El proyecto de la firma nipona NOT A HOTEL, que llevará a cabo el reconocido estudio de arquitectura Zaha Hadid Architects, evidencia un diseño arquitectónico que busca ser un nexo entre el bosque tropical y las paradisiacas playas que rodearán al hotel. Por lo mismo, además de disminuir el impacto de su construcción, el estudio decantó por prefabricados de hormigón especiales tanto para el sistema estructural como para las fachadas de este hotel de lujo.
La isla de Okinawa se ubica en el mar de China Oriental y es la mayor de las islas Ryükyü de Japón, con una superficie de 1.201 kilómetros cuadrados. Conocida por los palacios del periodo gusuku que aún se mantienen en pie -declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco- la isla también es famosa por sus playas de arenas blancas y aguas turquesa, lo que la convierte en punto de arribo para cruceros provenientes principalmente desde China.
Debido a su clima subtropical, la isla de Okinawa además destaca por el denso bosque que existe en la parte norte, convirtiendo a esta prefectura del Japón -la más meridional del país asiático- en un destino turístico obligado y por lo mismo, la firma nipona NOT A HOTEL, con experiencia en el desarrollo de villas de propiedad compartida, decidió llevar a cabo su primer proyecto para público general: una línea de hoteles de lujo que inaugurará en esta prefectura.
La firma eligió al reconocido estudio de arquitectura Zaha Hadid Architects (ZHA) para el desarrollo de este hotel, al que bautizó como “Vertex”. El complejo será el primero en su tipo que ejecute el prestigioso estudio de arquitectura en Japón, donde anteriormente participó en el concurso internacional para la construcción del Estadio Nacional de Tokio (proyecto que finalmente se canceló en 2015), además de pabellones como el Edificio Tomigaya o el Azabu-Jyuban, entre otros.
“El diseño de “Vertex” por parte de ZHA continúa la relación del estudio con Japón que se inició cuatro décadas antes con diseños aplaudidos internacionalmente para complejos pabellones, edificios e interiores inspirados en los reconocidos paisajes, urbanismo, tradición creativa e inmaculada artesanía del país”, informó NOT A HOTEL en el comunicado de prensa sobre el lanzamiento de “Vertex”.
Un hotel de lujo diseñado para preservar ecosistemas
El nuevo hotel ocupará una superficie total de 23.322 metros cuadrados, emplazándose en la costa de la bahía de Okinawa, “entre las playas de blancas áreas y aguas turquesa, y el terreno inclinado del bosque colindante al área”, detallaron desde el estudio de arquitectura en un comunicado.
La decisión de ejecutar en ese espacio el proyecto, explicaron desde ZHA, fue para mitigar los impactos ambientales que el edificio pudiese tener. “Concebido para preservar la costa y ecosistemas marinos únicos de la isla, las consideraciones medioambientales se transformaron en el principio guía que modela al diseño arquitectónico, ingeniería, estrategia de sitio y selección y adquisición de materiales del hotel, así como también, el desarrollo de procesos de construcción especializados para minimizar su impacto”, subrayó el estudio.
En ese sentido, la arquitectura del hotel “se define por los contornos de las formaciones piedra caliza Ryukyu del lugar y del bosque colindante. Guiado por los estrictos requisitos y directrices establecidos por la comisión forestal de la isla, conservacionistas marinos y las autoridades locales, el diseño de ZHA “flota sobre el paisaje en el estrecho límite entre el bosque y la playa para reducir significativamente su impacto en estos dos ecosistemas y mantener la biodiversidad del lugar”, aseguraron desde el estudio.
El estudio informó que el diseño del hotel sigue “los contornos de la costa, articulado como una serie de terrazas, patios y jardines escalonados horizontales que reflejan la diversa topografía del espacio”. Asimismo, también se confirmó que tanto los materiales a utilizar para la ejecución del proyecto, así como también, su orientación y aprovechamiento tanto de los flujos de viento, horas de exposición a la luz natural, temperatura y humedad, entre otros aspectos, se analizaron bajo detalladas investigaciones del espacio donde se ubicará el hotel.
Prefabricados de hormigón, módulos y economía circular
Para mitigar el impacto del proyecto en los ecosistemas locales durante la fase de construcción y operación del proyecto, ZHA estableció que toda la estructura modular y de fachada de “Vertex” se componga de elementos de hormigón “cuidadosamente prefabricados, con un tono y textura únicos que reflejen la fina arena blanca de las playas de coral de la región”, puntualizó el estudio de arquitectura.
Asimismo, se eligió un enfoque de economía circular para la construcción del proyecto, lo que se traduce en que los prefabricados de hormigón -elaborados mediante procesos de ingeniería exactos- incorporen áridos reciclados que provengan de las estructuras sin uso que existen en la isla, “aquellas que ya alcanzaron el fin de su ciclo de vida operacional”, destacaron desde ZHA.
Además, el hotel también estará diseñado para soportar el particular clima de la isla, especialmente cuando se inicie la temporada de monzones. Desde ZHA explican que la estructura del hotel elevará todas sus instalaciones “al menos, 6,5 metros sobre la línea de marea alta y se diseñó para soportar vientos intensos, precipitaciones y tormentas, como las que ocurren durante la temporada de tifones, además de contar con sistemas estructurales que resistan el impacto de movimientos sísmicos que se produzcan en la costa de la isla”, explicaron desde el estudio.
“Las marquesinas escalonadas del hotel hacen una suave transición entre la geología única de la costa y la densa vegetación de la selva tropical, brindando vistas ininterrumpidas del océano y una profunda conexión con el entorno circundante, al tiempo que brindan una sensación de privacidad que enriquece la experiencia del usuario y traza un viaje a través de los variados ecosistemas naturales de la región”, comentó Ludovico Lombardi, director de Proyectos en ZHA.
