zindel United”, menciona la institución en el comunicado.
Se necesitó un hormigón especialmente desarrollado para llevar a cabo este proyecto. Por una parte, debía ser lo suficientemente blando como para unir las delicadas estructuras y, al mismo tiempo, endurecerse con la rapidez suficiente para soportar las capas posteriores. Robert Flatt, profesor de Fisicoquímica de Materiales de Construcción en ETH Zúrich, desarrolló una novedosa mezcla para este propósito. Justo antes de que el hormigón salga de la boquilla presurizada, se añaden dos aditivos a la mezcla, lo que permite lograr el característico relieve en forma de gota en las columnas.
“La torre combina los últimos avances en investigación y desarrollo con la experiencia de empresas y expertos. Construir la torre en este lugar, a los pies del Paso Julier, también permitió que nuestros investigadores adquirieran una experiencia práctica importante”, destacó Joël Mesot, presidente del ETH Zúrich.
Según informaron las autoridades, “Tor Alva” estará abierta al público para que puedan conocer sus espacios y desde el mes de julio, albergará diversas expresiones artísticas. La “Torre Blanca” permanecerá en Mulegns cerca de cinco años, hasta que se desmantele y se vuelva a instalar en otro sitio.