En un desafiante proyecto, el estudio de arquitectura Zaha Hadid Architects tomó la decisión de sacar al exterior los elementos estructurales, transformándolos además en la fachada de este lujoso hotel en Macao. ¿Cómo abordar el tema estructural sin alterar el diseño? La respuesta fueron núcleos de hormigón que, además, construyen espacios interiores infinitos.
Antigua colonia de Portugal, Macao se ubica en la costa sur de China. A la mezcla de diversas influencias culturales -la herencia portuguesa, las tradiciones chinas- se suman grandes rascacielos, lujosos centros comerciales y casinos, lo que le valieron el apodo de “Las Vegas” de Asia. El nombre no es antojadizo: sólo al año 2017, más 30 millones de turistas visitaron esta ciudad.
Uno de los desarrollos urbanos más importantes dentro de la península de Macao es la denominada “Ciudad de los Sueños”, que se ubica en Cotai y que se compone de una serie de resorts de lujo que incluyen un casino, dos teatros, un distrito comercial, 20 restaurantes y dos hoteles.
Dentro de esta “Ciudad de los Sueños”, el estudio de arquitectura Zaha Hadid Architects, ZHA, diseñó un particular hotel, el “Morpheus”, cuyo diseño, inspirado por las formas fluidas que se forman en la rica tradición del tallado de la piedra jade de China, de inmediato llamó la atención de todo el mundo.
Sólidos cimientos para una radical propuesta
El año 2012, ZHA recibió el encargo de construir un hotel en lo que eran, en ese entonces, las fundaciones de un proyecto que no llegó a terminarse. Utilizando este espacio como referencia, el estudio de arquitectura concibió el proyecto como una “extrusión vertical, con una serie de vacíos a través de su centro para crear una ventana urbana que conecte los espacios comunes del hotel con la ciudad y generen formas esculturales que definan a los espacios públicos del edificio”, explicaron en la descripción del proyecto.
De esta forma, el hotel se definió finalmente en base a esas fundaciones. “Se utilizó una huella rectangular para idear un edificio de 40 pisos con dos núcleos verticales de circulación conectados a nivel del podio y del techo, donde se ubican la mayor parte de los espacios para los visitantes”, explicaron los arquitectos.
El diagrama del diseño del hotel consistió en un par de torres conectadas a nivel de piso y techo. El atrio central al medio de estas torres crece junto a la altura del hotel (160 metros), atravesado por vacíos externos que conectan las fachadas norte y sur. “Estos vacíos crean una ventana urbana que conecta a los espacios interiores comunes del hotel con la ciudad”, explicaron.
Exoesqueleto y núcleos como elementos principales
La dramática forma del Hotel Morpheus se compone, en realidad, de dos elementos bien definidos y varias innovaciones respecto al diseño. Primero, la generación de un bloque monolítico que permitiese aprovechar de mejor forma el espacio ya dado por los cimientos del proyecto que antecedió a este, el que además estaba limitado a los 160 metros de altura por el plan regulador.
Esta forma permitió que el estudio innovase con los elementos al “sacar” el soporte estructural y transformarlo en una fachada, mientras que todo el edificio descansaría sobre los núcleos verticales, fabricados con hormigón. Esto hizo que el Hotel Morpheus no cuente con muros o columnas como elementos estructurales, privilegiando espacios internos amplios y transformando la tipología de este tipo de edificaciones.
“El Hotel Morpheus combina integridad estructural con su disposición óptima y su forma escultórica. El diseño es intrigante ya que no hace referencias a las tipologías arquitectónicas tradicionales”, explicó Viviana Muscettola, directora de proyectos en Zaha Hadid Architects.
Catalogada como la “primera edificación en altura del mundo con exoesqueleto”, el Hotel Morpheus -que se completó en 2018- es una obra que destaca por la innovación tanto en el diseño como en su ingeniería, dando forma a una construcción con hormigón única.