La particular forma de este teatro -diseñado por el estudio de arquitectura noruego Snohetta- se inspira en “la danza y del cuerpo humano”, generando un edificio de hormigón que parece en constante movimiento.
En 2019, luego de adjudicarse el primer lugar, el estudio de arquitectura Snohetta resultó elegido para llevar a cabo un monumental proyecto: la Gran Ópera de Shanghái. Desde el estudio, comentaron en la ocasión que el diseño propuesto (el que finalmente les permitió tener esta obra) “busca atraer a un público amplio ofreciendo actuaciones de ópera tradicional y china, conciertos clásicos y presentaciones más experimentales que atraerán a un público más joven”.
La importancia del proyecto, comentan desde Snohetta, radica en que este gran teatro forma parte del “nuevo plan maestro urbano para Shanghái, que busca colocar a la ciudad a la vanguardia mundial en materia económica, científica y cultural”.

En esa misma línea, el estudio destacó que “la Gran Ópera se convertirá en el mayor hito cultural de la ciudad, ya que el 13° Plan Quinquenal la considera como la iniciativa más importante para fortalecer la influencia global y cultural de Shanghái”.
El gran teatro se construye actualmente en el barrio de Expo Houtan, ubicado a orillas del río Huangpu. En la descripción del proyecto, el estudio de arquitectura subraya que la misión de la Gran Ópera se verá favorecida gracias a las características del barrio, especialmente en lo que respecta a materias de sustentabilidad.
Un gran abanico de hormigón
El diseño de la Gran Ópera es similar al de un abanico que se despliega, un concepto que, según el estudio, busca “unir a los artistas y al público bajo un techo compartido, en un teatro cuya forma denota movimiento”, detallaron los arquitectos en la descripción del proyecto.

“La superficie helicoidal del techo evoca a un abanico que se despliega, capturando el dinamismo de la danza y del cuerpo humano. Al generar suficiente espacio y superficie, los movimientos radiales del techo forman una escalera en espiral que conecta al piso con el cielo, mientras se crean vistas hacia la ciudad y a las orillas del río Huangpu”, subrayaron desde el estudio.
Este elemento -punto focal del proyecto- se inspira en lo que el mismo estudio Snohetta desarrolló para la Gran Ópera de Oslo en 2008, que también posee un techo accesible al público que desciende y conecta con la costa.

Uno de los aspectos esenciales la Gran Ópera de Shanghái es que el diseño se mantiene en toda la edificación, abarcando el vestíbulo, la sala y sus tres auditorios. “La identidad visual de la Gran Ópera también hace referencia a estos mismos movimientos con un nuevo logotipo, de líneas limpias, caracterizado por un patrón de abanico abierto muy reconocible”, puntualizaron los arquitectos.
La Gran Ópera, un espacio para la gente
Toda la obra gruesa de la Gran Ópera de Shanghái, cuya construcción se inició en 2023, se ejecutó con hormigón, incluyendo el techo con forma de abanico abierto que se convierte en escalera en espiral.

El teatro, que tiene un tamaño de 146.786 metros cuadrados, contará con un auditorio principal con capacidad para 2.000 butacas, pensado para grandes producciones. Un segundo escenario con 1.200 asientos y un tercer espacio con capacidad para mil personas, completan las instalaciones interiores del gran teatro, que además contará con “restaurantes, galerías, exhibiciones, museos, centros educacionales, bibliotecas y cines, los que contribuirán a que la Gran Ópera se convierta en un destino popular”, aseguraron desde el estudio.
La fachada blanca del edificio contrasta con la seda que se utiliza para la cubierta interior, generando un impacto inmediato para los visitantes. Asimismo, grandes paneles de cristal se instalaron para permitir que el salón principal se ilumine de manera natural.

Como se mencionó antes, la construcción del proyecto se inició en 2023 y se espera que a finales de 2025 se pueda ver el teatro ya completo. “La Gran Ópera de Shanghái es un producto de nuestra comprensión del contexto y de nuestros valores”, dijo Kjetil Trædal Thorsen, fundador del estudio Snohetta, en la descripción del proyecto. “El teatro se diseñó para promover la propiedad pública del edificio para la gente de Shanghái y más allá”, subrayó.




