En la ciudad de Mohali -que alberga a un gran número de empresas de telecomunicaciones- el estudio de arquitectura Studio Ardete diseñó un particular complejo de oficinas cuya fachada, formada por hormigón y ladrillo, promueve el movimiento fluido tanto al interior como en el exterior de este edificio gracias a su forma, inspirada en los panales de abejas.
Ubicada en la región norte de India, Mohali es una ciudad que se encuentra en el estado de Punyab y es el centro administrativo del distrito de Sahibzada Ajit Singh Nagar. Si bien hacia finales de la década de 1960, la ciudad era de carácter más industrial, con un desarrollo inmobiliario pensado más para los trabajadores que en inversiones, con los años el sector de manufacturas dio paso a empresas vinculadas al sector de la tecnología y las telecomunicaciones, lo que finalmente transformó a Mohali en un polo de desarrollo para esta área productiva.
Si bien este importante desarrollo también permitió que Mohali se desarrollara en otras áreas -como la turística, por ejemplo- sus edificaciones más importantes, además de su histórico estadio de cricket o la torre Fateh Burj, el minar más alto de toda India, son sus edificios de oficinas, los forjan el paisaje urbano de la ciudad mezclando elementos arquitectónicos modernos con aquellos más tradicionales y enraizados en el sijismo, religión mayoritaria en esa zona.
Inspirándose en conceptos como “la naturaleza continua y en permanente movimiento del ser humano”, el estudio de arquitectura Studio Ardete recibió el encargo de diseñar y ejecutar el edificio de oficinas para Vornoid, el que explora esta capacidad de adaptabilidad que poseen las personas al apostar por “una experiencia cohesiva donde la fluidez del diseño conecte de manera continua al interior y el ambiente exterior”, destacaron desde Studio Artete.
Buscando la fluidez a través de la fachada
Si bien a simple vista, el nuevo proyecto de Studio Artete parece un edificio de oficinas más, de inmediato resalta su fachada, cuya materialidad está compuesta tanto por ladrillo como por hormigón. Asimismo, su particular forma -inspirada “en la naturaleza biomórfica de las colmenas de abejas”, aseguraron los arquitectos- busca, precisamente, mantener la fluidez del espacio, de acuerdo con el concepto que los arquitectos ejecutaron.
“Al diseñar la fachada, las carreteras no fueron lo único en lo que se pensó para buscar la fluidez. Dada la naturaleza de las colmenas, caracterizadas por sus formas orgánicas e intrincadas, se encontró ahí un punto en común con las formaciones estructurales Voronoi, además de combinarlas con la eficiencia de una red de caminos que, a menudo, se inspiran y adoptan un diseño de red que refleja una interconexión. En este caso, se enfatiza la fachada curva, promoviendo la unión entre los ambientes construidos y el mundo natural”, destacaron los arquitectos en la descripción del proyecto.
Para asegurar que el plano del edificio fuese suave y fluido, el diseño del estudio ubicó de forma estratégica las áreas comunes de menor frecuencia, como escaleras y ascensores, en un lado para “optimizar la luz natural”, comentaron. De esta forma, se aseguró que el primer piso del edificio albergara todas las áreas funcionales requeridas para una empresa en particular, mientras que, en el segundo y tercer piso, el diseño permitió acomodar entre 40 a 45 personas.
Materia prima cruda junto con lujos modernos
Tanto la forma como la materialidad de la fachada fue objeto de cuidadosa consideración por parte de los arquitectos. “Se buscó mantener una visual cruda, contrapuesta con las terminaciones de lujo, texturas, colores y la colocación de las baldosas para el piso, lo que facilita y promueve la navegación por el edificio”, destacaron desde Studio Artete.
Además, una mampara de cristal colorido, ubicada en el piso superior del edificio, produce un “efecto visual cautivante cuando ingresa la luz natural, proyectando un colorido resplandor que complementa a los tonos más crudos”, explicaron los arquitectos en la descripción del proyecto.
La combinación entre materiales como el hormigón y el ladrillo en una fachada con intrincadas formas, con pronunciadas curvaturas, con otros mucho más “modernos”, le dan a este edificio de oficinas un carácter único. “En la culminación de estos cuidadosos elementos de diseño, el espacio se transforma en algo más que una oficina; se convierte en un ambiente inmersivo, creando un lugar que inspira a la conectividad”, subrayaron desde el estudio.
