El nuevo proyecto del estudio de arquitectura noruego Snohetta se inspiró en el denominado “sector más verde” de El Bronx para concebir un espacio que, además de cumplir con altos estándares de sustentabilidad, perduré en el tiempo. Para conseguir ese objetivo, el uso de hormigón resulta fundamental.
Dotar a los barrios de infraestructura pública de cualquier tipo (transporte, cultural, oficinas de partes, juzgados) que, además de cumplir con un servicio, mejoren la calidad de vida del sector donde se instale y generen un elemento único dentro de ese barrio, se traduce en un avance significativo para la comunidad, ya sea en aspectos económicos, como también, culturales, de relacionamiento entre los distintos actores, entre otros.
Esa integración total es la que llevó al Departamento de Diseño y Construcción de la ciudad de Nueva York, junto con la red de Bibliotecas Públicas de Nueva York, a lanzar un concurso internacional para el diseño de la biblioteca que se ubicará en Westchester Square, un popular sector de El Bronx, uno de los barrios más reconocidos de Nueva York.
Luego de una ardua deliberación, los departamentos seleccionaron el diseño que presentó el estudio de arquitectura noruego Snohetta, reconocido por obras como el restaurante “Under” -el primer restaurante submarino de Europa- o por la reformulación del histórico muelle de Knubben, ubicado al sur del país escandinavo.
Un espacio público concordante con su entorno
Uno de los aspectos que más se resaltó de la propuesta del estudio de arquitectura escandinavo es que la nueva biblioteca pública de Westchester Square “entregará un importante foco económico y educacional a un área diversa y vibrante de este sector de la ciudad”, según informaron los arquitectos.
Para el diseño, el estudio de arquitectura se inspiró en la vegetación de la zona, una de las más verdes de la ciudad de Nueva York. Por ello, es que el verde será el color predominante de la nueva biblioteca, que incluirá dos salones de clases, espacios comunitarios y un jardín con especies perennes, los que se mezclarán con la ornamentación de la fachada, reportó el portal The Architect’s Newspaper.
Michelle Delk, socia y directora en el estudio de arquitectura, comentó que “el jardín brindará un contrapunto sutil al paisaje urbano que rodeará al edificio. Como una extensión de la biblioteca, el jardín absorbe el agua de las lluvias hacia un paisaje verde, al mismo tiempo que brinda luz y genera un interés visual hacia la experiencia al interior del espacio”.
Biblioteca verde… y de hormigón
El diseño de la nueva biblioteca consiste en una “caja” con dos volúmenes: una base de hormigón armado que alzará una sala de lectura que contará con fachadas de vidrio fritado. El edificio, explicaron desde el estudio de arquitectura, tomó esta forma para reflejar el estatus del “sector más verde de Nueva York” que posee esta zona de El Bronx.
La nueva biblioteca se ubicará en un área de, aproximadamente, 1.115 m2 y estará colindante a la histórica biblioteca Huntington, no vinculada a la serie de bibliotecas públicas de Nueva York, que inició sus actividades en 1891. De acuerdo con Snohetta, la idea es que el nuevo espacio mantenga y perpetúe el legado de esa biblioteca “como un lugar donde el conocimiento se adquiere y se comparte a las futuras generaciones”.
La nueva biblioteca pública Westchester Square tendrá una serie de elementos que harán más “verde” su estructura: la fachada de cristal filtrará la luz solar que ingresará al edificio, disminuyendo el consumo energético del espacio, además de contar con paneles fotovoltaicos en el techo. Asimismo, el nuevo proyecto de Snohetta formará parte del programa 80X50, una iniciativa que busca reducir las emisiones de carbono de la ciudad de Nueva York en un 80% al año 2050.
Este proyecto se suma a otros que el prestigioso estudio de arquitectura tiene en Nueva York, como la remodelación de la famosa plaza Times Square, además de proyectos que involucran a otros edificios públicos. “Estamos orgullosos de trabajar con el Departamento de Diseño y Construcción de la ciudad para estos proyectos, que transformarán el paisaje de Nueva York”, dijo Craig Dykers, socio fundador de Snohetta.
