Dominando la vista hacia la ciudad de Chengdú, en el suroeste de China, la forma serpenteante de este complejo se funde completamente en el paisaje montañoso donde el estudio de arquitectura chino-alemán Büro Ziyu Zhuang emplazó este proyecto, cuyo edificio central se construyó con paneles de hormigón con fibra de vidrio para mimetizarlo con el ambiente.
Uno de los principales atractivos naturales que posee la ciudad de Chengdú, capital de la provincia de Sichuan (ubicada al suroeste de China) son las cadenas montañosas conocidas como Montañas Longquan. Se trata de elevaciones menores -su altura máxima es de 1.045 metros- que se extienden por unos 200 kilómetros y que poseen un ancho promedio de 10 km.
Estos macizos, que forman una barrera natural entre el plano de Chengdú y la cuenca de Sichuan, aún poseen una abundante vegetación, pese a los distintos desarrollos urbanos que existen en la zona. En efecto, los suburbios de la zona este de Chengdú se emplazaron alcanzan la base de estas montañas, en el distrito de Longquanyi, uno de los 11 distritos urbanos de la ciudad y cuyo desarrollo e inversión se enfoca principalmente en asentamientos urbanizados.
Justamente en la montaña de esa zona, el estudio de arquitectura chino-alemán Büro Ziyu Zhuang emplazó el Observatorio Montaña Longquan, un edificio que observa a la ciudad de Chengdú desde la cima y que alberga un restaurante, un bar y un salón de té, como también una piscina. El complejo lo corona el techo, que también puede utilizarse como un mirador para apreciar las increíbles panorámicas que ofrece la región.
Inspirándose en las montañas para formas onduladas
De acuerdo con lo que informó el estudio, el diseño de este edificio se basa directamente en el paisaje natural que rodea a la ciudad. Esta es la razón, comentaron los arquitectos, de las formas onduladas que dominan el proyecto y que se conectan entre sí en varias alturas, generando la ilusión de que el Observatorio es parte de la superficie de la montaña.
En ese sentido, el arquitecto comentó al portal Dezeen que “la arquitectura posee un carácter y una identidad fuertes, asemejándose a la forma de una nave espacial a punto de despegar, cuando se le ve desde ciertos ángulos. Al mismo tiempo, es lo suficientemente discreta para que no entre en contradicción con el ambiente natural ya existente, como un pliegue en el suelo o un puente flotante en pleno bosque, oculto a la vista”.
La forma fluida del complejo obedece también al concepto oriental que representan las montañas: el del cambio constante. “Desde ese punto de vista, la permanencia de las montañas se sustituye por la fluidez, como el agua o las nubes, a través de cambios en el espacio y el tiempo”, subrayaron desde el estudio.
Hormigón para mimetizarse con el ambiente
Para dar soporte estructural al techo del edificio -a la postre, el elemento principal del Observatorio- el estudio de arquitectura decidió instalar una serie de pilares a lo largo de la forma serpenteante de este elemento, bajo el cual, se instalaron el restaurante, un salón de té y una piscina “infinita”. “Las otras zonas, como áreas logísticas, se ocultaron debajo del sitio”, comentaron desde el estudio.
La entrada al complejo, que ocupa una superficie de 4.200 metros cuadrados, se ubicó en el centro de la estructura, donde el techo comienza a dividirse en dos. Al costado derecho, se instaló la piscina infinita que actúa como espejo de la naturaleza que rodea al edificio. A la izquierda de la entrada, se ubicó el restaurante, el que se extiende hasta la montaña.
El núcleo principal del edificio se construyó con paneles prefabricados de hormigón reforzado con fibra de vidrio (GFC o “Glass Fiber Concrete”, en inglés), ya que sus tonos grisáceos ayudaron a integrarlo mejor al medioambiente que rodea al Observatorio. Para el techo -que actúa como mirador- se utilizó un pavimento de roca natural, con plantas verdes en ciertos tramos. Finalmente, se optó por una fachada de cristal para el edificio para así, completar la integración del proyecto con el ambiente boscoso que rodea a este complejo.