Desarrollan hormigones más resistentes con áridos reciclados de PPE en Australia

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Un equipo del RMIT realizó ensayos con tres tipos de residuos provenientes de artículos de protección personal, cuyo uso se incrementó en los últimos años producto de la pandemia. Los primeros ensayos arrojaron positivos números y ya se vislumbran posibles aplicaciones de este nuevo hormigón con árido reciclado.

Dentro de los múltiples aspectos derivados de la pandemia causada por el Covid-19 (y que continúan desarrollándose) está el explosivo aumento en la generación de residuos producto de artículos de protección personal (PPE, en sus siglas en inglés) tales como mascarillas, guantes de goma u otros.

En efecto, se estima que se producen diariamente, en promedio, unas 54.000 toneladas de este tipo de residuos. Asimismo, mensualmente alrededor de 129 billones de mascarillas son utilizadas y luego desechadas en el mundo, lo que da ciertas luces del aumento en este tipo de residuos.

De la misma forma, también aparecieron iniciativas para reciclar y reutilizar estos elementos para mejorar las propiedades del hormigón, como la de reconvertir mascarillas desechadas en microfibras sintéticas (y que se abordó en este mismo espacio).

No obstante, lo que proponen investigadores del RMIT University es completamente distinto: reutilizar y reciclar como árido al menos tres tipos de residuos PPE para así, incrementar al hormigón. Y los resultados arrojaron positivos números.

Incorporando aspectos de Economía Circular

El equipo de la Escuela de Ingeniería del RMIT desarrolló el estudio tomando como base tres tipos de elementos de protección personal desechables para reciclaje: mascarillas faciales, batas de aislación y guantes de goma.

Posteriormente, estos productos se trituraron para transformarlos en áridos reciclados y así, incorporarlos a la mezcla del hormigón. Para ello, se fabricaron probetas cilíndricas de ensayo con que incorporaron el árido reciclado de cada uno de estos elementos, logrando así establecer una relación entre el porcentaje de reemplazo y la mejora del hormigón en cuanto a aspectos como resistencia a la compresión, fisuración, elasticidad y otros aspectos.

Foto: El vicecanciller indígena, candidato a doctorado y co-investigador del, Shannon Kilmartin-Lynch, junto a las probetas de ensayos fabricadas con el hormigón con árido reciclado de PPE. Crédito: RMIT.

Respecto al porqué utilizar este tipo de residuos para la incorporación al material, Shannon Kilmartin-Lynch, candidato a Ph.D y primer autor del estudio, comentó que “necesitamos, de manera urgente, soluciones inteligentes para la pila de desechos generada por el Covid-19, que siempre está creciendo. Este desafío permanecerá con nosotros includo cuando la pandemia termine”.

En ese sentido, el Doctor Rajeev Roychand, de la misma casa de estudios y co-autor del estudio, explicó que la industria de la construcción en general, y del hormigón en particular, tiene un rol significativo en la transformación de este tipo de residuos a recursos con valor.

“Con este acercamiento a la Economía Circular, esperamos mantener ese tipo de residuos lejos de los rellenos sanitarios y así, aprovechar al máximo el valor que tienen estos materiales en la creación de mejores productos”, subrayó Jie Li, académico del RMIT y líder del equipo de investigación

Tasas de reemplazo y mejoras importantes

Si bien el estudio se encuentra en sus primeras etapas, la fabricación de probetas de hormigón con los tres tipos de residuos arrojó interesantes resultados, tanto en la tasa de reemplazo del árido natural -recurso cada vez más escaso- como en los porcentajes de mejoras de las cualidades del hormigón.

Respecto a los primeros números, lo primero que se hizo fue la categorización en tres tipos de elementos (mascarillas faciales, batas de aislación y guantes de goma), los que se trituraron para incorporarlos a tres probetas de ensayo, en tasas de 0,1% a 0,25%.

Foto: Detalle de las probetas de ensayo fabricadas con el hormigón con árido reciclado de PPE. Crédito: RMIT.

Una vez realizados los ensayos, se llegaron a interesantes conclusiones. Por ejemplo, el hormigón con áridos de guantes de goma mejoró su resistencia a la compresión en un 22%. Por su parte, la probeta con batas de aislación aumentó la resistencia a la flexión mecánica hasta en un 21%, a la resistencia a la compresión en un 15% y mejoró su elasticidad en un 12%. Finalmente, el hormigón con árido reciclado de mascarillas faciales incrementó su resistencia a la compresión en un 17%.

De acuerdo a los investigadores, el próximo paso es evaluar el potencial de estos hormigones en distintas mezclas, además de desarrollar estrategias de implementación prácticas y trabajar en pruebas de campo.

Revisen el estudio completo, AQUÍ

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