ObraLink: Una plataforma tecnológica que es mucho más que sólo determinar la madurez del hormigón

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Si bien en un comienzo, Emiliano Pinto -actual CEO y fundador de esta startup- tenía otra idea, durante su estadía en Inglaterra para cursar su posgrado todo cambió y se transformó en la génesis de lo que actualmente es ObraLink, una plataforma que integra una serie de elementos, los que evolucionaron a partir de una premisa simple: entregar datos en tiempo real sobre la madurez del hormigón en obra.

Dentro de una obra, existen una serie de elementos que deben controlarse para así, alcanzar los plazos establecidos en el proyecto. Desde cuantificar partidas de hormigón a, por ejemplo, definir el número de ventanas que tendrá una edificación en altura, son sólo algunos de los elementos a los que hay que hacer seguimiento. Esto, hace que el constructor, además de preocuparse de la ejecución, deba atender temas administrativos, los que en la actualidad aún se abordan de una manera “análoga”, dependiente de documentación en papel, la experiencia en obra u otros factores que son complejos de verificar.

Uno de los elementos a controlar es la resistencia del hormigón. En Chile, con la actualización que en 2016 se realizó de la norma chilena “NCh170 Hormigón – Requisitos Generales”, se estableció como válido el uso del método de madurez, pero las tecnologías -por ejemplo, el uso de termocuplas- para determinar la resistencia del hormigón eran aún poco utilizadas dentro de los proyectos.

“La NCh170 te decía que se puede utilizar el método de madurez, pero recién en 2018 apareció la norma (NCh3565) que te decía cómo hacerlo. Entonces, hubo un periodo de tiempo en el que el método no estaba respaldado normativamente en Chile y todo era nuevo. Incluso las termocuplas, que en Estados Unidos llevaban 40 años de uso, aquí recién se estaban implementando”, dice Emiliano Pinto, ingeniero civil estructural y actualmente, CEO y fundador de la plataforma ObraLink.

Pinto, que llevaba más de una década ejerciendo como ingeniero estructural, de los cuales buena parte trabajó con la oficina de ingeniería SIRVE -con participación en importantes proyectos, principalmente en hospitales- descubrió que uno de los inconvenientes en el uso de la termocupla era que todo “muy manual, muy cableado. Se instala el sensor, luego hay que cablear y eso, en un ambiente de proyecto, es muy complejo de manipular”. Eso marca la semilla que se transformará a futuro en ObraLink.

La génesis de ObraLink: ¿aisladores sísmicos?

Como todo proyecto o emprendimiento, ObraLink ni siquiera estaba dentro de los planes de su fundador. “Después de 11 años en el cálculo estructural, quería hacer algo distinto”, recuerda. Eso lo llevó a estudiar un posgrado en Inglaterra, viaje que realizó junto a su familia. ¿El área del posgrado? Ingeniería Mecánica.

¿Por qué en esa área, en particular?
-La verdad, porque quería volver a Chile a fabricar aisladores sísmicos, esa era mi idea. Yo ya había hecho mi magister en Ingeniería Sísmica, acá en Chile, pero quería emprender. De hecho, seguí como asesor de SIRVE desde Inglaterra porque iba a volver a la oficina de ingeniería, pero ahora iba a armar una suerte de spin-off dentro de la misma, y quería yo fabricar los aisladores sísmicos.

Durante los primeros meses del posgrado, que se enfocaba en la tecnologías de fabricación -“pero, por el lado tecnológico”, subraya- el futuro fundador de ObraLink estableció vínculos con otras industrias y ahí, en medio de los cursos, conoció las cámaras térmicas. “Empecé a conectar la capacidad y precisión que tiene una cámara térmica, que puede monitorear miles de puntos en tiempo real, versus lo que yo ya sabía que existía en la industria para medir la resistencia de los hormigones, que eran las termocuplas. Ahí, viene la primera conexión con ObraLink”.

¿Cómo comienza a evolucionar esa primera idea?
-Casi de proyecto de fin de semana, empecé a desarrollar un algoritmo en MATLAB que me permitiera quedarme, dentro de una imagen térmica, sólo con los pixeles que tenían hormigón. Y funcionó.

Parece sencillo, pero existían complejidades, recuerda el ingeniero. “Lo que yo pensaba era ‘una cámara térmica, ¿puede competir con una termocupla? De todas maneras, pero cómo sé yo, en una obra que es tan sucia, que tiene faenas de hormigonado por todas partes, dónde está la losa. Porque, para sacar imágenes térmicas de una losa, necesito ubicarla, porque ahí tengo moldaje y no me sirve el moldaje, ahí tengo fierro, ahí tengo un edificio al frente, allá tengo las cuadrillas’”. 

Emiliano desarrolló una serie de pruebas antes de patentar la tecnología en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial, INAPI, en 2018. “Ya a finales de 2019, tuvimos la patente”, puntualizó.

De la ingeniería estructural a la mecánica y electrónica: los primeros pilotos

Si bien ObraLink es, en la actualidad, una plataforma que integra una serie de tecnologías, en un comienzo, su foco era exclusivamente la medición de resistencia del hormigón con el uso de cámaras térmicas “y entregar los avances del hormigonado”, dice Pinto.

En esa primera etapa, se desarrolló un prototipo que se testeó en unos proyectos que la constructora SACYR ejecutaba en Madrid. “Imagínate -dice- yo soy ingeniero estructural, no electrónico. Tuve que aprender a cómo diseñar un dispositivo que tuviese cámaras, lidar, microprocesadores, etc.”.

¿Cómo era ese primer dispositivo de ObraLink?
-Muy artesanal. Tenía una cámara fija, que no se movía, y estaba mirando a un tercio del edificio. No podíamos mirar el resto por lo mismo, porque el dispositivo era fijo, pero nos sirvió para variar la detección del hormigón y SACYR instaló termocuplas, entonces, se compararon los resultados entre nuestro dispositivo y lo que tenía la constructora.

“En ese tiempo, el sistema se llamaba Sidcodx, no ObraLink. Y los resultados obtuvimos fueron equivalentes con los de las termocuplas. De hecho, ellos publicaron un paper que presentaron en la Sociedad de Hormigón e Ingeniería Estructural de España, que después lo volvieron a enviar y publicaron esta nueva tecnología que permitía medir resistencia de los hormigones. Ahí, comienza a tomar forma ObraLink, que hasta 2020 era Sidcodx”, detalló.

El equipo inicial de esa etapa de la startup se conformaba, recuerda el ingeniero, de “4, 5 personas, inicialmente ex colegas de SIRVE que estaban a medio tiempo. Yo ya había convencido a quien es en la actualidad mi socio principal en ObraLink, Juan Carlos Fernández, que fue compañero y amigo de la universidad, para que aportara con algo de capital y partiéramos”.

Desarrollando la plataforma

El rápido avance de la tecnología de ObraLink se correspondió con el aumento de interesados. “Los primeros proyectos los empezamos con Echeverría Izquierdo, Siena e Ingevec. Ya habíamos evolucionado a un dispositivo que permitía mover automáticamente las cámaras”, recordó Pinto.

En esos primeros años de ObraLink, que corresponden a 2020 y 2021, las constructoras aún se enfocaban en la obtención de datos del hormigón y la resistencia del hormigón en losas. Luego de un análisis, en la startup observaron que, de no desarrollar la tecnología ampliar el rango de acción a otras partidas, como encofrados, enfierradura, o la posibilidad de conectar todo a BIM y automatizar gran parte de la planificación de la obra, la viabilidad del proyecto se vería entrampadada.

O sea, el desarrollo de una suerte de “suite” que vaya más allá de la mera obtención datos.
-Claro, una plataforma que, en el fondo, permitía ya al usuario medir automáticamente los avances de obra gruesa: hormigón, encofrado, fierro. Permitía también, en el mismo modo de control de obra gruesa, automatizar gran parte de la planificación.

“Ese desarrollo -agrega Emiliano Pinto- se logró a mediados de 2021, y diría que ahí logramos tener un producto comercialmente robusto, al incorporar los otros elementos de planificación de la obra a nuestro sistema”.

Así, la plataforma se edificó bajo tres pilares fundamental: primero, la automatización de gran parte de la planificación y control de la obra gruesa: hormigón, encofrado, enfierradura. “Ahora, existe un sistema que le permite a la constructora automatizar la planificación de obra y geometrizarla: qué tienen que hacer, qué ciclos se deben ejecutar la próxima semana, entre otros elementos”, explicó el CEO de ObraLink.

“Un segundo pilar -añadió- es que permite a la constructora saber la resistencia en tiempo real la resistencia de una losa de hormigón, cada 20 minutos, haciendo clic en el modelo digital que se aloja en nuestra plataforma. Y un tercer pilar, que desarrollamos el año pasado, es que permitimos a las constructoras controlar el proyecto de manera bastante automatizada dentro del edificio, pero en la etapa de terminaciones”.

Una startup de tecnología en un mundo análogo

Uno de los desafíos que enfrentan las startup -y en especial, las vinculadas al desarrollo de tecnología- es el convencimiento de una industria que, en muchos casos, aún mantiene varios procesos de manera análoga. En ese sentido, para el CEO de ObraLink, la clave para incorporar esta plataforma a los proyectos estuvo en dos aspectos: “que la solución tuviese un factor de automatización importante para el cliente, es decir, que su uso no llevara más trabajo a su equipo en obra y lo segundo, que resolviera dos problemas críticos para un proyecto: el control de obra y la medición de resistencias del hormigón, todo bajo una misma tecnología”.

Esta cualidad -que, remarca el ingeniero, la hace una solución única en el mundo- permitió que, por ejemplo, grandes constructoras estuviesen dispuestas a realizar pilotos con el sistema. “Los primeros proyectos, en 2021, partimos con una recompra del 50%. En 2022, ya subimos a un casi 70% y en 2023, estuvimos cercanos al 90%. Eso quiere decir que, por ejemplo, en 2023 cerramos tratos con 34 constructoras y en 2022, veníamos con 13, con lo que casi triplicamos el número de clientes”, subrayó.

Imagino que, en un comienzo, cuando recién ingresaron a las obras, fue complicado.
-Horrible. Mira, hay unas historias que ahora uno las mira para atrás y las encuentras hasta graciosas, pero el primer dispositivo nuestro, que nombramos ciBot. tenía las cámaras arriba. Y se movía solo, perfecto, pero qué pasó: como yo estaba en Inglaterra, enviábamos los dispositivos desde allá a Chile y llegaban todos rotos por el viaje. Acá, los tomaba JP Herranz, nuestro actual líder de software, que no era experto en hardware y los intentaba pegar con epóxico. Luego, llegaban a la obra, los trabajadores lo tomaban de las cámaras y se volvían a romper. ¡Un caos!.

En ese sentido, para el CEO de ObraLink resultó clave que “tus primeros clientes ojalá tengan también cierta visión y que acepten de que tú estás haciendo algo que nadie más ha hecho. Entonces, de alguna manera, es bien difícil empezar innovaciones si no tienes una contraparte que también tenga esa visión”.

Eso habla bien de la relación que han construido con las constructoras, que están adoptando esta plataforma.
-Si tú me preguntas cómo explico esa visión de algunas constructoras, también tiene que ver con que, por ejemplo, hay constructoras con un buen esquema corporativo, pero quizás otras no lo tienen tan desarrollado, pero igual nos topamos con administradores de obra, quizás que no eran los que venían con 50 años, sino que eran más jóvenes, que estaban dispuestos a adoptar esta tecnología. Fue un poco de oportunidad y preparación. A mí siempre me gusta decir que la suerte, para mí, es donde confluye la oportunidad y la preparación.

“Yo también diría que lo que nos ayudó fue que llegamos con el hardware. Igual, tiene de dulce y agraz porque al principio, nadie quería invertir en ObraLink porque teníamos hardware, es difícil escalarlo, requiere de capital, es complejo. Y en esos años, 2020, 2021, ningún fondo chileno de la época quiso invertir en nosotros”, agregó.

“Pero -asegura- el hardware ha sido siempre un ente súper diferenciador, entonces porque al final es algo que el constructor dice ‘mira, esto funciona, tiene harto potencial porque me resuelve una serie de problemas’. Entonces, yo creo que también esa visión o esa paciencia de esperarte un poco tiene que ver con eso”.

Esa relación permitió que el sistema evolucionara de acuerdo con las necesidades del sector, adecuando los ciBot, por ejemplo, con las cámaras en la parte inferior del equipo o cambiar el tamaño de los equipos para poder montarlos en las grúas. “Por eso es tan importante acelerar los MVP, que todos los pilotos sean muy rápidos, recoger ese feedback y tratar de evolucionar”, subrayó.

Si bien el núcleo de ObraLink se relaciona con la automatización y optimización de la administración de una obra, sin duda que éste se encuentra ligado a su vínculo con la industria del hormigón. Por ejemplo, el primer gran socio de la startup fue la mexicana CEMEX. En Chile, por otro lado, Polpaico Soluciones apostó en esta innovación y generó una serie de proyectos en conjunto.

Foto: Animación gentileza ObraLink

En ese sentido, el ingeniero estructural comenta que las hormigoneras, ya fuesen CEMEX, Polpaico-BSA u otras con las que ObraLink estableció contactos, buscaban lo mismo: entregar valor agregado al hormigón. “Tú sabes que el hormigón es un commoditie”, enfatizó. “Entonces, lo que se busca desde el sector es darle un valor agregado al cliente de las hormigoneras, que es el constructor. En definitiva, que sea un hormigón que arrastre a una tecnología que el material sea más ‘inteligente’”.

¿Hacia qué área, entonces, se apunta en el vínculo con las hormigoneras? ¿Una relación netamente comercial o más de servicios?
-Queremos avanzar en todas las áreas posibles: comercial, técnica, operacional y postventa. Nosotros dijimos, ‘mira, creo que debemos avanzar más en evolucionar de un producto a un servicio, no sólo proveer un producto a los proyectos de construcción, sino que ir más allá’. Para lograrlo, estamos trabajando en desarrollos que utilizan gran parte de los datos que se producen en la obra para entregarle nuestro producto al constructor, pero que procesados de otra manera son capaces también de entregar mucho valor a otros stakeholders como los proveedores de hormigón. Al final, si el proveedor de hormigón se beneficia, mejora sus procesos y eso también se traduce en una mejora para el proyecto y por ende para la industria. Y a nosotros nos permite generar ingresos por productos adicionales más en la línea SaaS.

Prueba de ello es que, por ejemplo, con Polpaico-BSA, Emiliano Pinto revela que poseen cerca de 30 obras en las que están trabajando en conjunto, utilizando la plataforma de ObraLink para el desarrollo de proyectos. “Estamos ampliando la oferta de ObraLink para la medición de resistencia con método de madurez a más tipologías de proyectos que utilicen hormigón, gracias a nuestras nuevas termocuplas inalámbricas ObraLink Rsense”, agregó.

Asimismo, adelanta que la startup está en una mesa de trabajo con Cemex, además de otras hormigoneras, para incorporar la plataforma a sus obras. “No es fácil generar esquemas de trabajo con cada una porque lo que busca la hormigonera o cementera A, no es lo que desea la B, pero hemos llegado a unas fórmulas de colaboración medias matemáticas para poder avanzar”, dice con una sonrisa el CEO de ObraLink.

¿Cuáles son los planes a futuros con ObraLink? ¿Hacia dónde ves que evolucionará esta plataforma?
-Estamos avanzando en un proyecto bien interesante. Estamos diseñando un súper módulo de ingeniería estructural para el constructor que le permita ir viendo las deformaciones de sus losas en tiempo real y que le entregue estimaciones a largo plazo. O sea, que cuando vaya a poner los pisos, el módulo le diga ‘mira, estas dos losas, en el piso 2, están muy deformadas o se van a deformar mucho’ para que tomen medidas. Creo que eso tendrá dos impactos importantes: uno, va a potenciar el uso del método de madurez, porque la única manera de tener este servicio de medición de deformación en tiempo real es que tenga información de resistencia en tiempo real de la losa. Y dos, a nosotros nos va a servir para ir robusteciendo nuestra oferta.

“Respecto a tu otra pregunta, nosotros, hasta ahora, nos hemos preocupado, en este poco tiempo de vida de ObraLink, en construir una plataforma que sirva como base para recolectar data. De pasada, le hemos estado entregando valor al constructor, al productor de hormigón, por eso hemos cerrado estas inversiones y estos acuerdos. Pero la idea es evolucionar a diseñar un sistema inteligente que tome decisiones en los proyectos de construcción y que esté supervisado por los constructores, por el humano”.

“Estamos ya reclutando un equipo de inteligencia artificial potente para que evolucionemos a diseñar una inteligencia artificial que tome acción, o sea, que le diga al constructor cosas como ‘no, no son seis ciclos en el edificio, son siete. No son diez trabajadores, son doce. No tienes que hacer estos tres ciclos de hormigón, estos de moldaje, tienes que hacer estos otros’, que pueda conectarse automáticamente con el programa de hormigón para solicitar los hormigones, que siempre esté supervisado por un humano, o por un pequeño grupo de humanos”, adelanta Pinto.

En esa misma línea, el CEO de ObraLink agrega que “creemos que un sistema tiene mucha más capacidad de analizar data, que es en lo que los proyectos de construcción son muy complejos, porque tienen mucha data interconectada. Creemos que una máquina tiene mucha más capacidad para poder hacerlo mejor. Entonces, para mí, y eso lo estamos ya, como te digo, empujando y queremos que aquí al final del año ya tener los primeros resultados de ese tipo de desarrollo. Para allá es la evolución de ObraLink.

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