La propuesta del estudio de arquitectura japonés Sou Fujimoto Architects para el nuevo ícono arquitectónico de Shenzhen, una de las principales ciudades del gigante asiático, propone un nuevo diseño de una torre en la que sus elementos parecen estar “flotando” en el aire.
En una ciudad conviven varios íconos arquitectónicos, como se puede apreciar en metrópolis como Nueva York o París. No obstante, conseguir un elemento nuevo que destaque por sobre los que ya existen es una labor compleja. ¿De qué manera se puede crear un símbolo que actualice el rostro de una urbe y que éste sea reconocible para todo el mundo?
Esa fue la pregunta que inspiró al estudio de arquitectura japonés Sou Fujimoto Architects para presentar una arriesgada propuesta al concurso New City Center Landmark, que buscó el diseño de un ícono arquitectónico para la Bahía de Qianhai, en la ciudad de Shenzhen, ubicada al sureste de China y que conecta a Hong Kong con el continente.
Si bien Shenzhen es reconocida por la velocidad de su transformación digital -por algo se le denomina el “Sillicon Valley chino”- y por otros proyectos arquitectónicos que buscan explotar esa característica de la ciudad (como el que se puede revisar AQUÍ), el distrito de Qianhai, donde se pretende ubicar este nuevo ícono arquitectónico, busca convertirse en el punto focal de esta urbe en constante desarrollo.
Por lo mismo, el estudio nipón reveló una propuesta que rompe con las formas tradicionales y, al mismo tiempo, es reflejo fiel de la modernidad y el futuro, elementos que cruzan al desarrollo de Shenzhen: una torre “flotante” de más 200 metros de altura.
Una estructura “flotante” para el futuro
La propuesta de Sou Fujimoto Architects para el nuevo punto icónico de Shenzhen reveló una novedosa aproximación al concepto de una torre; en este caso, se trata de una edificación de 268 metros de altura, cuya particularidad consiste en que está formada por 99 elementos tipo torre, los que están conectados a un gran plano horizontal en el nivel más alto. Estos elementos, van desvaneciéndose gradualmente a medida que se desciende.
De acuerdo al comunicado del estudio, tanto la torre central como las que la rodean, constituyen un símbolo del “futuro de las sociedades en la era de la diversidad”.
Para ello, el estudio desarrolló este concepto preguntándose cuál es el significado de una nueva torre en el siglo XXI o “cómo un elemento de este tipo puede evolucionar y seguir llamando la atención, como la Torre Eiffel, o ¿qué lado estaría enfrentado a la Bahía?”.
Una vez que dieron con las respuestas, las que también se dieron bajo el contexto de desarrollo urbano que vive Shenzhen, el estudio llegó a esta particular propuesta: una estructura tipo péndulo que se asemeja a un grupo de islas, una ciudad aérea para el futuro o “incluso, una fuente de agua suspendida en el aire”, comentaron desde el estudio japonés.
Hormigón como uno de los materiales de este nuevo ícono arquitectónico
Para la construcción de este proyecto, Sou Fujimoto Architects consideró la utilización de materiales como el hormigón, acero, fibra de carbono y cuerdas de Kevlar. El estudio informó también que, para lograr la estabilidad del núcleo se colocará un sistema de armadura de acero ubicado periféricamente y que estará reforzado con cables de tensión de Kevlar.
La “Torre Flotante” contará con una plataforma para vistas panorámicas, la que también funcionará como un espacio tridimensional para exhibiciones, informó el estudio de arquitectura. En esa misma línea, el lugar tendrá un restaurant y un café.
Finalmente, los arquitectos explicaron que la mayor parte de los 99 elementos tipo torre que forman parte de la estructura, tendrán puntos de contacto limitados con la torre principal, “lo que dará la sensación que todos estos elementos están flotando en el aire”, explicaron desde el estudio de arquitectura.