Utilizando un llamativo sistema de moldajes para hormigón y un innovador concepto en lo que se refiere a paisaje urbano, este proyecto que realizó el estudio de arquitectura The System Lab modificó de manera radical la vista de uno de los distritos con más congestión vehicular de Seúl.
Ubicada en una de las zonas con más alto tráfico vehicular de Seúl, las oficinas centrales de Hannam-Dong HANDS Corporation reflejan, en cierta medida, el trajín que se vive a diario en Hannam Boulevard. En ese sentido, la idea del estudio de arquitectura a cargo del proyecto, The System Lab, era lograr un edificio que explorase la interacción visual entre quienes ocuparían estas oficinas y las personas que estuviesen en sus automóviles, atrapadas en el tráfico.
Por el contrario, la fachada de este edificio de oficinas, que se incorpora al paisaje urbano, evita la comunicación visual entre los peatones ni los vehículos.
De esta forma, el proyecto se separa de la comunicación unilateral en la que sólo quienes usan una edificación tienen permitido observar hacia afuera. La comunicación visual entre el ambiente -peatones, residentes- y la arquitectura, reevaluaron las características de ésta en relación al paisaje urbano que la rodea.
Balcones como espacios libres
Para privilegiar esta forma, todos los espacios del edificio se conectan a través de sus balcones. En ese sentido, desde el estudio de arquitectura comentaron que, si bien estos espacios no son grandes, “sí permiten las conversaciones distendidas y respirar el aire exterior, reduciendo el cansancio que provoca la densidad del espacio de las oficinas”.
La importancia de este elemento resultó tal que los arquitectos diseñaron los balcones como “espacios exteriores no extensibles, configurando una superficie que fluye de manera tridimensional hacia el exterior en formas cóncavas-convexas, comportándose como elemento estructural del edificio”, explicaron desde el estudio.
Así, al crear esta dualidad entre estructura principal y subestructura, el diseño permitió que los propios elementos se unieran o dividieran, generando espacios entre las estructuras para formar los balcones, “de forma similar al sistema de costillas desarrollado en la arquitectura gótica para cielos abovedados”, dijeron los arquitectos.
Otro aspecto de los balcones es que se encuentran integrados a la fachada que, a su vez, no tiene bordes angulados, lo que genera que los transeúntes reconozcan a la capa exterior del edificio como su superficie.
Una particular fachada de hormigón
La fachada de las oficinas centrales HANDS Corporation se fabricó con hormigón colocado in-situ. Para ello, y de paso generar la particular forma exterior del edificio, se utilizó un moldaje de placas de acero separadas. Luego, detallaron los arquitectos en la descripción del proyecto, se procedió a verter el hormigón dentro de este molde tridimensional, “lo que requirió que el hormigón se separara en el punto de inflexión”, detallaron.
Debido a la propia naturaleza del encofrado, el hormigón debió colocarse por secciones: se vertía en una parte e inmediatamente, en el reflejo superior de esa sección. Para facilitar la comprensión el proceso, se utilizó un sistema de codificación con colores, lo que también generó un nuevo ambiente de trabajo en el equipo a cargo de la construcción, revelaron desde The System Lab.
Completado en 2014, las oficinas centrales de la corporación HANDS siguen destacando por su llamativa fachada, un elemento de hormigón continuo que enriquece el paisaje urbano de Seúl, transformando un sector de alta densidad vehicular en un espacio de contemplación -aunque sea momentáneo- para evitar ajetreo rutinario de la capital coreana.