Sostenibilidad en la Industria del Cemento

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A mediados del año 2019 presentamos la primera Hoja de Ruta para la producción de cemento en nuestro país, denominada “Hacia una Economía Baja en Carbono”. Este desarrollo fue sido posible con el trabajo coordinado de nuestro Instituto, de la Federación Interamericana del Cemento (FICEM) y de las empresas nacionales productoras de cemento y clinker, Melón, CBB y Polpaico, además de la participación de Price Waterhouse Cooper como auditor del proceso. Con todos ellos, hemos desarrollado desde hace más de dos años un trabajo sistemático para alcanzar los resultados y compromisos que fueron presentados recientemente, los que incluyen compromisos de reporte estandarizados de información relevante y metas cuantitativas asociadas a la reducción efectiva de emisiones y al aumento de la valorización energética de residuos.

Chile y la industria local de cemento ha tenido históricamente una posición de vanguardia en temas medioambientales dentro de la región, especialmente por el intensivo uso de cementos con adiciones y la valorización energética de residuos, los que han sido ejes claves de la producción de cemento en nuestro país.
El proyecto de la Hoja de Ruta, da un paso más allá y asume un desafío mayor. Este desafío encuentra como referente mundial a la Cement Sustainability Initiative (CSI) y, más específicamente, su denominado “Technology Roadmap, Low-Carbon Transition in the Cement Industry” del año 2018, que en conjunto con la International Energy Agency (IEA por sus siglas en inglés), definieron los objetivos de reducción de emisiones de CO2 en la producción de cemento para distintos escenarios, con hitos cronológicos hasta el año 2050.
En este contexto, y considerando los objetivos mundiales para la sostenibilidad (ODS) de Naciones Unidas, los desafíos del Acuerdo de París (COP 21) y la iniciativa para la Sostenibilidad del Cemento (CSI), la Hoja de Ruta de la Industria del Cemento en Chile, aterriza estos objetivos a la realidad local incorporando las mejores prácticas disponibles para la acción climática en la mitigación de Gases Efectos Invernadero (GEI), para ratificar la posición de cemento y del hormigón como los materiales de construcción básicos para adaptación al cambio climático, especialmente considerando que nuestro país presenta una alta vulnerabilidad frente a eventos climáticos tales como: el aumento de la temperatura en el valle central y la cordillera, la disminución de las precipitaciones en la zona centro-sur del país, marcados eventos de sequía y el aumento de olas de calor en la zona central.

Del mismo modo, la economía circular pasa a ser un eje central de las estrategias presentes y futuras de la industria, pues cuando se piensa en la reducción, reutilización y reciclaje de elementos, el rol del mundo cementero no es menor puesto que a través de la revalorización de residuos como emergía o directamente como materia prima, ella está haciendo un aporte sustancial a esta visión de la economía y del medioambiente, tal como se describe en la nueva Hoja de Ruta.

Esta Hoja de Ruta es un instrumento dinámico que establece los mecanismos de reporte y verificación de emisiones para la industria y que además contiene los compromisos autoimpuestos por la misma, especialmente en lo relativo al coprocesamiento y a la disminución en la intensidad de sus emisiones de CO2 con metas ambiciosas pero alcanzables al año 2030, así como también los mecanismos de seguimiento del cumplimiento de estos compromisos.

En este camino marcado por la Hoja de Ruta, el ICH ha sido y seguirá siendo un actor fundamental aportando su grano de arena para hacer del cemento y, especialmente del hormigón en sus múltiples usos, materiales cada vez más efectivos y eficientes para abordar los desafíos que el cambio climático nos presenta.

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