Sin lugar a dudas, la actualización de la norma NCh 170 es un tema que sigue dando de qué hablar dentro de la industria, tanto por sus implicancias en la forma de desarrollar el hormigón a futuro como también, por cómo afectará la utilización del material en nuevos proyectos de construcción. Por lo mismo, en ICH quisimos darle una mirada más “práctica” a lo que significa la actualización de la norma base del hormigón en Chile.
Una de las temáticas que más ha llamado la atención –tanto a nuestros asociados como a actores de la industria en general– ha sido, sin dudas, la actualización de la norma NCh 170, la que sigue siendo objeto de interés por parte de los diversos actores de la industria. Por lo mismo, buscamos aclarar algunas dudas respecto a elementos prácticos que trae la nueva norma NCh 170 y para ello, conversamos con Carmen Paz Muñoz, constructor civil y directora de la carrera de Ingeniería en Construcción de la Universidad Andrés Bello, y Nicolás del Valle, ingeniero constructor de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
El primer apronte lo realiza la académica. “Tenemos hoy día una normativa actualizada y actual. La versión anterior, estaba muy orientada a lo que eran los hormigones en obra y hoy día, su proporción es bastante menor por el fuerte aumento del uso del hormigón premezclado. Y esta norma es un poco más tecnología del hormigón, es un poco más técnica respecto del uso del hormigón y está mucho más orientada al desempeño esperado del hormigón: que el hormigón quede bien a decirme una receta de cómo hacerlo”, comenta.
“Si me preguntas en qué se ha traducido esta actualización de la Norma NCh170 –dice Nicolás del Valle– te podría comentar que si bien esta norma nos entrega algunos parámetros a cumplir, nos deja abierta la puerta para que con Ingeniería podamos hacer las cosas de una manera diferente, esto es posible dado que la norma se preocupa principalmente de las características del producto terminado más que del proceso que utilizaste para lograrlo”.
Un ejemplo concreto de ello es la dosificación. “En la norma antigua existía un anexo entero que hablaba de la dosificación. Entonces, habían algunos proyectos donde a uno incluso lo obligaban a dosificar por ese método”, cuenta Muñoz. Esto, ya que la fabricación del hormigón se realizaba bajo métodos más bien artesanales, en los que “el maestro le iba echando al ojo” y preparaba el material, comenta Carmen Paz Muñoz. Con la NCh 170-2016, el foco cambia y “en general, en varias partes de la norma, ésta te dice: ‘no importa cómo lo haga, pero que le quede bien’. Ese es como el espíritu de la norma”, explica la académica.
Aplicaciones prácticas de la nueva NCh 170
Si bien la actualización de la norma se realizó en 2016, en marzo de 2017 el Ministerio de Obras Púbicas –a cargo de la oficialización de la misma– validó esta actualización. Esto implica que la NCh 170 es obligatoria en cualquier proyecto público que contemple faena con hormigón. En proyectos privados, al tratarse de una norma y no una ley, sólo es de carácter obligatorio en cuanto se especifique su uso.
-¿De qué manera se puede apreciar el impacto práctico de la nueva NCh 170?
-Una de las cosas también importantes es que ahora el proyectista, el calculista estructural, es quien nos indica los grados de exposición. Entonces, en la práctica, toda la cláusula 6, que es la de durabilidad, tiene una relevancia trascendental en lo que es la concepción del proyecto, en la parte cuando el proyectista especifica. ¿Por qué?, porque ahí nos indica condiciones a las que va a estar expuesto el hormigón y por tanto, las condiciones de exposición. Eso ya es algo práctico, algo que se está usando y los calculistas –a mí me ha tocado hablar con varios– ya están trabajando, indicando, especificando, los grados de exposición.
Por su parte, Nicolás del Valle estima que “otro tema que nos traerá muchas ventajas es el concepto de Madurez, que no es nada nuevo en el mundo del hormigón pero que al incorporarlo la NCh170, lo valida como un método para estimar las resistencias a temprana edad. Se han generado muchas consultas al respecto: cómo se hace, en qué rango es válido, etc. La generación de la NCh3565 “Estimación de la resistencia mecánica – Método de la madurez”, traerá claridad al respecto, terminando por consolidar este método”.
Además, el cambio de probeta cúbica a cilíndrica –uno de los aspectos más resaltados por los actores de la industria– es fundamental, a juicio de la académica. “Antes, teníamos como una vuelta súper larga desde el cálculo estructura hasta el control del hormigón. El cálculo estructural, desde que se incorporó la ACI 318, es en cilindro, pero después, el calculista pasaba a probeta cúbica para poder especificarlo y después, la constructora compraba especificándolo en la resistencia antigua, pero la premezcladora la controlaba en cilindro, entonces nos dábamos una vuelta gigante para volver al cilindro. Hoy, ya es cilindro-cilindro y creo que eso también, en términos prácticos, eliminó la incertidumbre de la industria respecto de estos factores de conversión que se aplicaba a la probeta”.
En la misma línea, el ingeniero constructor comenta que “para la industria del Hormigón Premezclado, esta norma trajo consigo un trabajo extra, no sólo el de generar, diseñar toda una familia de hormigones con denominación ‘G’ sino que también mantener las antiguas familias de hormigones con denominación ‘H’, redundando en un crecimiento importante de los hormigones ofrecidos al mercado y, como era de esperar, les ha tocado clarificar muchas consultas de sus clientes con respecto a la actualización de la NCh170”. Así, es de esperar que a medida que se difunda la nueva NCh 170, los hormigones tipo ‘H’, vayan desapareciendo.
Finalmente, Carmen Paz Muñoz destaca dos aportes de ICH en la actualización de la NCh 170: las recomendaciones tanto para terminación superficial del hormigón –el llamado “hormigón arquitectónico”– como para altura de colocación del hormigón. “Esas recomendaciones que aporta el ICH a la norma y que en la norma están citadas en una nota y ojo ahí, las notas no son obligación, las notas son una recomendación, orientan bastante a todos: tanto al que especifica como al que construye”, dice Carmen Paz Muñoz, agregando que “en síntesis, yo creo que la norma (NCh 170) aporta en términos de optimización tanto del proceso como de la mezcla del hormigón”.