Obra del estudio de arquitectura 311, esta edificación nace a raíz del encargo de un cliente, quien buscó tener un salón de entretenimiento externo, adyacente a su vivienda. Esto sirvió como oportunidad para que los arquitectos desarrollasen un nuevo lenguaje, con elementos de la arquitectura tradicional kuwaití, pero con formas más modernas, como muros y techos curvos de hormigón blanco.
La arquitectura actual en Kuwait está estrechamente ligada a dos elementos fundamentales: su clima y el descubrimiento del petróleo, con todo el beneficio económico que esto último trajo para el pequeño país del Golfo Pérsico. Esto generó que se desarrollasen proyectos que, por una parte, rindieran homenaje a las formas arquitectónicas patrimoniales del lugar, dominadas por formas sencillas y el uso de materiales locales disponibles -arena y rocas, principalmente- para las edificaciones, ya sean viviendas u otro tipo de infraestructura.
Un buen ejemplo de la evolución en la arquitectura kuwaití -a una escala mayor- es el edificio del Banco Nacional de Kuwait, que ejecutó el estudio de arquitectura Foster + Partners, en el que se destaca su forma cilíndrica y su fachada, compuesta por una serie de “aletas” de hormigón que le brindaron soporte estructural a la torre, además de aportar en el confort térmico del complejo.
A una escala más pequeña, el estudio de arquitectura 311 también llevó a cabo un interesante proyecto, en el que un cliente planteó la posibilidad de “diseñar una sala de entretenimiento que estuviese adyacente a su casa”, comentaron desde el estudio.
Al no formar parte del plan maestro, este nuevo espacio brindó la posibilidad para que el estudio desarrollase un lenguaje arquitectónico que, si bien enraizado en la tradición, pudiese explorar en las formas, logrando una fusión de elementos.
Jugando con los elementos para mostrar un nuevo lenguaje
A este nuevo elemento se le denominó como “Curvature House”, precisamente por el dominio de formas curvas en su diseño, con el que se deja de lado a la arquitectura vernácula del pasado para dar paso a un edificio moderno, lujoso y preciso que mantiene una relación con los atributos positivos de la arquitectura kuwaití, cuyo diseño tradicional para viviendas se basa en las necesidades del clima y las prácticas culturales.
“La esencia de este proyecto se encuentra detrás de la interacción de los extremos que existen en su interior”, comentaron los arquitectos en la descripción del proyecto. “La estrategia fue diseñar un espacio que sumerja a sus visitantes en un ambiente que albergue una interacción de la luz con la oscuridad”, agregaron.
En ese sentido, el diseño fluido de “Curvature House” se transformó en una “metáfora que guía a la vista de manera gentil hacia la realidad presente del crecimiento económico y los avances sociales que transformaron la vida diaria de la región”, dijeron los responsables del proyecto.
Hormigón blanco y elementos curvos como nuevos paradigmas
“Curvature House” presenta un exterior más bien sencillo, el que el estudio de arquitectura actualizó con una fachada que mira hacia el exterior. Las entradas arqueadas, un rasgo común en la arquitectura tradicional de Kuwait, se iluminaron con luces cálidas. Esta iluminación -respondiendo a la interacción que planteó el estudio- tiene un impacto significativo en el interior, donde candelabros y lámparas de muro definen las curvas de los pasillos con patrones de luces y sombras.
Generando otro vínculo con la arquitectura tradicional del país, “Curvature House” también se define por el clima. En ese sentido, “el proyecto incorpora elementos acuáticos, trabajo en paisajismo y dispositivos de sombra manejables, los que ayudan a regular las temperaturas que se dan en este clima dominado por el desierto”, destacó el estudio en la descripción del proyecto.
El uso de hormigón blanco colocado in situ, además de terrazo -material compuesto por guijarros de piedra conglomerados en cemento- y roca natural para toda la “Curvature House”, destaca en toda la edificación y, principalmente, en el techo del proyecto, que representa un “cambio respecto a las reglas de una arquitectura más tradicional, basada en el instinto del artesano y sus recursos”, subrayaron desde el estudio.
Con una superficie de 500 m2, la “Curvature House”, con sus transiciones fluidas entre elementos de ángulos rectos con aquellos de forma curva que dan el carácter al proyecto, evidencia cómo el uso del hormigón puede brindar una nueva lectura a la arquitectura tradicional de una región jugando con las figuras y, en este caso, invitando al visitante a descubrir los nuevos espacios que presenta en la nueva estructura.