En el marco del Congreso ExpoHormigón, una de las tantas actividades de la pasada feria ExpoHormigón 2019, el ejecutivo de la constructora de la Quinta Región analizó y mostró al público las ventajas del uso de sistemas de construcción industrializada en sitio en viviendas del tipo DS49.
Durante el bloque de Construcción Industrializada que se desarrolló en el Congreso ExpoHormigón, instancia realizada en el marco de la pasada ExpoHormigón 2019, se presentaron una serie de seminarios técnicos en los que se analizaron experiencias exitosas en términos de productividad en obra, luego de incorporar a las faenas tecnologías de construcción industrializada en sitio, como lo son los moldajes monolíticos de aluminio.
Precisamente, dentro de estas exposiciones destacó la realizada por Gabriel Barraza Ibacache, gerente de proyectos de Constructora Beltec, de Viña del Mar, quien en su exposición mostró cómo el uso de moldajes monolíticos en proyectos habitacionales del tipo DS49, mejoraron la velocidad constructiva de la obra y, por ende, los índices de productividad de la misma.
“Estos proyectos (DS49) están destinados a familias que no son dueñas de una vivienda y que viven en situación de vulnerabilidad social y necesidad habitacional”, explicó a Hormigón al Día el gerente de proyectos de Constructora Beltec. “En nuestro caso, nos enfocamos en proyectos conformados por una gran cantidad de departamentos, agrupados en edificios de baja altura (5 pisos) y 4 departamentos por piso. Los departamentos se entregan sin terminaciones (obra gruesa habitable), salvo en recintos húmedos donde cuentan con pavimentos y revestimientos en muro. En general son proyectos, que dadas las obras de edificación y urbanización ejecutadas, alcanzan plazos que pueden llegar a los 2 años”, comentó.
En ese sentido, ¿qué los motivó a incorporar sistemas de moldajes monolíticos para la construcción de, por ejemplo, el Conjunto Habitacional San Cristóbal, que es el que se expuso en ExpoHormigón 2019?
-Nuestros proyectos están conformados por una gran cantidad de departamentos, lo que significa una serie de actividades repetitivas y cíclicas. Esto nos llevó a buscar alternativas constructivas que fomentaran la prefabricación y la industrialización, en definitiva, la optimización de nuestros procesos. Por otro lado, siendo del tipo obra gruesa habitable, buscamos soluciones que nos ofrecieran un mejor acabado del hormigón en muros y losas, para evitar la reparación de éstos y por tanto el aumento de nuestros costos.
La constructora dio el salto a sistemas de industrialización en sitio tras analizar diversos factores en otros proyectos, construidos con sistemas de moldaje tradicional. “Estos proyectos –dijo Barraza– nos significaron, por un lado, mantener hasta 3 frentes de trabajos con sus respectivos equipos, manos de obra y supervisores, lo que aumentaba significativamente nuestros gastos. Por otro lado, el acabado obtenido bajo el antiguo sistema constructivo requería una seria de reparaciones que hacían ineficientes nuestros procesos”.
Gabriel Barraza contó que al pasar a sistemas de moldajes monolíticos se disminuyeron los frentes de trabajo (de tres, se pasó a uno) y mejoraron las terminaciones de la obra gruesa. Además, aparecieron otros efectos positivos que no estaban contemplados en los estudios de la constructora. “Por mencionar algunas, podemos destacar la disminución de escombros durante la obra gruesa y una disminución de la contaminación acústica. Esto último, al eliminarse las sondas vibradoras y equipos menores utilizados en la reparación de hormigones”.
Junto con eso, el gerente de proyectos de Beltec comentó que además, “el uso de este tipo de moldajes nos incentivó a prefabricar una serie de estructuras como escaleras metálicas, balcones metálicos, entre otros, mejorando ostensiblemente el rendimiento en ese tipo de partidas, algo que constantemente buscamos”, aseguró.
Asimismo, en términos de capacitación de personal, Barraza comentó que, si bien no requiere mano de obra especializada y que junto a Peri Chile –proveedores del moldaje para Beltec– se realizaron jornadas de capacitación y acompañamiento en los primeros usos de esta tecnología. “Si bien, esta capacitación es muy efectiva –comentó Gabriel Barraza– genera una ‘curva de aprendizaje’ que nos entrega rendimientos muy por debajo de lo que habían sido nuestras estimaciones preliminares. Para mejorar esto, optamos por incorporar algunos trabajadores que contaran con experiencia en el uso de este tipo de moldaje, logrando a conformar un frente de trabajo con mano de obra ‘combinada’, es decir, personal con experiencia en esta metodología más trabajadores con conocimientos básicos pero con la proactividad y necesidad de adquirir el conocimiento necesario”.
¿Cuándo comenzaron a ver índices positivos respecto a la productividad en obra?
-Los primeros incrementos se observaron al primer mes de trabajo. Posterior a estos seguimos implementando mejoras y realizando mediciones para controlar su efectividad, llegando a promedios por sobre los 25 m2 hombre día.
“Ahora, si bien estas mejoras significaron aumentos en la productividad y por ende, disminución en los plazos de ejecución en obra gruesa (2 meses), respecto de proyectos similares, no pudimos traspasar esa disminución al plazo final”, reconoció Gabriel Barraza y aseguró que “ese es el gran desafío para nuestros próximos proyectos, aprovechar la optimización lograda en la etapa de obra gruesa sincronizando la ejecución de faenas de terminación, de tal forma de abarcar el 100% de la ‘cancha disponible’”.
Sin dudas, la experiencia de aplicación de moldajes monolíticos en la construcción del complejo habitacional San Cristóbal dejó una buena evaluación dentro de Beltec. Prueba de ello es que su gerente de proyectos cree que el uso de esta tecnología es exportable a otra clase de proyectos. “Hay muy buenas experiencias en el uso de moldajes monolíticos en proyectos inmobiliarios, en extensión y altura”, destacó. No obstante, puntualizó que “se debe tener presente lo importante que es adecuar los proyectos para utilizar la mayor cantidad de piezas estándar, ya que muchos ajustes o singularidades, disminuye la posibilidad de obtener las mejores prestaciones de este tipo de moldaje”.
Finalmente, ¿qué le pareció exponer los resultados del trabajo de Beltec con moldajes monolíticos, en el marco de ExpoHormigón 2019?
-Es una muy buena alternativa de conocer nuevas tecnologías, pero además de mostrar lo que ha sido el uso en terreno de las mismas. Es una excelente instancia para compartir experiencias entre distintas personas del rubro y para nosotros, como Constructora Beltec, es una muy buena tribuna para mostrar lo que hace tiempo trabajamos en búsqueda de mayor productividad y mejora de nuestros procesos.