Al abordar el proyecto de un nuevo centro de producción y distribución para una cementera local, el estudio de arquitectura VIB Architects tuvo que lidiar con una serie de regulaciones urbanas para llevarlo cabo. Finalmente, decantaron por un radical diseño que busca modificar lo que se entiende por “obra industrial”, con el hormigón como protagonista central de la obra.
Usualmente, los diseños arquitectónicos más arriesgados son utilizados para proyectos de carácter habitacional, urbanos e incluso religiosos. Pocas veces se puede apreciar un dibujo llamativo en obras industriales, principalmente porque ese tipo de faenas, al estar aparcadas en un sector que busca la funcionalidad por sobre todo, no precisa de edificaciones de formas desafiantes.
Sin embargo, para la cementera francesa Ciments Calcia, la idea de levantar un centro de distribución de cemento que estuviese próximo al aro urbano de París (la péripheríque) y que, de alguna forma, estuviese a la par con el desarrollo inmobiliario del sector -que se dio por las nuevas regulaciones urbanas que del año 2010- y que, además, tuviese un sello distintivo acorde al nuevo sector donde se ubicará el centro, propició la adopción de un diseño arquitectónico más complejo, con el hormigón y el cemento como elementos focales de la obra.
Para ello, el estudio de arquitectura galo VIB Architecture elaboró un plano que, si bien es simple -manteniendo una característica principal de las obras industriales- posee elementos que dotan a este centro de distribución de aspectos esculturales que no son propios de estos diseños. El resultado de la obra, denominada Silos 13, fue tal que una vez completada, en 2014, recibió una nominación a los Iconic Awards 2015 y VIB Architects estuvo en la lista de los 16 mejores estudios de arquitectura por este proyecto.
La planificación para construir “Silos 13”
Para desarrollar este proyecto, el estudio francés fijó tres elementos claves para ejecutar la obra: “la necesidad de una planificación urbana y política para extender hacia el este, con un paseo peatonal que uniera París con Ivry; el deseo de desarrollar este sector industrial con la intención de mantener la actividad dentro de la nueva fábrica de la ciudad; una rara oportunidad de diseñar una edificación con herramientas y recursos que usualmente, se reservan para la ingeniería de diseño estructural”.
Junto a esos elementos, otro paso clave para la realización de Silos 13 fue que, en pro de desarrollar este nuevo centro de distribución, el propio gobierno de la ciudad de París solicitó a la cementera construir su edificio de la estación de trenes Austerlitz, dejando así su ubicación anterior, cercana a al Sena, disponible para desarrollo inmobiliario.
“Este proyecto -comentó en la ocasión el estudio VIB Architecture- que busca ser una escultura urbana, está considerado como el primer paso de un proceso de transformación del nuevo sector de Bruneseau Nord”.
Así, los arquitectos integraron cada elemento del programa, incluyendo a las oficinas y centros de control de calidad, insertando todo en cada uno de los distintos silos que componen Silos 13, “utilizando un lenguaje común y equipamiento, el que se transformó en un espacio de trabajo único, dedicado al material que contiene: los silos, el tour de la escalera, las oficinas, el centro de ensayos y el piso, todo está hecho de hormigón”, mencionaron en la descripción del proyecto.
Hormigón arquitectónico para una “escultura urbana” industrial
Sin dudas, los silos son el punto focal de este proyecto industrial. En ese sentido, el estudio consideró una altura inicial de 50 metros para estos elementos. “Esta obra es el primer paso para el desarrollo del nuevo distrito este de París”, comentaron los arquitectos en la ocasión, “por lo que la pregunta inicial fue, claramente, el cómo insertar a este proyecto dentro de este nuevo polo de desarrollo urbano y realizar un ‘diseño atrevido’ para una planta industrial”.
Debido a temas de regulación y planificación urbana, los silos finalmente alcanzaron los 37 metros de altura -la altura máxima permitida para edificaciones en París- lo que implicó, por ejemplo, que los silos tuviesen que ampliarse en 20 metros para permitir el mismo volumen de cemento, haciendo que el sitio del proyecto fuese demasiado pequeño para albergar a la nueva planta.
Para solucionar eso, VIB Architecture colocó los silos principales en la única posición que les permitía el flujo existente y las redes para trabajar. “Luego, el centro de control de calidad, porque debe estar a nivel de suelo, se colocó bajo la péripheríque. Las oficinas se emplazaron justo en los límites de la propiedad y se colocaron sobre pilares para permitir el paso de camiones bajo estas. Todo el programa, en su conjunto, pudo unirse a través de un cilindro vertical que tiene una escalera y un ascensor”.
De acuerdo a los arquitectos, se utilizaron diversas técnicas constructivas para moldear al hormigón del proyecto. “Los silos principales y la torre vertical fueron colocadas con moldajes deslizantes, un método robusto para hacerlo. La plataforma se elevó 2,5 centímetros por hora, tomando 3 semanas, día y noche, durante el mes de febrero, y dos semanas, en junio de 2013, en alcanzar la altura de los 37 metros en cada silo.
Los cinco silos forman una sola composición de hormigón, cuyo proceso permitió colocarla en un espacio urbano altamente densificado, convirtiéndose en una verdadera escultura urbana. “El proyecto funciona como un todo, está vivo”, comentaron los arquitectos al portal Wallpaper en la ocasión. “Es una suerte de abstracción de cuerpos que se alzan desde el suelo y se atraen entre ellos para crear este espacio único”.