Lo que hasta ahora era un residuo más de la construcción, con este innovador empaque se convierte en una solución eficiente y amigable con el medioambiente.
“En los sacos normales siempre es un tema la basura, los escombros. Aparte que siempre queda cemento que se pierde en los mismos sacos. Con el saco soluble no perderíamos nada de la materia prima”, explicó Arnaldo Paz quien participó en las pruebas que piloteó Melón Cementos con varios maestros, albañiles y operaciones industriales que utilizan sacos, todo ello antes de salir al mercado. Es el nuevo saco soluble que Melón lanzó durante esta semana y que es pionero a nivel nacional y se suma a las experiencias que existen a nivel internacional.
Los nuevos sacos de cemento están hechos de un papel tratado especialmente para ingresar completamente a la mezcla sin afectar la calidad del hormigón.
Esta tecnología no será sólo de mayor comodidad para los maestros, quienes no tendrán que estar vaciando envoltorios y juntando residuos que limpiar al final del trabajo. Esta innovación está en línea con el espíritu de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP), dado que evita que se genere el residuo.
Desde Melón Cementos señalan que para la compañía es esencial realizar nuevas formas de producir que incorporen la economía circular y que al mismo tiempo aumente la productividad. “Este cambio tendrá un efecto importante en tres grandes áreas: la primera es la reducción tiempo de limpieza en las obras, dado que no se generan residuos, un menor impacto en el medioambiente al disminuir la cantidad de desechos y la última, una mayor eficiencia debido a que hay una menor pérdida de material, que si bien es poco cuando se piensa en cuatro sacos, tiene una gran dimensión cuando pensamos en los millones de sacos que se utilizan al año”, explicó Juan Carlos Muñoz, Gerente Supply Chain de Melón Cementos.
Este producto fue lanzado en las tiendas de Sodimac y ya recibió el visto bueno de algunos maestros que probaron el producto en un plan piloto que se realizó durante julio.
Daniel Longoni, quien tuvo la oportunidad de probar el nuevo envase, destacó la calidad del cemento y su usabilidad, “la trabajabilidad es exactamente igual al saco tradicional. Cuando uno hace mezcla de cemento, los sacos siempre vuelan por todas partes y hay que estar recogiéndolos y eso es tiempo perdido y contaminación. Acá uno tira el saco completo y se olvida de la basura”.
La puesta en marca será progresiva a lo largo del país y en los centros de distribución y se espera una gran respuesta de los usuarios.
