El académico del Departamento de Ingeniería y Gestión de la Construcción UC, Iván Navarrete, asume la conducción del Centro de Innovación del Hormigón UC (CIH UC) desde octubre de este año, planteándose como principales desafíos incentivar y promover la interacción entre academia, industria y sector público, como también, el desarrollo de instancias que potencien la vinculación con el medio a través de la competencia estudiantil “Desafío Nacional del Hormigón”, el “Congreso Nacional del Hormigón”, entre otras metas.
Luego de consolidarse como Grupo de Innovación en Construcción con Hormigón UC, historia que inicia a partir del año 2016 bajo la dirección del académico Marcelo González Hormazábal, el Centro de Innovación del Hormigón UC (CIH UC) inició en 2022 un trabajo que recogió la experiencia anterior -el trabajo interdisciplinario, la coordinación entre el sector público, privado y academia- con el objetivo de ampliarla y así, potenciar desarrollos y soluciones para la industria del cemento y del hormigón de Chile.
Desde su creación, la dirección del CIH UC recayó en Marcelo González, cuyo objetivo principal fue posicionar a esta nueva entidad, incubada dentro de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en la órbita del mundo de la construcción con hormigón. En ese sentido, el trabajo que realizó el académico en el Grupo de Innovación en Construcción con Hormigón UC resultó clave, ya que eso permitió sumar más actores al Centro, fomentando el vínculo con la industria.
A partir del año 2023, la tarea de continuar la consolidación del Centro de Innovación del Hormigón UC, recayó en Matías Hube, destacado académico de la Escuela de Ingeniería UC, del Departamento de Ingeniería Estructural y Geotécnica UC. Bajo su liderazgo, el CIH UC amplió su rango de acción, incorporando a nuevos actores del mundo privado y sumando a entidades del sector público, además de la realización de diversas actividades -como el reciente Primer Congreso Nacional del Hormigón- las que posicionaron al Centro como un actor relevante dentro del ecosistema de la construcción con hormigón.
Desde octubre de 2025, Iván Navarrete Leschot, académico del Departamento de Ingeniería y Gestión de la Construcción UC y hasta entonces subdirector de la entidad, asume la posta de la dirección del CIH UC, con un objetivo claro: ampliar la base de acción del Centro y potenciar su rol como articulador entre el mundo público, la industria y la academia, en la búsqueda de soluciones escalables y sostenibles para el sector.
El camino recorrido hasta ahora por el CIH UC
Desde su oficina, ubicada en el Departamento de Ingeniería y Gestión de la Construcción de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Campus San Joaquín (comuna de Macul, Santiago), el nuevo director del CIH UC entrega algunos análisis de lo ha sido el crecimiento de esta entidad, a poco más de tres años desde su creación.
Ya como nuevo director del CIH UC, ¿cómo analiza el crecimiento de esta entidad desde su formación como Grupo de Innovación hasta la actualidad?
-Creo que el Centro se ha permitido llenar o avanzar en un vacío que era bien significativo y necesario de cubrir: la vinculación real entre la academia, el mundo público y la industria. Si bien antes existían trabajos en conjunto —y que siguen realizándose—, estos eran muy puntuales y no siempre tenían una visión de largo plazo ni estaban orientados a resolver los problemas concretos del sector privado o del sector público. Ese vacío es justamente el que viene a llenar el Centro.
“Tener en una misma mesa a las hormigoneras, a las empresas constructoras y a instituciones del sector público -agregó- hace que los problemas se puedan atacar viendo, por una parte, las afecciones del mundo real y así, vincularlas con lo que desarrollamos en la academia”.
En ese sentido, el nuevo director del CIH UC destaca que el Centro, al tener a todos los actores, permite elaborar estrategias e investigaciones a partir de los desafíos que tenga el sector. “En una misma mesa -como en la que devino el Centro en su desarrollo- se pueden escuchar cuáles son los problemas y a partir de eso, plantear proyectos que generen un nexo y un impacto mucho mayor al país”, afirmó.
Por lo mismo, Iván Navarrete puntualiza que su labor como director será, en cierta medida, algo similar a la que ya venía realizando como subdirector de la entidad: la coordinación y la colaboración entre los distintos académicos vinculados al área del hormigón con lo que se plantee en la mesa del Centro.
¿Qué significa para usted, en ese sentido, el asumir como director del CIH UC?
-Si bien antes participaba de las reuniones, definitivamente el que se lleva la mayor responsabilidad es el director del Centro quien, con el apoyo de su equipo, debe ir realizando o impulsando que el CIH UC haga las distintas actividades, apoye a los académicos y logre esta vinculación con la industria y el sector público.
Vinculación universitaria: Desafío Nacional del Hormigón y trabajos académicos
Dentro de los diversos desafíos que enfrentará Iván Navarrete a la cabeza del Centro, existe uno que se vincula particularmente con el quehacer universitario y, además, con el futuro de la industria: el mundo estudiantil.
En ese aspecto, desde el año 2024 se oficializó el “Desafío Nacional del Hormigón”, competencia en la que participan estudiantes de carreras vinculadas al sector (Ingeniería Civil, Construcción Civil y Arquitectura) y que, comenta el director del Centro, es una actividad que, por sus características, muchas veces incrementa el interés del estudiantado por el desarrollo del hormigón para sus futuros proyectos.
“Hoy existe mucho mayor interés en carreras más vinculadas al mundo de la tecnología, como por ejemplo informática o de esas áreas, que son las que captan la atención de los nuevos estudiantes”, analizó el director del Centro. Por lo mismo, esta actividad -menciona el académico- se convirtió en una instancia clave para potenciar el vínculo de la entidad con estudiantes de distintas ciudades del país.
A su juicio, ¿cómo evalúa el desarrollo de esta competencia nacional?
-Es una instancia muy enriquecedora, y creo que puede generar impactos que quizá, en el corto plazo, aún no logremos dimensionar. Hoy vemos que el interés de las nuevas generaciones por el área de la Ingeniería Civil ha ido disminuyendo, y en ese contexto, iniciativas como el Desafío cobran un valor enorme. El hecho de que los estudiantes puedan desarrollar algo con sus propias manos —como ocurrió en la última versión, donde tuvieron que fabricar sus probetas y luego transportarlas— los motiva muchísimo y los acerca concretamente al mundo del hormigón. Así, podemos atraer talento joven hacia esta área de investigación.
En esa línea, el nuevo director del CIH UC es categórico. “Se ve difícil que, en el futuro mediano, al menos, exista otro material que vaya a hacer o que vaya a cubrir todo lo que se puede hacer hoy en día con el hormigón. Entonces, necesitamos ingenieros, vamos a necesitar profesionales que puedan seguir trabajando con este material”.
¿Cómo nota usted la influencia de esta competencia en el interés que puedan desarrollar los estudiantes en las áreas vinculadas al estudio del hormigón?
-En estos tres años me ha tocado liderar esta competencia y acompañar especialmente a los grupos que representan a la Pontificia Universidad Católica de Chile. Es impresionante ver cómo muchos estudiantes toman cursos —por ejemplo, el de tecnología del hormigón— y, en las evaluaciones docentes, comentan cosas como: “no entendía por qué íbamos a dedicar un semestre completo al hormigón”. Pero luego de participar en el Desafío, he visto a varios de esos mismos alumnos motivarse tanto que incluso quieren seguir con posgrados en el área.
“Piensa que muchos de los jóvenes que participan en el Desafío partieron su vida universitaria a través de la pantalla, debido al COVID-19. Entonces, esto de ir a meter las manos en el laboratorio y que todo el peso estuviera en sus decisiones, incrementó el interés por continuar los estudios en esta área”, recalcó.
Desde una apreciación cualitativa, Iván Navarrete percibe que la competencia nacional se convirtió en un plus que posee el CIH UC en vincular al mundo del hormigón con el quehacer estudiantil. Por lo mismo, apunta que, desde su creación, el Centro cuenta con una glosa del presupuesto de la entidad asegurada para que los ganadores del Desafío representen a Chile en la competencia que organiza el American Concrete Institute en Estados Unidos. “Eso lo hizo el profesor Marcelo González, el primer director del CIH UC”, subrayó Navarrete.

También, destaca que en la última edición del Desafío Nacional del Hormigón hayan participado estudiantes provenientes de Valdivia, Concepción, Talca y Temuco, además de universidades de la Región Metropolitana. “De hecho, hablando con Viviana (Letelier, académica de la Universidad de la Frontera, con quien Iván Navarrete tiene investigaciones en conjunto), ella me decía que, para las universidades regionales, es complejo destinar recursos para participar en este tipo de instancias, pero fue el propio interés de los estudiantes de querer estar en el Desafío, el que permitió que pudieran participar”, recalcó.
De la misma manera, el equipo del Centro destaca la valiosa participación de la academia y la industria nacional en el Primer Congreso Nacional del Hormigón, donde expusieron representantes de universidades de Magallanes, Concepción, Talca, Viña del Mar, y Santiago, además de la participación de una empresa de Puerto Montt, lo que potenció fuertemente el vínculo entre academia e industria a nivel nacional. “Claramente es un desafío poder involucrar a nivel del norte de nuestro país, lo que permitiría acercarnos a las necesidades y vivencias locales de dicha zona”, comenta Iván Navarrete.
Son este tipo de acciones, a juicio de Iván Navarrete, las que reflejan el impacto que tiene este evento en la misión del CIH UC. “Como te mencionaba, tal vez en el corto plazo no se aprecie el impacto que tenga esta competencia, pero puede ser que, a través de ésta, en los próximos años tengamos excelentes profesionales que quizás no hubiésemos podido captar si no fuese por este tipo de instancias, que nos permite vincular con las nuevas generaciones”, subrayó.
¿También en el crecimiento del Centro hacia otros actores de la academia? Porque podría pensarse que, al estar bajo el alero de una universidad, todo lo relacionado con el CIH UC quedaría siempre bajo el paraguas de la UC.
-Creo que eso que tú mencionas es un punto bien importante y de gran valor para el Centro, que es justamente ser una institución que permita potenciar la colaboración entre distintas universidades del país. Tenemos trabajos de investigación en conjunto con académicos de diferentes casas de estudio y por mi parte, además de colaborar en investigaciones con Viviana Letelier, también he colaborado bastante con la Universidad Austral, la Universidad de los Andes y, en general, se han dado vínculos con otras universidades del país.
En ese sentido, el director del CIH UC destaca, como ejemplo de colaboración, la investigación en conjunto que desarrolla con la académica Viviana Letelier, de la Universidad de la Frontera, y con Elodie Blanco, profesora asistente en el Departamento de Ingeniería Química y Bioprocesos y del Departamento de Ingeniería y Gestión de la Construcción de la Pontificia Universidad Católica de Chile, con quienes busca la carbonatación de áridos reciclados de hormigón y la implementación de este elemento en la impresión 3D del material.

Este proyecto, que nace a raíz de la investigación que comenzaron las académicas en torno a la carbonatación del árido reciclado de hormigón, incorpora este nuevo elemento que, a juicio de Iván Navarrete, le da nuevas características y que, “los tres por separado no lo habríamos podido realizar, al menos, cada uno desde su área de estudio. De no haber estado inmersos en el Centro, habría sido muy difícil el poder sentarse a conversar y llegar a trabajar juntos en este proyecto”, destacó.
Un futuro desafiante para el Centro de Innovación del Hormigón UC
Como se menciona en su sitio web, la misión del CIH UC es la promoción y desarrollo de investigación interdisciplinaria dedicada a resolver desafíos y disminuir brechas tecnológicas identificadas por las principales entidades públicas y privadas que participan en el sector de la construcción con hormigón.
En su rol como actual director del Centro, Iván Navarrete asume y subraya que el trabajo bajo esa directriz, que también guio a Marcelo González y Matías Hube como directores anteriores, permite que, en la actualidad, el CIH UC se encuentre en una posición de vanguardia para coordinar a los diferentes actores de la construcción con hormigón.
“Creo que el Centro ha ido avanzando en consolidar esta unión entre la industria y la academia”, puntualizó el académico. “Si uno revisa los números, los recursos que ingresaron por proyectos de investigación vinculados al hormigón se incrementaron. De hecho, desde 2022 en adelante, se ve un cambio significativo en el número de proyectos que se relacionan con el hormigón, generando esta unión academia-industria”, destacó.
A su juicio, ¿cómo ha visto el desarrollo y evolución de este trabajo en conjunto que, justamente, es lo que declama la misión del organismo del que es director?
-Hoy en día existen muchos proyectos, sobre todo de 2025, en los cuales se ha vinculado más de una universidad, haciendo iniciativas relacionadas al hormigón y, como te comentaba anteriormente, al permitir juntar a las distintas partes, donde cada uno tiene su línea. Es tan amplio el mundo del hormigón que es imposible que un académico lo abarque completo, pero sí tenemos esta capacidad de ir conversando -que es lo que propicia el Centro- nos irán ocurriendo cosas en conjunto.
Ese trabajo en conjunto provoca que se vayan abriendo nuevos campos de investigación, ya sea en soluciones novedosas o en el desarrollo de aplicaciones que ya se estén llevando a cabo. “En ese sentido -subrayó- creo que el Centro sí ha ido avanzando en lograr soluciones más completas a problemas bien complejos”.
Ya como director del CIH UC, ¿cómo analiza la participación de las hormigoneras y el mundo privado en el desarrollo y crecimiento del Centro?
-Existe una gran motivación, tanto de las hormigoneras como del resto de las empresas que son actualmente socias del centro, como también, de nuevas empresas que se quieren sumar, sobre todo al ir viendo el desarrollo que ha tenido, ya sea con las distintas actividades que llevamos a cabo y al ver que sí se está avanzando, que sí se están logrando resultados, eso va a ir motivando a más gente del sector privado.
El actual director también destaca la incipiente participación de estamentos públicos en el Consejo Asesor del Centro. “Que lleguen a involucrarse en el Consejo ha sido un trabajo bien exhaustivo de Mauricio Guerra, coordinador ejecutivo del Centro”, puntualizó. No obstante, aún queda, dice el nuevo director, que se incorporen a proyectos que se desarrollen desde el CIH UC. “Lo hemos tratado, pero siempre hay un punto -imagino que por temas de burocracia- donde se comienza a trabar todo”, mencionó.
¿Diría que ese es un desafío para este nuevo ciclo del Centro? Siguiendo esa misma pregunta, ¿cuáles son los desafíos que ve para su gestión?
-Sí. Que desde el mundo público se sumen a nuestros proyectos. También, creo que uno de los desafíos más grandes es hacer converger y conversar los tiempos de los tres sectores: academia, industria y mundo público. A veces, los tiempos del mundo público terminan siendo mayores a los que se requieren y la academia ya se mueve lento para lo que necesita el sector productivo, entonces debemos encontrar una manera de que los tres actores dialoguen a velocidades similares.

“Otro de los principales desafíos que tiene el Centro es su sostenibilidad económica”, agregó el nuevo director. “Hace poco, el CIH UC fue renovado por la universidad, que hace una evaluación anual de sus centros, y en esa evaluación, se manifestó este ítem. Por el momento, tenemos el apoyo de las empresas, pero igual es un modelo que actualmente es algo riesgoso, en el sentido que falta un proyecto basal o un proyecto a más largo plazo que permita sustentar al Centro por más tiempo sin tener que depender, cada año, de las donaciones de las empresas”.
¿Cuál sería su visión, en ese sentido?
-Dada la actualidad del sector, solicitar que las empresas participen y se involucren económicamente en el Centro conlleva que desde el sector privado se tenga esa visión de valor agregado que puede aportar un organismo como este. Si bien podemos atacar soluciones a corto plazo, el foco está en la investigación y desarrollo. Entonces, no será como si se sumen actores en un año y a final de ese mismo año midan sus KPI y den cifras positivas, porque lo que pasa con el I+D+i es que claro, puede traer grandes réditos, pero no serán en el corto plazo.
“Ese es otro gran desafío”, agregó el académico. “El de las visiones que existen, en particular, en el sector de la construcción, respecto a cómo se cambian las metodologías constructivas con respecto a métodos que se vean en otros sectores productivos. Hacer todo de la misma forma a como se hacía 20, 30 años atrás, hace que la productividad de la construcción se mantenga casi estancada, mientras que la productividad en la industria manufacturera, por ejemplo, se duplicó en los últimos 20 años”, subrayó.
¿Cómo cree, a su juicio, que se puede avanzar en esa materia y cuál sería el desafío del Centro en ese tránsito?
-La única forma de mover eso es hacer las cosas distintas. Y para hacer las cosas distintas se debe investigar, pero la investigación siempre tiene el riesgo de que tendrá caminos que llevarán a buenos resultados, pero también está el riesgo de caminos que, si bien no nos lleven a los resultados esperados, habremos ganado en conocimiento de que esa no era la ruta correcta. Pero, no se puede evaluar el I+D+i de la misma manera que se evalúa una inversión de otro tipo. Entonces un desafío grande es justamente eso, cómo hacer este cambio de paradigma de que, si seguimos haciendo las cosas de la misma manera, es difícil de obtener resultados distintos, sobre todo en un sector donde la productividad está tan estancada.
El nuevo director del Centro de Innovación del Hormigón UC subraya que ese cambio de paradigma en el sector traería efectos significativos “en la calidad de vida de las personas, ya que se trata de un sector relevante para el contexto y desarrollo del país”.
Con estos importantes desafíos sobre la mesa, Iván Navarrete espera que el desarrollo de su gestión se centre en la consolidación del CIH UC como punto neurálgico de reunión de los diferentes actores del sector de la construcción con hormigón, fortaleciendo principalmente el vínculo con el mundo público y privado para mejorar la transferencia tecnológica en aras de, precisamente, provocar el cambio de paradigma para un sector que poco a poco, está generando un tránsito hacia metodologías constructivas más eficientes y sostenibles.





