Innovando en altura: lo nuevo en gruas, encofrados, andamios y ascensores de obra

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El desarrollo de proyectos en altura en el país ha aumentado tanto sus requerimientos de carga como de transporte de personas, lo que obliga a traer nuevas maquinarias que puedan cumplir con dichas especificaciones y además, con las regulaciones que rigen a este tipo de construcciones. Guillermo Schenone, gerente general corporativo de Integral, nos da un detallado diagnóstico al respecto y, junto con ello, entrega sus soluciones.

Los proyectos de edificación en altura toman cada vez más relevancia. El uso de suelo urbano –sobre todo en la ciudad de Santiago– es cada vez más escaso, lo que obliga al desarrollo de proyectos habitacionales que privilegien la densificación en altura, tanto para soluciones habitacionales como para comerciales (edificios de oficinas). Esto, sin dudas, también ha impulsado a que las maquinarias en obras de este tipo, ya sean grúas, andamiajes y otros, vayan adecuándose a este tipo de proyectos que, a su vez, necesitan más y mejores tecnologías de este tipo.

Asimismo, en el desarrollo de maquinaria para transporte vertical de carga y personas, también se deben tener en cuenta las normativas que rigen los proyectos en altura. Ciertamente, las regulaciones actuales son mucho más complejas que las que existían y quienes prestan servicios relacionados con estas maquinarias, lo saben. Por lo mismo, van buscando soluciones para que sus productos cumplan con todas las exigencias.

“Hoy día hay un elemento bien interesante que está apareciendo en Chile, que va a cambiar el mercado de la construcción”, dice Guillermo Schenone, gerente general corporativo de Integral, consorcio que agrupa a Soinsa (especialistas en andamios y encofrados) y Heavy Duty (enfocada a grúas torre, ascensores de obra y montacargas). Ese cambio, al que se refiere el ejecutivo, es la restricción de uso de espacio aéreo.

-¿Qué significa ese cambio que mencionas?

-Antes, tú tenías tu terreno y estaba el del vecino, al lado, y tenías otro terreno acá. Y se  montaba una grúa torre y se podía pasar con esta por encima de los vecinos. En las principales capitales del mundo, existe la restricción del uso del espacio aéreo que significa que tú no puedes invadir el espacio aéreo vecino. Y qué significa esto: que las grúas torre tienen que girar dentro de su propio espacio aéreo. Entonces, las grúas torre ya no son flat, ya no son horizontales las plumas, sino que tienen que vascular para poder girar dentro de un espacio aéreo más restringido.

“Eso es algo que viene”, asevera Schenone. “La comuna de La Florida ya aplicó la restricción de uso de espacio aéreo en todas sus obras y ahora viene en Santiago Centro y en Las Condes, y es un tema que va a explotar y va a cambiar el mercado porque muchas constructoras se van a ver muy limitadas para poder construir”.

En esa misma materia, el experto adelanta que el mercado demanda maquinaria –en este caso, grúas torre– más grande, ya que junto con la altura, “además, viene mucho el tema del prefabricado, las velocidades constructivas están aumentando y el cliente quiere mover paquetes de fierro más grandes, capachos de hormigón más grandes”.

Este aumento en las capacidades de carga se ha incrementado con el tiempo: si de 2010 a 2016 se avanzó de unos 2.5 a 8 mil kilogramos, “hoy estamos superando, en requerimientos de clientes, pedidos por sobre las 12 toneladas. O sea, del 2016 al 2019, se duplicó nuevamente (el peso de la carga)”, explica Guillermo Schenone. En síntesis, dice el ejecutivo, “el mercado está cambiando a grúas de pluma abatible en las zonas de espacios confinados, está cambiando a grúas torre de mayor tonelaje y mayor pluma”.

-En ese contexto, ¿qué soluciones entrega el mercado en relación a grúas torre?

-Ya hace algunos años atrás, empezamos a traer grúas con pluma abatible o basculantes. Además, estamos trayendo grúas torre de alto tonelaje. Estamos, hoy día, operando grúas con más de 40 toneladas de capacidad de carga. Eso es 10 veces una grúa torre normal. Y estamos estudiando proyectos con grúas más grandes.

Asimismo, destaca a grúas con altura considerable cuya pluma tiene su primer punto de anclaje a la edificación -lo que se define como altura de autonomía- en los 100 metros. Estas grúas se denominan de autonomía especial y, de acuerdo al ejecutivo, “la normativa me dice: no puede limitar la grúa. Lo que hay que hacer es: o poner una grúa torre de pluma abatible o pasar al edificio de al lado y girar libre en 360 grados. Entonces, para poder girar libre en 360 grados, empezamos a tener grúas de mucha altura de autonomía. Existen grúas hoy día, montadas en ciudad, sobre los 100 metros de altura sin anclarse en ningún lado”.

 Asimismo, en términos de andamiaje, el gerente general corporativo de Integral revela que el fuerte de la inversión de su firma se encuentra en “sistemas de seguridad y en andamios de aluminio con sistema de acople rápido y armado fácil. Eso viene destinado, en el fondo, a mantenimiento industrial y a plantas mineras. Todos son andamios de muy bajo peso -pesan un tercio de lo que pesa un andamio tradicional- y tienen los mismos mecanismos de seguridad que un andamio tradicional, y se montan más rápido”.

-Hablábamos también de ascensores de obra y cómo estos serán fundamentales en el sector. ¿Qué respuesta existe en la actualidad para este mercado?

-Hoy día, estamos con equipos desde 35 metros por minuto, velocidad de elevación, hasta 120 metros por minuto, en velocidad de elevación. Es muy rápido. En 30 segundos, llegaste arriba del edificio y nuestros ascensores son sin contrapesos. Eso es importante, porque normalmente los ascensores, para poder llegar a esa velocidad, tienen unos contrapesos con unos cables y esos tienden a fallar y es de mantenimiento costoso. Nosotros, ya estamos sin contrapesos con energía directa, a 120 metros por minuto, todos (nuestros ascensores) con variador de frecuencia y bajo consumo eléctrico.

Estas innovaciones, a juicio de Guillermo Schenone, permiten mejorar ostensiblemente los ritmos de construcción y con ello, los índices de productividad del sector. En especial, el uso de ascensores de obra en edificaciones en altura. “Algunas constructoras hacen que las personas suban por las escaleras del edificio. En desplazamiento de personas se pierde, en promedio, entre una hora y una hora y media al día. Con un ascensor de obra, se les entrega un mucho mejor servicio a los trabajadores, es más seguro y además, la obra tiene mejor tiempo. Es una tendencia a nivel mundial y que viene fuerte”, asegura el ejecutivo.

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