Cuartel de bomberos de Vierschach: Un edificio de hormigón pigmentado en la alta montaña

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Emplazado cerca de una pequeña localidad en la frontera entre Italia y Austria, esta edificación de hormigón pigmentado destaca por su carácter monolítico y el contraste que genera con el entorno que le rodea, formado por paisajes cubiertos de nieve e hitos arquitectónicos que datan del siglo XIII.

La pequeña localidad italiana de Vierschach (también conocida como Versiaco) se ubica al sur de la región de Tirol, en la comuna de San Cándido, provincia autónoma de Bolzano. Se trata de un pequeño pueblo próximo a la frontera con Austria, por lo que no es de extrañar que su paisaje esté dominado por cadenas montañosas, como las famosas Dolomitas. Por lo mismo, no es de extrañar que las principales actividades turísticas asociadas a Vierschach se relacionen el esquí y el senderismo.

Otra de las características que tiene Vierschach es que posee su propia estación de trenes, lo que le confiere una cierta autonomía que se ve reflejada en distintas edificaciones, por ejemplo, la Iglesia Parroquial de Santa Magdalena, que data del siglo XIII y que es uno de sus principales hitos arquitectónicos.

En el año 2011, el estudio de arquitectura Pedevilla Architects recibió el encargo de diseñar un nuevo cuartel de bomberos para esta localidad. El proyecto, que se se ubicó a un costado de la carretera principal en el valle de Pusteria, en la frontera entre Italia y Austria, presentó una serie de desafíos para los arquitectos, como construir en alta montaña -el cuartel se ubica a 1.130 metros sobre el nivel del mar- además de cumplir con una serie de solicitaciones especiales en cuanto a aislación y confort térmico, dado el clima de la zona.

Buscando la simpleza del diseño y los materiales

Uno de los aspectos clave en el diseño del cuartel de bomberos de Vierschach -que el estudio denominó como “La Rosa de Vierschach”- es que se trata de un volumen que priorizó la simpleza y la reducción en los detalles. “El edificio es un experimento en sí mismo”, comentaron desde el estudio de arquitectura.

Otro de los elementos relevantes es su materialidad: el hormigón. “Para este proyecto, se trabajó con hormigón liviano y con aditivos especiales. La capa exterior del cuartel desafía los parámetros constructivos y estáticos, pero también se hace cargo de los requisitos de aislación que pidió el mandante”, detalló el estudio en la descripción del proyecto.

Para la distribución del cuartel, los arquitectos a cargo del proyecto dejaron que una cara de la edificación estuviese observando a la pequeña localidad de Vierschach. Ahí, se dejaron los espacios para todos los equipos contra incendios y los vehículos. “Este último carga con la función pública del edificio y, por lo tanto, se presenta como un salón espacioso, cuyo revestimiento contrasta con la fachada”, destacaron los arquitectos.

En el exterior, la escalera en caracol conecta ambos pisos del cuartel, brindando acceso tanto a la sala de control como al garage de los vehículos, presentándose como un elemento disruptivo dentro de la geometría del edificio y que, además, reemplaza el tradicional tubo por el que se deslizan los bomberos para abordar uno de sus vehículos de emergencia.

Hormigón pigmentado para contrastar con el paisaje

Como se menciona antes, se utilizó hormigón liviano con aditivos especiales para cumplir con las solicitudes de confort térmico que planteó el proyecto. Sin embargo, una de las características principales del material es que es un hormigón pigmentado de color rojo, lo que brinda una estética diferente y genera un interesante contraste con el paisaje de la zona, particularmente cuando cae nieve.

“Toda la superficie del cuartel se ejecutó con hormigón pigmentado para realzar el carácter monolítico del edificio. De la misma forma, el color rojo es un símbolo de su función y enfatiza su independencia. Hace hincapié en la originalidad de este cuartel de bomberos”, explicó en su minuto el arquitecto Frank Oberlerchner, a cargo del proyecto, al portal Dezeen.

Desde el estudio, agregaron que las “dimensiones de la construcción permanecen reconocibles desde el exterior y, de hecho, esto aumenta la apariencia masiva de las estructuras”. Además, comentaron en la descripción del proyecto que una de las características principales de este proyecto fue el nivel de prefabricación de la capa exterior, lo que minimizó trabajos de terminación necesarios para la construcción y acondicionamiento del edificio.

“Las irregularidades o divergencias en el hormigón sólo agregan encanto al material al carácter de este proyecto”, destacó Oberlerchner. Por lo mismo, esta construcción liviana y pigmentada se ejecutó con hormigón de alta densidad, resistente al agua y a las heladas, lo que también sirvió para el confort térmico. El cuartel de bomberos de Vierschach se completó el año 2016 y por sus características, varias publicaciones lo destacaron en distintos premios.

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