Emplazado en una de las zonas más importantes de Shenzhen (China), el nuevo proyecto de Zaha Hadid Architects contempla el diseño de dos torres de, aproximadamente, 400 metros de altura, las que se conectarán al sistema energético y de transporte de esta importante ciudad del gigante asiático, generando un interesante concepto urbano.
El notorio crecimiento de las inversiones privadas en China puede verse en los grandes rascacielos que emergen en, por ejemplo, la ciudad de Shanghái, la ciudad más grande del país asiático y donde se concentra el grueso de las grandes firmas financieras a nivel mundial.
Más al sur -y cercana a Hong Kong- se encuentra Shenzhen, otra importante urbe del gigante asiático que también se encuentra entre las más atractivas para las inversiones de capital extranjero, en especial, en lo que se refiere a firmas vinculadas a la tecnología. Por algo, a la ciudad se le denomina el “Silicon Valley” de China.
Precisamente, es en el sector de la bahía de esta ciudad en la que se emplazará el nuevo proyecto que recientemente se adjudicó el prestigioso estudio Zaha Hadid Architects (ZHA), denominado “Torre C” y, de acuerdo a la información entregada por el estudio, contempla la creación de un polo de desarrollo en Shenzhen que conectará con el área de la bahía grande de Guangdong, Hong Kong y Macao, “integrando a las principales oficinas de importantes corporaciones con centros de desarrollo tecnológico”.
Un gran polo de desarrollo coronado con la “Torre C”
Pensado para recibir a unos 300 mil empleados por día, el nuevo proyecto del estudio busca responder a las características propias del sector donde se emplazará, que es en la intersección entre el eje verde norte-sur y el corredor urbano este-oeste de la ciudad.
“Conectando directamente con los parques y plazas adyacentes, las que se transforman en una terraza que se extiende dentro del espacio dejado por las dos torres, el diseño invita al público al corazón del edificio donde se encontrarán con atracciones culturales y de ocio, las que estarán bajo los puentes de barrido que conectarán a ambas torres, brindando además increíbles vistas panorámicas de la ciudad”, destacaron desde el estudio.
De acuerdo a la descripción del proyecto, que aún se encuentra en fase de diseño, el podio escalonado que sobre el que se asienta “Torre C” se integra con el parque. De esta forma, explicaron desde Zaha Hadid Architects, “se crea un nuevo espacio público para esta dinámica ciudad, cuyo crecimiento la transforma en uno de los centros mundiales de la tecnología”. Asimismo, comentaron que el complejo estará conectado con la línea de Metro de Shenzhen, conectándolo con toda la ciudad.
El diseño arquitectónico de “Torre C” se realizó con herramientas de modelación en 3D propias del estudio, las que permiten “optimizar la eficiencia respecto a la masa arquitectónica, la orientación y los radios de la fachada desde el techo al suelo”, comentaron desde el estudio de arquitectura, agregando que el diseño del proyecto es el de una “ciudad vertical multidimensional de dos torres, cuya altura es cercana a los 400 metros, las que entregan espacios libres de columnas para oficinas, tiendas, entretenimiento y locales de comida”.
Junto a estos servicios, se añade también un hotel, un centro de convenciones y espacios culturales y galerías de arte, explotando al máximo el concepto de “ciudad vertical” propuesto por Zaha Hadid Architects.
Un proyecto líder en materias de sostenibilidad
El proyecto ocupará un área de 440 mil metros cuadrados y su principal punto de atención son las dos torres que cuentan con una cortina de cristal como fachada, la que está pensada para brindar doble aislación a la edificación. Por su diseño, agregaron desde el estudio, se forman canales verticales para auto-sombreado y, además, cuenta con un sistema de ventilación tal que permite la entrada de aire desde el exterior a través de cavidades.
De esta forma, “se provee al proyecto tanto de ventilación natural como híbrida, con un efectivo control ambiental en cada piso”, destacaron desde Zaha Hadid Architects.
“Torre C” estará conectado a los sistemas de control del distrito, en los que se monitorea de manera constante las condiciones internas y externas de todo el proyecto. Asimismo, comentan desde ZHA, los controles ambientales interiores “se ajustarán en tiempo real para reducir el consumo de energía, además de contar con equipos de alta eficiencia y una planta propia, optimizada para funcionar dentro de la red del distrito. El diseño también incorpora un recolector de agua y espacios para el reciclaje, como también, plantas fotovoltaicas para el uso de energía solar”.
Con la incorporación de jardines hidropónicos en todos los niveles en terraza, el uso de componentes fabricados con materiales de baja volatilidad para disminuir la contaminación interior, además de otros elementos pensados para una construcción sustentable, el proyecto “Torre C” aspira a transformarse en un hito futurista dentro del constante desarrollo del “Silicon Valley” de China.