Ubicado en el corazón del distrito cultural de Saadiyat, en Abu Dabi, este edificio, que posee un particular sistema de ventilación para mitigar el calor de la región, se organizó en base a muros de hormigón blanco pulido, los que soportan galerías “flotantes” que albergan una de las colecciones más impactantes de lo que es la evolución histórica y cultural del país árabe.
Ubicado en el corazón del distrito cultural de Saadiyat, en Abu Dabi, el nuevo Museo Nacional Zayed abrió sus puertas al público. El proyecto, que demoró cerca de 15 años en ejecutarse (el diseño del museo se abrió a concurso internacional en 2007 y la construcción se inició en 2008), es obra del estudio de arquitectura Foster + Partners y es el edificio principal de ese distrito -una isla artificial-, donde comparte con el “Louvre” de Abu Dabi (diseñado por el arquitecto francés Jean Nouvel, ganador del Pritzker en 2008) y al que luego, se le sumará el Museo Guggenheim de Frank Gehry.
La inauguración de esta obra se da en el contexto del 54° aniversario de la fundación de los Emiratos Árabes Unidos y, precisamente, el museo junto con su jardín Al Masar, destacan la historia, cultura y “más recientemente, la transformación económica y cultural de los Emiratos”, mencionó el estudio Foster + Partners en la descripción del proyecto.
“Nuestro museo se encuentra hacia el interior del distrito”, comentó Norman Foster -fundador y director ejecutivo del estudio- al portal Deezen. “Posee un camino peatonal directo con el jardín Al Masar que conecta al museo con la costa. Asimismo, los espacios cívicos del proyecto complementarán zonas comerciales y residenciales ubicadas en los bordes del sitio, contribuyendo a la creación de un nuevo barrio cultural para Abu Dabi: una pequeña ciudad dentro de la gran urbe”, destacó.
Un sistema de ventilación único
De acuerdo con la descripción del estudio, la forma del edificio -que ocupa una superficie de 88.870 metros cuadrados- se define gracias a “cinco ‘alas’ de acero liviano, las que forman parte del sistema de ventilación natural del complejo. En la parte superior de estas torres se abren rejillas que aprovechan la presión negativa en el lado de sotavento del perfil para sacar el aire caliente del atrio, ayudado por el efecto térmico de la acumulación de calor en las puntas de las ‘alas’”, explicaron desde Foster + Partners.

“Ese sistema se combina para atraer aire que se enfría de manera natural a través de cañerías enterradas en lo profundo del suelo desértico, para luego fluir hacia el atrio gracias a un sistema de ventilación a nivel de piso, que regula la temperatura de los espacios interiores”, subrayó el estudio en la descripción del proyecto.
Además de este sistema de ventilación, el Museo Nacional Zayed también aprovecha su ubicación al interior de un montículo, el que “posee paneles facetados que son una abstracción de la topografía de la montaña de Jebel Hafeet”, mencionaron desde Foster + Partners. De esta manera, el montículo aísla a los espacios interiores del sol, “formando un escudo protector que evita que el calor ingrese al edificio”, destacaron los arquitectos.
Hormigón blanco como elemento de conexión con el entorno
El Museo Nacional Zayed se organizó alrededor de muros de hormigón pulido, los que presentan una apariencia con capas que se generó gracias a que el material se colocó in situ. Los muros con textura se pueden apreciar de mejor manera en el vestíbulo, bautizado como Al Liwan, el que se asemeja a una caverna y donde se instaló una tienda y el auditorio del museo.

Por lo mismo, que el edificio posea una paleta de materiales minimalista no es casualidad, ya que estos se “seleccionaron cuidadosamente para armonizar con el entorno local y reflejar a los edificios históricos de los siete Emiratos, que reflejan el color cambiante de la arena en diferentes lugares”, comentaron desde el estudio. Siguiendo esa línea, el hormigón blanco domina como materialidad principal, el que se elaboró con mármol local triturado con la intención de imitar, justamente, el color de la arena de la isla Saadiyat, donde se emplazó el edificio.
Además del hormigón, presente en todo el complejo, también se utilizaron detalles en bronce patinado, los que se pueden ver en las entradas a las galerías -que son cuatro- las que poseen una forma tipo “cápsula” y que se encuentran suspendidas por encima del vestíbulo, entregando “ambientes controlados para proteger a los objetos que se exhiben en el museo”, detallaron desde el estudio.

Con cada una de las galerías dedicada a una temática en específico, y con unos 1.500 artefactos que reflejan la evolución cultural e histórica de los Emiratos Árabes Unidos, el Museo Nacional Zayed es un edificio que deslumbra no sólo por lo impactante de sus colecciones, sino también, por cómo el diseño arquitectónico refleja el largo camino de esa región desde la prehistoria hasta nuestros días.
















