Si bien en nuestro país el uso de macrofibras para refuerzo del hormigón es un hecho en el mundo de la minería, en obras civiles aún se mira con cierto resquemor su aplicación al shotcrete. Sin embargo, según el profesional germano, existen ánimos de innovar en nuestro país respecto a esta materia, algo que Winterberg celebró y de lo que conversamos en extenso para Hormigón al Día.
El uso de fibras para el refuerzo del shotcrete no es una novedad. De hecho, desde hace varios años, la utilización de este elemento se ha convertido en parte esencial del diseño de mezcla que posee el hormigón proyectado y la discusión se ha trasladado respecto a la naturaleza de la fibra y sus prestaciones. Vale decir, si es mejor una fibra sintética, una metálica u de otro material.
Junto con ello, la presencia de macrofibras en las grandes obras subterráneas del país, en especial, en las mineras, demuestra la necesidad de conocer más sobre la naturaleza de estas, las características que entregan al diseño del shotcrete y los beneficios que pueden brindar a la fortificación de túneles, especialmente en el aspecto de la seguridad.
Al respecto, Ralf Winterberg, ingeniero civil especialista en hormigón reforzado con fibra y con doctorado en la materia de la Universidad de Bochum, Alemania, participó en el segundo Congreso Shotcrete Underground 2019 y en la ocasión, comentó a Hormigón al Día que existe una tendencia mundial en el mundo de la obra subterránea que busca cambiar “el uso de mallas por fibras”.
“Es muy obvio que aquí, en Chile, existe una gran ambición para desarrollar aún más el shotcrete como aplicación”, aseveró el profesional y comparó la evolución que ha tenido este método en el país. “La primera vez que se utilizó este método en Chile fue en los noventas, para el Metro de Santiago, cuando otros lugares en Europa comenzaron la aplicación de shotcrete en los setentas”, explicó.
Por ello, es que puntualizó que si bien Metro fue la primera obra que utilizó shotcrete con fibras, las macrofibras entraron con fuerza en el mundo de la minería. “En la actualidad –dijo Winterberg– estamos viendo una gran aplicación de estos contenidos por parte de Codelco, en Chuquicamata”.
A su juicio, ¿a qué se debe esta situación en que las macrofibras se hallan más presentes en obras mineras?
-Creo que existe una suerte de pequeño conservadurismo al respecto en el mundo civil, mientras que en la minería, hay diferentes conceptos en relación a la seguridad. No obstante, en la otra vereda, está el tema del transporte público donde existen riesgos para las personas, por lo que lo los temas relacionados con la seguridad son mucho más elevados.
En ese mismo aspecto, el ingeniero resaltó que si bien ambas obras se realizan bajo tierra, en el caso de la minería, existe la posibilidad de innovar respecto a la utilización de shotcrete reforzado con macrofibras. Sin embargo, aclaró que “la gente quiere innovar, quiere utilizar nuevas tecnologías”, por lo que en el futuro, ve que mayor presencia de macrofibras en grandes obras de carácter civil.
Por lo mismo, es que el desarrollo de una actividad como el segundo Congreso Shotcrete Underground 2019 cobra relevancia ya que, a juicio del profesional, es posible conocer distintas experiencias –en este caso, con el uso de macrofibras– y “compartir aquellas que han tenido resultados positivos con estas innovaciones. Éste es el camino para presentar nuevas tecnologías a los distintos actores del sector”.
¿Qué importancia tiene el realizar una actividad como ésta, enfocada al shotcrete?
-Creo que es muy bueno juntar a toda la gente en esta materia y realizar este congreso, tener estas discusiones paralelas, reunir a las personas, compartir tecnologías, ideas innovadoras y discutirlas. Se siente que la tecnología es aún muy nueva y en especial, el shotcrete en sí mismo es una materialidad compleja. Lo que vimos aquí fueron sólo aplicaciones. El shotcrete, en sí mismo, es más complejo.