El uso de la tecnología de los Moldajes Flexibles tiene la capacidad de generar formas curvas complejas, más armónicas al medio ambiente y habitante, abriendo, así, las virtudes espaciales que se pueden obtener con el hormigón, rompiendo los límites de lo que se puede lograr con los tradicionales.
El hormigón armado, por sus grandes propiedades de resistencia y durabilidad, se transformó en el material constructivo más usado en la actualidad.
En la búsqueda de nuevas posibilidades y aplicaciones de este material se desarrolla la tecnología de los Moldajes Flexibles. Este sistema, inédito en el país, reemplaza los rígidos usados convencionalmente en el hormigón, por unas membranas flexibles de textiles, llamadas geotextil, que generalmente se usan en pavimentación.
El uso de éstos tiene la capacidad de generar formas curvas complejas, proporcionando figuras más armónicas al medio ambiente, abriendo, así, las virtudes espaciales que se pueden obtener con el hormigón, rompiendo los límites de lo que se puede lograr con los moldajes tradicionales.
El principal gestor de esta tecnología es el arquitecto canadiense Mark West, quien funda en la Universidad de Manitoba en Canadá, el laboratorio CAST, dedicado al estudio y experimentación de los encofrados flexibles. Con él, comenzaron un trabajo conjunto un equipo de profesionales de la Escuela de Arquitectura y Diseño de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), quienes, a partir del 2001, empezaron a desarrollar en nuestro país una línea de investigación y experimentación en este campo.
Una de los integrantes de este equipo es la arquitecta Victoria Jolly, quien comenzó a trabajar en la línea de los Moldajes Flexibles planteando el postulado de que “el hormigón en sí mismo comienza su vida no como sólido, sino húmedo, plástico, un material “fluido”. Como tal, su destino volumétrico no le pertenece a sí mismo; su forma depende enteramente del material y la geometría de sus moldes. La mayoría de los sólidos prismáticos rectangulares típicamente asociados a la arquitectura en hormigón, no son inherentes al hormigón, sino más bien al material usado para construir sus moldes”.
A partir de este principio, la arquitecta plantea que la tecnología de los Moldajes Flexibles es la búsqueda de un nuevo lenguaje de la forma arquitectónica, transformándose en un nuevo modo de darle forma al hormigón, con el objetivo de llevar este método a la práctica constructiva.
Las ventajas de esta nueva tecnología y las posibilidades de generación de formas curvas que se relacionan de manera más armónica con la naturaleza y el mismo habitante, los convierten en el sistema ideal para la construcción de mobiliario urbano, logrando revitalizar y potenciar los espacios públicos, transformándolos en verdaderos lugares de encuentro.
La concepción de un mobiliario urbano en hormigón con la técnica de los Moldajes Flexibles presenta altos beneficios en cuanto a su durabilidad material y resistencia en el tiempo, necesitando nula o escasa mantención. Investigaciones han demostrado que, con esta tecnología, la calidad del hormigón obtenido aumenta, lográndose una superficie rugosa de mayor dureza y resistencia, que lo hace menos susceptible a la acción vandálica, no recibiendo fácilmente graffitis o rayados.
Un gran ejemplo de su uso en mobiliario urbano es el parque Recreativo Centro Cívico de Loncura, en la comuna de Quintero (2010), obra de la arquitecta Victoria Jolly. Este proyecto fue seleccionado en el libro “Medidas destacadas en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental”, documento que recoge el primer concurso organizado por el Servicio de Evaluación Ambiental de Chile.
Conversamos con Victoria Jolly sobre el desarrollo de esta nueva tecnología de los Moldajes Flexibles para la construcción con hormigón, y sus posibilidades y desafíos en el diseño y generación de mobiliario urbano.
-¿Cómo fue la génesis del desarrollo de la técnica de los Moldajes Flexibles?
El hormigón armado se ha constituido por sus grandes propiedades probablemente, en el material de mayor importancia en el siglo XX y continuará siéndolo en el siglo XXI. Pero es un material que es susceptible de ser mejorado tanto en cuanto a sus rendimientos técnicos, formales, como en las virtudes espaciales que se pueden obtener con él.
Este trabajo consiste en una línea de investigación de un nuevo lenguaje de la forma arquitectónica, que se obtiene a través del uso de membranas flexibles de textiles en los moldajes preparados para vaciar hormigón.
La tecnología de los Moldajes Flexibles, es un nuevo modo de dar forma. Es un nuevo lenguaje tecnológico que abre posibilidades formales reubicando la concepción del hormigón, como un fluido, un material plástico y moldeable.
-¿En qué consiste esta nueva tecnología?
Radica en el reemplazo de los moldajes de paneles rígidos, usados convencionalmente en el hormigón (los terciados, el metal), por unas membranas flexibles de textiles (tela llamada geotextil), usada generalmente para pavimentación.
El principal gestor de esta tecnología ha sido el arquitecto canadiense Mark West, quien funda en Canadá el laboratorio C.A.S.T en la Universidad de Manitoba, bajo el siguiente postulado: “Las estructuras naturales tienden a ser pequeñas, húmedas y flexibles; las estructuras que realiza el hombre son grandes, secas y rígidas. Ahora la técnica de los moldajes flexibles por unos instantes nos aproximan a esta realidad natural permitiéndonos obtener beneficios integrales para el hormigón armado”.
El objetivo es llevar este método constructivo a la práctica, contribuyendo al desarrollo de nuevas tecnologías en la arquitectura y diseño de nuestro país.
-¿Qué posibilidades de nuevas formas se pueden obtener con la utilización de los Moldajes Flexibles?
Estas piezas tienen la capacidad de generar formas que tienden a catenarias y curvas complejas, proporcionando elementos armónicos al medio ambiente que cuidan el entorno.
El resultado son figuras orgánicas que se constituyen como parte del paisaje, con un hormigón amable al tacto. Pareciera que por primera vez el hormigón no impone sus aristas sino que rima con las formas orgánicas de la naturaleza.
-¿Cuáles son las ventajas que ofrece esta tecnología constructiva que la hacen ideal para la construcción de mobiliario urbano?
A) Propiedades del Moldaje
El armado del moldaje y su llenado en un breve período de tiempo permite un bajo costo y operabilidad eficiente. Son reutilizables muchas veces. No propagan rajaduras, y el hormigón no se adhiere a la tela por lo que no requiere desmoldantes. Su bajo peso y volumen pequeño los hace transportables.
B) Resistencia y permeabilidad
Los Moldajes fabricados con textiles permeables producen una superficie de terminación rugosa y un hormigón más resistente en la superficie. Las investigaciones que se dirigen a las mediciones cuantitativas de los hormigones obtenidos con Moldajes Flexibles han demostrado que la calidad del hormigón aumenta, la superficie adquiere mayor dureza y resistencia al mejorarse la relación agua/cemento como también permitir la extracción de las burbujas de aire de la argamasa de hormigón antes de fraguar con el empleo de geotextiles permeables.
C) Resultado de las formas curvas
Las geometrías de las tensiones naturales producidas por los Moldajes con textiles son invertibles para producir geometrías de pura compresión perfectamente apropiadas a la resistencia a la compresión del hormigón.
-¿Cuáles son los desafíos de trabajo que se plantean para difundir y posicionar esta tecnología?
Con respecto a su factibilidad, esta investigación no depende del desarrollo de nuevos materiales tecnológicos, porque nace a partir de los materiales tradicionales ya existentes, como el hormigón, fierro, textiles y herramientas existentes en el comercio.
El segundo ámbito de la investigación es la docencia, abrir la posibilidad de que profesores de distintas disciplinas trabajen en conjunto, mejorando el rendimiento técnico, formal y espacial del hormigón.
El tercer y último ámbito es el profesional, en el que se desarrolla esta tecnología aplicándola en la construcción de obras con elementos prefabricados industrialmente o vaciados in-situ.