En la isla de Okinawa, el estudio de arquitectura local IGArchitects recibió el encargo de construir una casa con vista preferente al mar, que la brisa pasara permanentemente por el interior y, además, con un presupuesto limitado. La respuesta fue una casa cuya estructura se organizó alrededor de una única columna de hormigón, dando la impresión que “flota” sobre el piso.
Elementos más bien simples pueden dar pie interesante proyectos, como es el caso de una casa ubicada sobre una pequeña colina en la isla de Okinawa, perteneciente a la prefectura del mismo nombre y ubicada al sur de la isla grande de Japón. Aquí, a unos 300 metros de la costa, el estudio de arquitectura IGArchitects recibió una particular comisión.
“Lo que el cliente solicitó fue tener una vista clara y limpia, durante todo el día, del océano y el viento que corre por el lugar”, explicaron desde el estudio. Para ello, lo primero fue decidir el espacio. En ese sentido, desde el estudio de arquitectura comentaron que estar sobre esta pequeña elevación permitió que el proyecto -una casa de hormigón- tuviese una vista de amplio rango, sin interferencias de edificaciones colindantes.
Sin embargo, lo más interesante de este proyecto es que tanto los muros y el techo de la casa “se levantaron a partir de una única columna, como un paraguas abierto”, comentaron los arquitectos. De ahí que a este complejo se le bautizó como “la casa de una pierna”.
Un “paraguas abierto” de hormigón
La solución de alzar toda la construcción de esta casa de hormigón en base a esta única columna nació, precisamente, de la solicitud del cliente. Con esto, no sólo se logran las vistas limpias, sino también, que la misma estructura “parece que estuviera flotando”, destacan desde el estudio con base en Saitama.
Este efecto de paraguas abierto se detiene a la altura donde bloquea la fuerte luz del sol de Okinawa y las miradas de las personas que transiten cerca de la casa. Esto permite que, durante el verano, la luz no penetre de manera directa al interior y que la brisa del océano recorra el interior cuando las ventanas están abiertas, lo que hace innecesario el uso de sistemas de aire acondicionado, destacan desde IGArchitects.
Todos los espacios interiores se organizaron alrededor de esta única columna que, por ejemplo, separa a la cocina del dormitorio y las áreas comunes. El baño, por ejemplo, se separa sólo con cortinas blancas para asegurar privacidad, mas no para cortar la sensación de que se trata de un volumen continuo.
Asimismo, el techo de esta casa está envuelto por un muro de hormigón expuesto, el que se extiende hacia arriba, creando un parapeto para la terraza en la azotea, y abajo, bloqueando el resplandor de luz directa en los interiores.
Organizando un espacio abierto
De acuerdo con el estudio, la forma que tiene esta casa “parece extraordinaria a primera vista, aunque es el resultado de múltiples aspectos tales como los requerimientos del cliente, quien quería pasar su tiempo libremente, el clima y entorno del lugar y el costo de la construcción”. En ese sentido, los arquitectos destacaron que se buscó “una estructura flexible que se pueda adaptar para que su función sea más que la de una residencia tipo, junto con una resistencia tal que no se vea afectada por otras situaciones”.
Para el efecto “flotante” de la casa, el diseño contempló minimizar la zona que toma las cargas y que la masa de hormigón del techo y los muros se alcen desde el suelo. Así, “esta estructura trata de responder a la relación con el medio externo, la comodidad del espacio interior y los desafíos en cuanto a costo”, puntualizaron los arquitectos.
Finalmente, el sector norte de la “casa flotante” o “casa con una pierna”, cuando se abre, lleva a un patio cubierto de roca que rodea al edificio. El borde de este patio lo conforman áreas con plantas y cuenta con una escalera externa de hormigón que lleva, justamente, a la terraza en la azotea del complejo.